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El campo alicantino no encuentra solución. Además de los problemas derivados de la falta de agua por el recorte en el Trasvase Tajo-Segura, la inflación no deja de castigar cosecha tras cosecha a los productores de la provincia. Cuando parecía que la temporada del limón se presentaba favorable para el sector, ahora es la inflación la que ha pinchado las esperanzas.
Las expectativas eran muy positivas. El descenso de producción propio, unido a las heladas en Turquía, hacía prever un incremento de precios en origen muy interesante para el productor. Así ha sido, con de cotizaciones en origen de alrededor de un 50% (0,35-0,40 e/kg árbol). Pero no hay dicha completa, puesto que el incremento de los costes de producción se ha comido casi todo el alza de los precios.
Energía y combustible han escalado en más de un 55% en este mismo periodo, según datos del Ministerio de Agricultura, lo que ha propiciado que el incremento de precios se compense, con una rentabilidad prácticamente nula.
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Encima, otros factores exógenos pero también consecuencia de la infalción, han influido en la desazón de los productores de limones. Al borde del cierre de campaña del Fino, cabe destacar una caída en la exportación de alrededor del 14%. El descenso más acentuado ha sido en Alemania, principal cliente del cítrico alicantino, como consecuencia del contexto inflacionista. La crisis en el país germano ha provocado una caída general en el consumo de frutas y hortalizas frescas en Europa.
A pesar del aumento de exportación con destino Polonia (+17%), que ha optado por el limón español en lugar del turco por la merma de la producción, el mal dato que ofrece las ventas al exterior está provocando que las operaciones comerciales de Fino se realicen con cuentagotas.
«El balance del primer tramo de la campaña del limón en la provincia nos deja una sensación agridulce puesto que, aunque se ha producido un incremento de precios, nos estamos moviendo en cotizaciones similares a las de hace siete años, pero con un aumento en precios como la electricidad, el gasóleo o los abonos», afirma el presidente de ASAJA Alicante, José Vicente Andreu.
La campaña del limón Verna, que arrancará en marzo y se extenderá hasta los meses de junio-julio, se proyecta con precios en origen elevados debido al acusado descenso de kilogramos en la presente cosecha, que ASAJA-Alicante estima podrían sobrepasar el 35%, lo que se traduce en una bajada de casi 57.000 millones.
La principal amenaza a la que se enfrenta es la competencia que ejercerán países terceros como Sudáfrica. Los fletes marítimos se han normalizado y ya no serán impedimento para que en junio, cuando todavía está activa la cosecha española, entren en nuestras fronteras el principal competidor del limón español, junto con el argentino.
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