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Las nubes no solo han traído agua a Alicante. También han acercado a las estrellas, a esas del Hollywood de los años 20 que cambiaron las cartelas negras con letras por su propia voz. Aunque, en ocasiones, por las de otras actrices. Evitando la alfombra roja para salir ante el telón, las inigualables Lina Lamont y Kathy Selden cruzaron las puertas del Teatro Principal horas antes del estreno en la ciudad de 'Cantando bajo la lluvia'.
Con el cuerpo, la cara y el espíritu de las intérpretes Mireia Portas y Diana Roig, estos icónicos personajes se preparan para arrancar la tercera temporada de este musical en su segunda plaza. Eso sí, pasadas por agua, y no solo sobre las tablas del escenario. «En cada sitio a dónde vamos está lloviendo, parece que llevamos la lluvia encima», bromea Roig -quien da vida a Kathy Selden-. «Somos la bendición de España».
En su primera parada, hace unas semanas, ocurrió la misma situación. Fue a la llegada de sus compañeros técnicos a Bilbao cuando, estando ellas en Barcelona, recibieron una llamada para alertar del temporal. «Teníamos la ropa de invierno guardada y la sacamos» junto al paraguas, recuerda Portas -intérprete de Lina Lamont- con la esperanza de que Euskadi fuese su última plaza con temporal. «Somos talismán del agua».
Sin embargo, llevan tan interiorizada la lluvia que esta no les quita la alegría. Todo lo contrario, son capaces de sacar sonrisas y estremecer al público en carcajadas durante todas y cada una de las funciones en las que el líquido elemento marca el final de las más de 300 actuaciones que llevan a sus espaldas.
Junto a ellas son una veintena de actores, bailarines y músicos los que toman la escena para brindar una «comedia asegurada» que los ha alzado al estrellato del panorama musical con ocho premios Butaca y varias nominaciones a los Thalia, con la salida de Portas por la puerta grande tras recibir el reconocimiento de Mejor Actriz de Musical.
Ella misma reconoce que se lo llevó «por el envoltorio que este musical da a cada personaje para que brille», pero son también el empeño y la experiencia los que le permiten salir triunfante tras cada función al encarnar a Lina Lamont en su pura esencia. «Tienes que buscarle algo (a su personaje) que sea suficientemente llamativo para que cuando abra la boca la gente, aquella que conoce su debilidad y la que no, se ría», detalla la actriz.
La voz es el punto fuerte de Mireia Portas y «el talón de Aquiles» de Lina Lamont. Tras pasar del cine mudo -donde el personaje era la exitosa y afamada triunfadora- al sonoro, «la gente dice que su voz no es adecuada».
«Intenta luchar porque no sabe que tiene un problema», asegura la actriz, el cual afronta con clases de dicción que acaban siendo una auténtica improvisación -en cada función con el mítico 'I can't' convertido en un «no pieeeedo acetalo», una escena que le encanta a la intérprete y por la que recibe numerosos mensajes de público bromeando con la frase- y, finalmente, con la llegada del doblaje.
«Es algo que se hacía habitualmente en Hollywood», donde muchas actrices ponían el físico y otras, a través de la lectura labial, «las doblaban sin problema», apunta Portas. Esto -visto, por ejemplo, en 'West Side Story'- se refleja con la aparición de Diana Roig sobre el escenario, inmersa en el papel de Kathy Selden.
Además de enamorar a Don Lockwood tras su primer encuentro casual, Selden es capaz de hacerse con el jefe de la productora, el equipo técnico de la película y también con el mismísimo público gracias a su dulce tono melodioso. Actriz de teatro, sin ejercer, se ofrece con encanto y orgullo a doblar a Lina Lamont tras una conversación entre Don y Cosmo.
