Los beneficiados y los derrotados en el Trasvase Tajo-Segura
La organización sindical Asaja hace balance de un acuerdo que supone para el campo «como echarle un salvavidas a un náufrago»
«Como un náufrago a quien se le lanza un salvavidas». El presidente de la organización agraria Asaja de la provincia de Alicante, José Vicente Andreu, reposa con calma el acuerdo entre el Consell y el Ministerio de Transición Ecológica. El mismo que aumenta el caudal ecológico del Tajo de 6 a 7 hectómetros cúbicos, disminuye las transferencia de agua a la provincia y, a cambio, revisará los niveles en Aranjuez.
Reitera que es un «alivio» para los agricultores de la provincia durante los próximos tres años. En 2026, ya se verá en qué situación se encuentra el Alto Tajo. Por el momento, continuará llegando el agua, aunque sea menos. «Este pacto llega en un momento muy delicado, marcado por una incertidumbre que está llevando a muchos productores a abandonar su actividad y que aviva gravemente el problema del relevo generacional, pues nadie quiere dedicarse a un sector tan inestable que carece de planificación», relexiona Andreu.
Sin embargo, esto no quiere decir que el campo alicantino esté satisfecho, ni mucho menos. La organización agraria lamenta «tener que estar mendigando el mantenimiento de 400 hm3, cuando el Ministerio regala un caudal de más de 7.000 hm3 procedente del Tajo a Portugal, a pesar de que el convenio de la Albufeira solo obligue a transferir 2.700 hm3».
Pero ahora toca «callar, mirar al futuro y seguir la lucha». Todo ello, sin olvidar la »avaricia hídrica« del Ministerio, que ha puesto en peligro el sector agrario de la provincia.
Entonces, ¿quién ha ganado y quién ha perdido con el acuerdo? El presidente de Asaja hace balance.
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En este caso, entienden desde la orgnización agraria, que la gran beneficiada es la Comunidad de Madrid, «a la que el Estado le va a sufragar las infraestructuras necesarias y suficientes para depurar adecuadamente sus aguas y dejar de contaminar el Tajo». En Alicante, líder nacional y europea en depuración y reutilización de agua, «somos los alicantinos quienes corremos con el coste de estas inversiones con nuestros propios medios y sin ningún tipo de ayudas ni subvenciones».
Quién el que más ha perdido
Por contra, el derrotado de este acuerdo es el presidente castellanomanchego, el socialista Emiliano García-Page, «quien se decantó por acabar con el trasvase Tajo Segura como bandera de su política hídrica, anteponiéndolo a la lucha contra la contaminación proveniente de Madrid y la eliminación de los regadíos ilegales que desecan el Parque Nacional de la Tablas de Daimiel».
«Se trató de acabar con el Tajo-Segura por la contaminación del Tajo en Aranjuez, asunto que nada tiene que ver el trasvase«, manifiesta Andreu, y »será precisamente la depuración de las aguas negras madrileñas las que den vida al trasvase una vez alcanzado el buen estado del río en Aranjuez».
Para el presidente de Asaja Alicante «ahora toca tender puentes, como no con Castilla la Mancha, superar aparentes divisiones que en realidad no existen y, ante todo, trabajar por la agricultura y la prosperidad de la sociedad, sin olvidar el medio ambiente, pero no por delante del resto».