Elche CF-Real Oviedo (1-0): los franjiverdes firman la segunda victoria de la temporada y prolongan la buena racha
El gol de André Silva en la primera parte y la resistencia final dan tres puntos de oro ante los carbayones, que rozaron el empate hasta el último suspiro
Ismael Martinez
Elche
Domingo, 21 de septiembre 2025, 20:36
El Martínez Valero volvió a ponerse su traje de gala para una tarde que olía a partido grande. Desde el primer momento se respiraba ese cosquilleo especial: la grada franjiverde empujaba con fuerza y el Elche CF de Eder Sarabia llegaba con la moral por las nubes, invicto tras las cuatro primeras jornadas. El choque prometía intensidad… y es que apenas hizo falta esperar para comprobarlo.
El arranque fue de infarto. Corría solo el minuto uno cuando un mal pase atrás de Rafa Mir complicó la salida del balón. Iñaki Peña, obligado a salir a la desesperada, no consiguió despejar con claridad y Rondón se encontró con la ocasión en bandeja. El venezolano dribló al guardameta alicantino y, por un instante, el silencio se apoderó del estadio. Pero su disparo, apresurado y mordido, se fue desviado. Primer aviso de los asturianos y una advertencia clara: aquí, cualquier despiste podía costar caro.
Ese susto sirvió de despertador para el Elche, que poco a poco se sacudió la presión y empezó a mandar. La verdad es que el plan del técnico vasco se notaba: balón al pie, juego rápido, amplitud por las bandas y decisión en los últimos metros. En menos de cinco minutos, los franjiverdes firmaron dos llegadas que hicieron temblar a la defensa visitante.
Y a la tercera, ya se sabe, llegó la vencida. Una jugada trenzada con calma y precisión desembocó en la carrera de Germán Valera por la derecha. El extremo, que parecía tener electricidad en las botas, puso un pase de la muerte perfecto para que André Silva solo tuviera que empujarla. Gol sencillo, pero de los que levantan al estadio. El 1-0 encendió a la grada y desató la primera gran ovación de la tarde cuando no corría ni el minuto 10.
Con el marcador a favor, el Elche se asentó todavía más. Dominaba con paciencia, sin precipitarse, mientras el Oviedo intentaba reaccionar como podía. Los carbayones trataron de estirarse, pero sus acercamientos carecían de filo. Iñaki Peña, tras aquel error inicial, vivió el resto del primer tiempo con relativa calma excepto un tímo disparo de Hassan.
El tramo final de la primera parte fue de gestión inteligente. El Elche bajó un poco las revoluciones, midió esfuerzos y jugó con la tranquilidad que da el marcador. El Oviedo, en cambio, se mostraba impreciso en tres cuartos, incapaz de conectar con Rondón y de poner a prueba de verdad al meta local. Así, con el 1-0 y la sensación de que el partido estaba bajo control de los ilicitanos, se llegó al descanso en un Martínez Valero que sonreía satisfecho.
Primer gol en casa. Segundo con la franja
— Elche Club de Fútbol (@elchecf) September 21, 2025
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La segunda mitad comenzó con un Elche decidido a ampliar la ventaja. Los franjiverdes salieron con hambre y no tardaron en generar ocasiones claras. Rafa Mir probó fortuna con un disparo desde la frontal del área que rozó el segundo gol de la tarde. El equipo quería más y lo dejaba claro en cada ataque.
Y es que el Elche no está en el grupo de los invictos por casualidad. El equipo mostraba carácter, ambición y fútbol. El Martínez Valero volvió a levantarse con una acción mágica de Martim Neto: el portugués, elegante, se inventó una ruleta en pleno área y se plantó solo frente al portero. Su disparo, seco y colocado, lo repelió Aarón Escandell con una mano providencial que evitó el segundo tanto.
El asedio franjiverde no se detuvo. Apenas un par de minutos después, un centro medido desde la banda encontró la cabeza de Rafa Mir. El delantero conectó un remate poderoso que botó en el larguero y, para mayor dramatismo, volvió a estrellarse en el travesaño antes de salir despedido. El estadio entero se llevó las manos a la cabeza: el 2-0 estaba ahí, rozando la red, pero se resistía a entrar.
El susto para los locales llegó en el minuto 62. Un balón en largo, aparentemente inofensivo, se convirtió en una pesadilla cuando Affengruber e Iñaki Peña dudaron en la salida. La falta de entendimiento dejó el balón suelto y Rondón, siempre al acecho, se lanzó decidido a cazarlo. Por un instante, el empate pareció inevitable, pero la jugada terminó diluyéndose entre la tensión y los suspiros de alivio de la grada. Fue un recordatorio de que el partido seguía vivo y que cualquier error podía costar muy caro.
Con el paso de los minutos, el Elche fue perdiendo chispa. El ritmo alto del inicio dio paso a ciertas imprecisiones y el equipo comenzó a dormirse poco a poco en el encuentro. Esa relajación dio alas al Oviedo, que empezó a creer y a pisar campo contrario con más decisión.
El susto se materializó cuando los asturianos lograron mandar el balón a la red, silenciando por un instante al Martínez Valero. El empate parecía consumado, pero la fortuna sonrió al Elche: el colegiado anuló el tanto por un fuera de juego previo. La grada respiró aliviada, consciente de que el margen era mínimo y que el partido podía torcerse en cualquier descuido.
En los instantes finales, el conjunto carbayón se volcó sobre el área local en busca de un empate que parecía estar al caer. Fue un auténtico asedio, con centros, balones colgados y la tensión propia de un marcador corto. Sin embargo, el Elche supo sufrir, resistió con oficio y acabó sellando una victoria de gran valor: segunda en casa, segunda en la temporada y, sobre todo, tres puntos que consolidan su buen arranque en la liga.