Subidón de impuestos por la revisión catastral en dos pueblos de Alicante: los propietarios podrían pagar 70 veces más

La Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Provincia de Alicante (Provia) ha advertido del subidón de impuestos que conllevará la revisión catastral en dos localidades de la provincia. Se calcula que los propietarios podrían llegar a pagar entre 40 y 50 veces más en las zonas turísticas o rurales, mientras que los incrementos en áreas urbanas serán del 50%.

Los cambios en los valores del catastro dispararán la cantidad a pagar de IBI, sobre todo en aquellas viviendas cuyo valor se ha multiplicado con el paso de los años. De hecho, un propietario que pague 500 euros podría llegar a tener que desembolsar hasta 10.000 euros en el futuro al año si esto se da.

Es por ello que Provia ha lanzado una alerta a los propietarios de viviendas en Santa Pola y Benitatxell, los dos pueblos que llevarán a cabo esta revisión de los valores catastrales, que tendrán «un impacto significativo en los impuestos». Además, el plazo para presentar alegaciones es «extremadamente corto», explican desde la asociación promotora.

La asociación advierte que el incremento de los valores catastrales no solo afectará al Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), sino también a otros impuestos importantes, como el Impuesto sobre Sucesiones, Transmisiones Patrimoniales y el Impuesto de Patrimonio.

De hecho, en municipios como Benitatxell los aumentos podrían ser particularmente dramáticos. Mientras en áreas urbanas del pueblo experimentarán incrementos del 50%, en zonas rurales o turísticas los valores podrían multiplicarse por 40, 50 o incluso 70 veces. Una situación que ha generado «preocupación» entre los propietarios, que se enfrentarían a subidas desmesuradas.

Provia explica que, aunque estos incrementos se producen de manera escalonada, el impacto final será considerable. «No hablamos de aumentos del 20% o 30%, sino de multiplicaciones que pueden llegar a cifras desorbitadas», expresan desde la asociación promotora, quienes aseguran que algunas propiedades que pasarán de pagar cifras moderadas a decenas de miles de euros en impuestos anuales. La aplicación gradual, que repartiría el incremento en 10 años, aliviará ligeramente la carga inicial, pero los propietarios deberán prepararse para pagos crecientes cada año.

Desde la asociación insisten a los propietarios a actuar «con rapidez» para revisar los nuevos valores catastrales, ya que el tiempo para reclamar es limitado y una vez vencido, ya no será posible corregir errores o inconsistencias.

Es por ello que Provia hace un llamamiento a los propietarios, especialente aquellos con viviendas de segunda residencia, que consulten con un abogado para revisar los nuevos valores catastrales y presentar alegaciones si fuera necesario. La preocupación de Provia no solo se centra en el impacto económico inmediato, sino también en las consecuencias a largo plazo para la imagen de la Costa Blanca como destino residencial y turístico.

«Si no se corrigen estos excesos, se corre el riesgo de generar una percepción negativa entre los residentes extranjeros y los inversores, lo que podría perjudicar el desarrollo de estas localidades», concluyen desde la asociación.

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