Rafa Nadal, único e irrepetible

Han pasado seis años desde su coincidencia sobre las tablas. Fue un 31 de enero de 2018 cuando el periodista alicantino José Emilio Munera se sentó junto al tenista Rafa Nadal para dialogar en un escenario único, el Auditorio de la Diputación de Alicante.

Cincuenta y cinco minutos de conversación sirvieron para corroborar su admiración máxima, tanto personal como deportiva. «Es un deportista irrepetible» y una persona «única», mantiene tras aquella «maravillosa» oportunidad con el manacorí. Estas palabras las ofrece bajo su «modesto» punto de vista, después de conocer que Rafa Nadal se retira.

Su trayectoria, valía y esfuerzo le han llevado a «trascender la gloria y el éxito», convirtiéndose además de en «el mejor deportista español de la historia y uno de los mejores de todos los tiempos» en un referente sociológico, deportivo y humano.

Esto se debe, según Munera, a los valores universales que ha transmitido: deportividad, entrega máxima y resistencia absoluta a la derrota. Todo ello llevó a Nadal a «transformar la manera de ver y seguir el tenis en España».

Prueba de ello fue su primera 'ensaladera' recién cumplida su mayoría de edad. Hasta aquellos tiempos se remonta el periodista alicantino para recordar el auge de matriculaciones en las escuelas de tenis de la ciudad y, también, las tendencias en la moda: pantalones piratas y camisetas sin mangas para «imitar y seguir el ejemplo de un deportista único e irrepetible».

Cada set y cada partido de Nadal sirvieron para popularizar el tenis en la península, así como para convertirse «en ejemplo para más de una generación» y ubicarse entre los más grandes de su gremio, como vienen a ser Manuel Orantes, Manolo Santana, Juan Carlos Ferrero, Carlos Moyá y «otros tantos tenistas».

Al mismo tiempo ha sabido llegar al lugar más elevado del tenis mundial, prueba de ello han sido sus competiciones contra Novak Djokovic y Roger Federer, con quienes ha vivido una «rivalidad de dinastías», como la que antaño despertaron Jimmy Connors y Bjorn Borg, entre otros legendarios.

Toda esta suma de factores -entre la que también se incluye su mentalidad, su tensión competitiva y su capacidad de apostar por el juego limpio- han convertido a Rafa Nadal en un «referente deportivo y humano», una calidad a la que podría aspirar -»ojalá»- la joven promesa Carlos Alcaraz.

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