IPCC y cambio climático: por qué el último informe de la década es importante sin decir nada nuevo

El informe de síntesis (AR6), como es llamado, llegará sin sorpresas. Todo lo recogido en él ya se preveía publicado en trabajos anteriores del grupo de científicos implicados. Lo que se difunde ahora es el resumen, con lenguaje asequible y (como su nombre indica) sintetizado, de la situación global en la que se encuentra nuestra sociedad frente a la amenaza del cambio climático. Junto a los datos , como es habitual, recogerá medidas a emprender desde los gobiernos para construir un futuro sostenible.

En él se recogen los mensajes clave de los tres trabajos realizados durante el periodo de sexta evaluación de los expertos. Estos cubrieron la crisis climática como tal, incluidas las observaciones y proyecciones del calentamiento global, los impactos de la crisis climática y cómo adaptarse a ellos, y las formas de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Estas tres secciones fueron publicadas en agosto de 2021, febrero y abril de 2022 respectivamente.

También recoge tres informes breves del IPCC publicados desde 2018, sobre los impactos del calentamiento global de más de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, el cambio climático y la tierra centrado en los ecosistemas terrestres, y el cambio climático y los océanos y la criosfera (los casquetes polares y los glaciares).

A pesar de que no existen nuevos trabajos científicos como tales, además del resumen de hallazgos ya conocidos que dibujan de forma exhaustiva la situación, el panel de expertos incluirá las advertencias pertinentes sobre a qué se arriesga la humanidad de no tomar medidas.

Estas últimas pondrán el broche final al informe de síntesis. El panel de expertos de la ONU, que une a científicos y representantes políticos que deben firmar el documento final, hará una serie de recomendaciones sobre políticas a poner en marcha para frenar la escalada de emisiones, en distintos ámbitos económicos y sociales implicados. No solo está en juego un cambio en el sistema energético; también el diseño de las ciudades, la alimentación, la conservación de los ecosistemas... la deforestación.

Con todo, sí se puede decir que es el trabajo más prolijo y fecundo del grupo de expertos, ya que comenzó en 2015 con la constitución de la mesa de representantes y, al año siguiente, ya se delimitaron los temas a tratar. En estos ocho años se han publicado los citados trabajos, que superan con creces a los anteriores, como el quinto periodo de evaluación, que no dio más que su informe de conclusiones en 2014.

El informe de síntesis previsto por el IPCC logra resumir centenas de páginas de contenido científico en un documento manejable que sirva de orientación a los responsables políticos que deben tomar decisiones desde sus posiciones de poder.

De ahí la relevancia de esta última comunicación, que será la última que se haga esta década, antes de la señalada fecha de 2030. En este año, de no realizar una revisión profunda y urgente, la senda del calentamiento global seguirá su curso y superará los 1,5º de incremento en la temperatura global.

Ahora, siete años antes, ya hemos superado el 1,1º con respecto a la era preindustrial. Las evaluaciones del IPCC suelen durar entre seis y ocho años: exactamente lo que falta para esta fecha considerada un punto de inflexión. Así, la relevancia de este último informe también radica en que será la última palabra que digan los científicos y representantes gubernamentales, desde que este panel naciera en 1988, cuando todavía se supone que hay tiempo de actuar para no superar ese 1,5º de más.

Así, los próximos años se perfilan decisivos en cuanto a seguimiento del estado del clima y sus posibles impactos medioambientales, sociales, económicos y, por qué no, políticos. Sobre todo si se tiene en cuenta que este fenómeno ya está en marcha y, tal y como se pudo comprobar en la última Cumbre del Clima de Egipto, la COP27, tiene consecuencias directas en toda la población mundial, causando problemas más graves a las comunidades más vulnerables.

Este último informe de síntesis de todo los trabajos realizados desde 2015 y hasta la actualidad por los representantes de la ONU también será referente para las reuniones que se celebrarán durante la próxima COP que se celebrará este año en Dubái, Emiratos Árabes.