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Si de algo puede presumir Alicante es de contar en su provincia con la cuna del calzado. Esto lo saben hasta en Broadway. Por ello uno de sus grandes éxitos no ha dudado en pisar la localidad de Elche con la intención de estrenar el rodaje de una superproducción teatral. Se trata de 'Kinky Boots', el aclamado musical con seis premios Tony que este viernes 4 de octubre arranca su gira nacional en el Gran Teatro.
Las tablas del coliseo ilicitano se han convertido, tras ultimar su montaje este jueves, en una decadente fábrica de zapatos. El ambiente inglés se recrea en este musical, siguiendo la estela de la película homónima en la cual se basa. Eso sí, con mucho guiño a la tierra famosa por sus alpargatas. ¿Casualidad? Quién sabe, aunque su directora, Silvia Villaú, deja caer eso de que «la vida nos pone cosas en el camino» y, en esta ocasión, «mejor no ha podido ser».
Villaú se perderá el estreno de la gira en Elche durante este viernes y sábado, aunque esto no quita para que, con suma emoción y al teléfono -sonrisa a través del auricular incluida-, comparta la ilusión que siente al dirigir esta nueva producción y, sobre todo, por formar parte de su elenco. «Es la primera vez que interpreto a un personaje cómico», en alusión a Lauren.
Ambas facetas, tanto en la dirección como en la interpretación, son fundamentales para sostener la escena y, sobre todo, a uno de sus protagonistas al ritmo de las canciones de Cyndi Lauper. Él las conoce bien, al menos su intérprete. Y es que si Carlos Benito ya bailó al ritmo de 'Girls just wanna have fun' durante su estancia en 'Priscilla, reina del desierto', no duda en desmelenarse y dejarse tanto la voz como la piel, emociones incluidas, con un recopilatorio completo en 'Kinky Boots'.
El actor cambia las alturas del autobús por las botas de tacón, las cuales pronto producirá en su factoría. Es aquí donde todo arranca, incluida la historia de su personaje Charlie que recién acaba de heredar el negocio familiar. La ruina toca a la puerta de esta fábrica de zapatos, pero Lola -en el pellejo de Tiago Barbosa- entra a su vida para darle un giro radical. «Sin él no soy nada, él sin mi igual».
Con estas palabras, Carlos Benito -recién llegado y con mochila al hombro- admira las inmediaciones del Gran Teatro de Elche, que bien conoce. Tras agenciarse el mismo camerino que ocupó durante su paso con 'Peter, el musical', echa la vista un cuarto de siglo atrás, cuando «me estrené con mi madrina Concha Velasco». Lo hizo bajo las tablas de este coliseo, con 'Hello Dolly'. Así, entre la primera y esta última pasa «de un clásico a concienciar a los espectadores».
El actor tiene claro que son «épocas diferentes», en las que siempre se mantienen las ganas, la ilusión y la emoción. Estas llegan a la hora de descubrir a su personaje. En su caso, Charlie es un sueño, según reconoce. «Es inmenso y con un recorrido bestial» que ha podido conocer al indagar en el fondo de su historia. «Se vuelve loco, por la desesperación, y lo paga con quien más quiere».
Este momento al que se refiere es uno de los grandes números de 'Kinky Boots', el que más disfrute y desgaste vive en cada función. «Pierde las riendas de su vida, por circunstancias, y echa de todo por la boca y sobre todos», así durante 20 minutos con los sentimientos a flor de piel mientras actúa, canta y baila, todo al mismo tiempo. «Nunca he sido un hombre de bien, no me pidáis más», entona mientras evoca en su mente la escena. «Es una locura» que sirve para mostrar un personaje «muy real».
A pesar de este número de drama, esencial en la historia de Charlie, el musical respira y desprende, a su vez, aires de comedia. Eso sí, en ella no cabe la improvisación, pues «todo va por tiempos», entre cambios de vestuario, banda de música y luces que no cesan. «No dejas margen a la improvisación porque sabes lo que tienes que hacer. Cuando lanzas cuchillos, los lanzas. Si piensas cómo hacerlo, no los lanzas», es su reflexión que permite entender la tensión del personaje.
Esta solo está presente en determinados momentos, pues hasta el momento los ensayos han sido «gloria bendita», tanto por la propia historia «que está muy bien contada» como por las relaciones entre elenco y técnicos. «Nos queremos por esa intensidad de trabajo», la cual consiste en «mirarnos y entendernos». Es lo que sucede al pasar horas y horas con la emoción a flor de piel.
Así, tras pasar por bambalinas llega el momento de salir a las tablas en una ciudad en la que «el calzado forma parte desde hace años». Para Benito, «Elche es perfecta para arrancar la gira y espero que el vínculo que tienen sus paisanos nos dé suerte». Serán ellos quienes reconozcan muchas situaciones, como el punto final: la presentación de las botas, elaboradas por inspiración de Lola en la fábrica de Charlie, en la pasarela de Milán.
Este colofón, repleto de efectos visuales y llamativos, muestra la consigna de 'Kinky Boots', eso de «sé tú y libérate, que nadie te diga cómo tienes que ser». Al menos, así lo aprecia su directora, Silvia Villaú, quien disfruta al máximo en esta escena al ver como todo el elenco ofrece sus saludos en tacones. Los mismos que cada fin de semana pisarán un municipio del territorio español con la provincia de Alicante y su cuna del calzado por bandera.
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Juan Cano, Sara I. Belled y Clara Privé
Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
Clara Alba, Cristina Cándido y Leticia Aróstegui
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