Música para aliviar el dolor desde Alicante

Un minuto de silencio que sirvió para reflexionar sobre los hechos ocurridos durante los últimos días en la Comunitat Valenciana. Con este gesto, en memoria de las personas fallecidas y afectadas por la DANA, la alicantina Virtuós Mediterrani comenzó su concierto dedicado a la figura de Gabriel Fauré en el centenario de su muerte.

Ante un Salón Imperio abarrotado, la orquesta de cámara se lució, junto al Coro Patnia de San Javier, en el segundo concierto de su cuarta temporada. El repertorio sirvió como un monográfico del compositor francés, con su 'Réquiem' como plato principal.

Eso sí, antes de frotar la primera cuerda, la solemnidad se mantuvo en el ambiente con las palabras del director del Instituto Francés de Valencia, Maxime Henri-Rosseu, colaborador en el certamen; en las que el diplomático resaltó «el sentimiento de respeto y dolor que nos invade» antes de ofrecer un repaso a la biografía de Fauré.

Instrumentos repartidos por el interior del salón principal del Real Liceo Casino de Alicante y artistas vocales a las puertas de su terraza, la emotividad se palpó en el ambiente con 'Tristis est anima mea' de Haydn. Tras ello, el mundo musical de Gabriel Fauré con la 'Sicilienne de Pelleas et Melisande' para orquesta y la 'Elegía para violoncello y orquesta' con el solista Romani Cana.

Tras esta versión repleta de matices y colores, el Coro Patnis se sumó a los integrantes de Virtuós Mediterrani para interpretar la célebre 'Pavane', una muestra sublime de la delicadeza y la transparencia de la pluma de Fauré antes del momento cumbre, el 'Réquiem Op.48' para coro, solistas y orquesta.

La concentración de Estrada, con actitud orante, desapareció al primer movimiento de batuta, la cual rasgó el aire del Salón Imperio para marcar el primer acorde de la obra y las primeras voces del coro. 'Réquiem aeternam dona eis Domine (Dales Señor descanso eterno)', un verso que convirtieron este espacio en un templo místico y solemne.

La fuerza de la melodía llegó también con el timbre oscuro, dramático y bien cuidado del barítono Leiker López durante sus intervenciones en el 'Offertorium' y 'Libera me', junto a un momento sublime de la soprano Verónica Penalva en 'Pie Jesu', donde destacó su voz cristalina, pura y angelical.

El repertorio continuó en la escena con el movimiento luminoso del 'In Paradisum', donde el Coro Patnia entonó la esperanza de la vida eterna en el Paraíso junto al Padre Celestial, quien subió a través de un aplauso al conjunto de artistas y protagonistas de este homenaje. No sin antes una propina a cargo del Coro Patnia dirigido por su titular, Luis Egío Vallejo, con 'Señor me cansa la vida' con letra de Antonio Machado y música de Juan Alfonso García.

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