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Veranito, calor y ganas de chapuzones. También, a pesar de las temperaturas, de buen comer y refrescarse con un rico helado o una deliciosa horchata, que aquí hay de todo. La gastronomía en esta estación no para, tan solo se adapta, al igual que también lo hacen las guías para recomendar sitios con encanto, bien sean porque estén en primera línea de costa, por su producto o sus elaboraciones. Que en la provincia de Alicante hay de todo.
Así lo ha reconocido la Guía Repsol, que ha concedido este miércoles sus nuevos títulos de 'Soletes de Verano' a aquellos restaurantes, bares, heladerías y chiringuitos que tengan algo especial por los que merezcan la pena pasarse. No son pocos en Alicante, nada más y nada menos que 14, repartidos entre la costa y el interior.
Ya se sabe el vínculo que tiene la Guía Repsol con Alicante, donde celebró su última gala de entrega de sus Soles. Era la primera vez que el evento salía del País Vasco y fue a parar a la provincia como puntera en la gastronomía, con un potencial fuera de toda duda.
Continúa este idilio entre la Guía Repsol y Alicante, como se puede comprobar en la cantidad, calidad y variedad de establecimientos que sus críticos han seleccionado para pasar el mejor verano gastronómico posible.
La Guía Repsol ha distinguido a cinco establecimientos ubicados en la misma ciudad de Alicante, destino de turismo urbano y de playa al mismo tiempo, tal es su eslógan 'City&Beach'. Entre los seleccionados algunas novedades importantes que apenas han aterrizado, como el nuevo Puntapiedra, el espacio de Montoro en la Cantera.
También es bastante nuevo Villa Bandida, aunque ya lleve un par de temporadas. Con una ubicación privilegiada en la Albufereta, tiene unas vistas espectaculares de la bahía alicantina. Su carta es muy amplia y se pueden degustar desde unos buenos arroces a pizzas muy interesantes.
Hay otros más clásicos, como la Horchatería Azul, en la calle Calderón de la Barca. Un establecimiento de toda la vida, traspasado de generación en generación, donde todavía siguen haciendo esta deliciosa bebida de manera artesanal. Coger sitio dentro o fuera en esta época es misión casi imposible. No se inquiete por la cola, la espere merece la pena.
También distinguen la heladería Livanti Gelato di Sicilia, en la calle Muñoz, entre Mayor y la plaza Abad Penalva. Siempre bien calificada en todas las plataformas, su variedad de sabores, elaborados con elementos de calidad, siempre es un placer. Otro sitio de espera en la calle y a comer paseando por la ciudad.
En las cercanías, la Guía Repsol ha tenido a bien recomendar el Mar Azul, en la isla de Tabarca. Típico allí el caldero de gallina (de mar, un pescado mediterráneo), pero también cualquier tipo de arroz. Tabarca es la isla habitada más pequeña de España, un paraíso medioambiental, histórico y cultural que hay que conocer si se viene a Alicante. Y comer en primera línea de mar es un placer para los sentidos.
A escasos diez minutos en coche de Alicante, la pizzería Da Filippo en Sant Joan d'Alacant, con sus elaboraciones típicamente napolitanas se ha colado con su Solete de Verano. Un pedazo de Italia en Alicante.
La comarca de la Marina Alta es uno de los paraísos que alberga la provincia de Alicante, donde todo se vuelca hacia el mar. Aquí son los chiringuitos y los locales de primera línea de mar los que priman y los que la Guía Repsol ha elegido.
Entre los chiringuitos más destacados se encuentra en dianense Primera Línea. «Nosotros ponemos el entorno y una propuesta gastronómica para alimentar tu pasión por vivir. La playa hace el resto de la magia», afirman desde el local. Razón no les falta. A pesar de su ambiente de chiringuito, su cocina contiene el arraigo de la zona.
La terraza del Zafiro, en Calp, ha enamorado a los críticos con razón. Sus vistas, entre el mar y el peñón de Ifach, además de sus arroces y carnes hacen de este sitio una escapada estupenda. Al igual que su cercano Algas de L'Andragó, en Moraira. Situado en la cala del mismo nombre, es un sitio tanto para comer o cenar como para disfrutar de un atardecer con un cocktail y alargar la noche.
La Marina Alta también es buen lugar para recorrer sus calles blancas, como en la bella Altea, donde se encuentra el Xef Pirata, un restaurante moderno de tapas en el que, sin embargo, respetan el tan apreciado producto local en un gran equilibrio.
La capital turística de la Costa Blanca también es buen lugar de peregrinaje gastronómico. Ante el ague de las franquicias, la nueva filosofía del 'fast good' se puede encontrar entre sus calles. La Guía Repsol reconoce dos establecimientos: Malaspina y Las Gaviotas.
El primero es un nuevo restaurante que se encuentra en el hotel Mercure. Cuenta con un bonito jardín en el que relajarse del bullicioso Benidorm, mientras que Las Gaviotas es una freiduría de toda la vida en la capital de la Costa Blanca.
Los últimos dos locales que estrenan Solete de Verano de la Guía Repsol se encuentran en el interior de la provincia. En concreto, Auroch, en Villena, y la confitería Castell, en Elche.
El primero, Auroch, se encuentra cerca de la Plaza de Toros. Son tres hermanos que han conseguido evolucionar su cocina desde sus raíces villenenses con sus toques personales. A pesar de ser verano, conviene pasarse por Villena y descubrir, de paso, una localidad monumental con su castillo como gran emblema. En la tercera ciudad de la Comunitat Valenciana, Elche, se encuentra la confitería Castell, con dulces tradicionales elaborados con horno de leña. Una dulce despedida para los nuevos Soletes de Verano en Alicante.
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