Los vecinos de Playa Babilonia piden justicia al Rey
Envían una carta con arena de Guardamar a Su Majestad en un último intento de salvar sus casas
Los vecinos de Playa Babilonia, en Guardamar del Segura, perderán sus caas dentro de una semana. El Gobierno de Pedro Sánchez va a derribar estas viviendas, construidas hace un siglo, al asegurar que no cumplen la distancia mínima al mar. La construcción de un espigón durante los años 90 en la desembocadura del río Segura ha provocado, según los residentes, que la natural regeneración de la arena no llegue a su playa y se acumule en otra parte.
Pero el Ministerio de Transición Ecológica no entiende a razones. Luchan contra la Administración central en una carrera contrarreloj por defender lo que ha el sido el hogar de 60 familias, su lugar de infancia y recuerdos, toda una vida.
Cuentan con la Generalitat Valenciana, cuya normativa les ampara, y que ha pedido al Ministerio la paralización cautelar de los derribos para proteger unas construcciones consideradas como un patrimonio de la Comunitat. Pero, ante el silencio del Gobierno, los vecinos han recurrido a la más alta instancia del Estado para que interceda y han enviado una carta a Felipe VI con arena de la Playa Babilonia para explicarle su caso.
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Ya enviaron otra a la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, explicándoles su caso partrticular, de la cual todavía no tienen respuesta.
Es una manera de llamar la atención, de que alguien se preocupe de sus viviendas antes de que sea demasiado tarde. Han protestado delante de la Subdelegación del Gobierno en Alicante; convocado concentraciones; creando campañas para que alguien desde el Gobierno se detenga con ellos. Por ahora, todo infructuoso.
La última, este mismo sábado, cuando reunieron a las «madres» de Playa Babilonia, algunas con más de 80 años que han vivido en estas casas toda la vida y que ahora las tendrán que abandonar. Algunas se podrán marchar con sus hijos o sus familares; otras, deberán empezar una vida desde cero dejando atrás no solo una casa, sino también sus recuerdos y experiencias vividas en la playa.
Poco tiempo les queda. Si nadie les hace caso, en una semana vendrán las máquinas y arrasarán no solo con las construcciones, sino con montones de recuerdos. Por eso, Majestad, «a usted recurro en petición de Justicia».