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Logo del Banco Sabadell. EFE
La huida del Sabadell

La huida del Sabadell

Alicante va a perder la sede social de un importante banco, pero seguirá tan fuerte, o quizás más, con esta huida del Sabadell

Vicente Llopis Pastor

Vocal de la Junta de Gobierno del Ilustre Colegio Oficial de Economistas de Alicante

Domingo, 26 de enero 2025, 07:37

El Banco de Sabadell se fundó en el año 1881. Era una época en la que existían muchos bancos locales y que con la evolución del tiempo han ido desapareciendo por compra o fusiones con otros bancos de mayor dimensión. El Banco de Sabadell, ahora llamado Banco Sabadell, fue uno de los bancos locales que aparecieron en la segunda mitad del siglo XIX, la mayoría de los cuales han desparecido, no así el Banco Sabadell, que continúa existiendo y es el cuarto banco español medido por sus Activos Totales Medios (ATM) de alrededor de 300 mil millones de euros; sólo superado por el Banco Santander, con 1,7 billones de euros en ATM; BBVA con 650.000 millones de euros en ATM y Caixabank con 600.000 millones de euros de ATM.

Su operatoria ha sido muy exitosa y, fundamentalmente, estaba en buena parte volcada a asociaciones, entidades, gremios, colegios profesionales y otros. Esto le permitió una cierta solidez con la que ha capeado todas las cuestiones desfavorables que ha habido en los intermediarios financieros españoles y, al propio tiempo, ha tenido sagaces decisiones para comprar algunos pequeños bancos; por ejemplo, el Banco Urquijo, Banco Atlántico, el Banco CAM, que surgió por la desaparición de la Caja de Ahorros del Mediterráneo y que se mantuvo durante pocos años hasta que Banco Sabadell, en pública subasta, se hizo con dicho Banco CAM al irrisorio precio de 1 euro y entregándole más de 5.000 millones de euros para cubrir parte de algunas posibles pérdidas que pudiera tener en el sector inmobiliario, y otros.

Desde la crisis financiera de 2008 ha emergido como uno de los grandes bancos, vía adquisición de otros, y con el apoyo de la Autoridad Monetaria Española.

Grupo de presión

Su Consejo de Administración está formado por empresarios y hombres de negocios catalanes, con todo lo que significa como grupo de presión en la política española. A raíz de la desconfianza que generó por la falsa votación de crear el Estado catalán el 1 de octubre de 2017 y sin conocer de antemano las consecuencias que ello podría tener, miles de empresas catalanas trasladaron su sede social fuera de Cataluña, entre ellas Banco Sabadell, que pasó a tener su sede social en Alicante. Desde entonces, ha sido aceptado favorablemente por la clientela de nuestra provincia y como consecuencia se considera a Alicante como una plaza financiera muy importante, sólo superada por Madrid, Barcelona, Bilbao y Santander, lo cual es una forma de acreditación y confianza de nuestra provincia a nivel internacional.

Desde el año 2008 la expansión ha sido enorme y con la situación generada por la falsa votación del 1 de octubre de 2017 que estableció la independencia de Cataluña dentro de España se han prodigado en numerosas provincias las sedes sociales de empresas catalanas y, cómo no, la de Banco Sabadell, ubicada en Alicante. Su Consejo de Administración no varía y continúa en manos de socios catalanes. Por ello desaparece Alicante como plaza financiera que tienen su sede social del Banco Sabadell.

Hace más de siete años que la sede social del Banco Sabadell es Alicante. Ahora su Consejo de Administración ha decidido volver a la Plaza Sant Roc de Sabadell, y la provincia de Alicante deja de ser una plaza financiera importante dentro de España.

Repercusiones

Ante esta huida de Banco Sabadell hacia Cataluña, nos cabe pensar qué repercusiones va a tener con Alicante. A grandes rasgos va a tener estas consecuencias:

a) Operatoria con sus clientes. Apenas se notará, ya que con las modernas tecnologías y con la economía de mercado que se mantiene en España, lo que se definía como «mercado» como «lugar de concentración de bienes y servicios a través de una unidad común, que es el dinero», ya no se usa el término lugar, ya que se puede operar, y además rápidamente y al instante y a través de cualquier punto del mundo y en pocos segundos, por lo que tiene menos envergadura el lugar como genuino del mercado. Es decir, no va a afectar demasiado.

b) El traslado de su sede social a Cataluña apenas va a afectar a la funcionalidad de Banco Sabadell, entre otras cosas porque continúa con un Consejo de Administración idéntico al de ahora, con mayoría de consejeros catalanes.

c) Tendrá consecuencias fiscales ya que Banco Sabadell tributa por el Impuesto de Sociedades según donde esté ubicado, que es un impuesto nacional y afectará a Alicante en cuestiones como tasas, tributos locales y algunas fórmulas tributarias anejas. Esto tampoco va a ser de una fabulosa cuantía.

d) Puede que afecte en el nivel de empleo, ya que la estructura del «Back Office» se reducirá y a algunos de los empleados los trasladarán a Barcelona e incluso podrían negociar su baja como empleados. Esto puede suponer algo más de mil personas, en un banco que tiene 25.000 empleados.

e) Sus concesiones de créditos como banca comercial están más diluidos en Alicante y concentrados en Cataluña.

Perder el sentimiento de tener un gran banco

En conclusión, la sociedad alicantina perderá el sentimiento de tener un banco de gran dimensión, pero la operatoria no se va a ver afectada en exceso. Lamentamos su vuelta a Cataluña, pero entendemos que no va a suponer una desatención para sus clientes alicantinos, ya que con las tecnologías actuales se opera incluso desde el otro lado del mundo y las tecnologías de información y telecomunicaciones (TIC) servirán para aminorar los efectos que pudieran tener y que van a ser muy pocos.

Alicante va a perder la sede social de un importante banco, pero seguirá tan fuerte, o quizás más, con esta huida del Sabadell.

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