Cacerías colectivas y miras nocturnas: nuevas normas para acabar con la proliferación de jabalíes
La Generalitat amplía los periodos, permite declarar zonas con sobreabundancia de especies e incorpora a los ayuntamientos al control
Ampliar periodos de caza, permitir el uso de miras nocturnas o térmicas o las cacerías colectivas son algunas de las medidas que regula el nuevo decreto para acabar con el problema de la sobrepoblación de jabalíes en la Comunitat Valenciana. El pleno del Consell ha aprobado este miércoles una nueva normativa que establece las directrices para la gestión, caza y control de jabalíes y otros ungulados silvestres presentes en la Comunidad Valenciana.
El reglamento establece también las medidas de gestión de los subproductos generados en la actividad cinegética no destinados al consumo humano.
La Generalitat busca así «equilibrar sus poblaciones, favorecer la conservación de las especies cinegéticas autóctonas y minimizar los impactos por sobreabundancia». La proliferación de estos animales puede perjudicar a especies como el ciervo, gamo, cabra montesa, corzo y muflón, y además causa daños en cultivos.
Con esta normativa se pretende ordenar el crecimiento de ungulados como el jabalí, cuya expansión ha provocado problemas de seguridad vial, daños en cultivos e infraestructuras, transmisión de enfermedades al ganado y alteraciones en el hábitat de otras especies, argumentan desde la Generalitat.
Además, se fijan medidas de gestión sanitaria de los subproductos de caza mayor para prevenir riesgos de propagación de enfermedades animales, garantizando al mismo tiempo la conservación de aves necrófagas que se alimentan de estos restos.
Desde el Consell explican que con esta regulación, la Comunidad Valenciana dispone de un marco homogéneo para abordar la situación actual de las especies de caza mayor.
Permite incluso declarar la sobreabundancia de determinadas poblaciones y extender las medidas de control más allá del jabalí a otros ungulados silvestres, especies invasoras o animales domésticos asilvestrados presentes en el medio natural.
Mejoras para los cazadores
El decreto establece varias líneas de acción, entre ellas dotar a los cazadores de herramientas adecuadas, permitir técnicas de control en áreas donde la caza no sea viable por razones de seguridad o priorizar la actuación en zonas con elevada concentración de especies. También se contempla la intervención en espacios no cinegéticos cuya situación comprometa la gestión del entorno próximo.
Una de las medidas más novedosas que incorpora esta norma es que desde ahora se contará con los ayuntamientos como agentes clave en el control poblacional. Según la Generalitat, esto permitirá regular las capturas en entornos urbanos y facilitar intervenciones adaptadas a las necesidades concretas de cada municipio, mediante esperas, cacerías colectivas o técnicas de control.
Paralelamente, el decreto amplía los periodos de caza, suprime limitaciones en días hábiles y elimina cargas burocráticas. También autoriza nuevas técnicas de control, incluyendo el uso de elementos como miras nocturnas o térmicas, así como la eliminación de especies invasoras como el cerdo vietnamita o el arruí durante las cacerías.
Y permite la declaración de territorios con sobreabundancia de una especie, lo que conlleva la eliminación de cupos de captura y la fijación de un esfuerzo mínimo de caza necesario para estabilizar las poblaciones, además del uso de métodos de caza más eficaces siempre bajo control administrativo.