Diana Roig
Interpreta a Kathy Selden en 'Cantando bajo la lluvia'
«Ojalá nuestra profesión estuviera llena de Kathys», piensa Diana Roig al desvelar la personalidad de su personaje. «Su sueño es formar parte de algo más grande que ella», así da por prestada su voz para ofrecer sonido al movimiento de labios de Lamont. «La pongo aunque nadie sepa que soy yo para que el proyecto salga adelante».
Ambas actrices confluyen en el escenario de diferentes formas a través de los gestos y la voz: cara a cara, cara frente a la pantalla o tras el telón con tal de ofrecer este juego que refleja «lo meticuloso del cine de la época».
Sin embargo, esta decisión no agrada en absoluto a Lamont, quien muestra su enfado e ira con un tono mucho más desenfadado, amable y gracioso que en la película. «A Àngel Llàcer (director del musical) no le gusta que sea antipática porque no tiene culpa de nada, defiende su terreno», confiesa Portas.
Este cambio de personalidad, junto al «glamur del vestuario, la escenografía preciosa y las maravillosos coreografía de Miryam Benedited», permite a los espectadores «enamorarse durante estas dos horas y media» que dura la función, en la que ellos también son protagonistas al interactuar en primera persona con los personajes.
La llegada de las «películas habladas», como mencionan al comienzo del musical, supuso un antes y un después en el celuloide. Las nuevas herramientas, técnicas y formas de trabajar que tuvieron que imponerse, no quedan lejos del panorama actual. Así, 70 años después del estreno de la película, Mireia Portas y Diana Roig aseguran que «la puedes coger como algo actual, entre comillas» por la llegada de la digitalización.
En estos nuevos tiempos de evolución «hay gente que se queda en el camino», analiza Portas respecto a los «actores que no se adaptan a las redes». El argumento de la película «no envejece» por este motivo, coincide también Roig.
El paso del cine mudo al sonoro «fue un cambio brutal» al que los especialistas tuvieron que adaptarse, por lo que «hubo personas que pudieron y otras que no». Esto llevado a la actualidad, «como la inteligencia artificial hacen que, a día de hoy, a nivel humano sea igual».
Mireia Portas
Interpreta a Lina Lamont en 'Cantando bajo la lluvia'
En su caso, con el fin de protagonizar 'Cantando la lluvia', también han tenido que reciclarse. Sobre todo, a nivel coreográfico. Y es que, echar la vista hacia siete décadas atrás, les ha permitido rescatar del olvido algunos bailes, como el claqué, con el fin de complementar y ambientar canciones como 'Good morning', 'Hazme reír', '¿Por qué a mí?', 'Mi estrella de la suerte' o el mítico 'Singin' in the rain'.
Sus interpretaciones han llevado a muchos de los espectadores a apuntarse a esta disciplina, desvela Portas, quien también retomó dicha práctica durante los ensayos. «Lo había bailado hace muchos años y he hecho hasta flamenco». Para el musical, «se hizo un reciclaje para marcar estilo» entre los componentes del elenco que «sabían más y los que estábamos reciclándonos».
Y ya no solo pasa en los zapatos, también en la dicción y en la voz, como sucede en la escena de perfeccionamiento vocal de Don y Cosmo con su profesor. Una serie de impronunciables trabalenguas que, combinados con los ritmos de la banda al son de 'Jose susurra', hace que esta secuencia se convierta en una de las favoritas de Diana Roig, a la que también se suma el dúo cómico que forma Portas con Clara Altarribas en el patio de butacas.
Es tal el punto de reacción que, incluso, los propios actores se asoman desde los palcos a la platea con el fin de admirar dicha escena que «cada día nos hace reír y nos sorprende con cosas nuevas», confiesa Roig. Esta es la magia del teatro respecto al cine, «improvisar»y demostrar que el conjunto de la obra y de la profesión «está vivo», además de disfrutar con las últimas funciones de una gira que les ha dado muchas alegrías y reconocimientos. «Que no falte teatro».
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José A. González y Leticia Aróstegui
Carlos Nieto y Josemi Benítez
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