¿En qué situación están los Bienes de Interés Cultural del Ayuntamiento de Alicante?

El término municipal de Alicante cuenta con 43 Bienes de Interés Cultural (BIC) protegidos según el catálogo de protecciones, de ellos 13 son de titularidad municipal por lo que el Ayuntamiento es el responsable último de su mantenimiento y cuidado.

El primero de ellos, el Palacio Consistorial, sufrió el pasado jueves el desprendimiento de uno de los voladizos de la Torre del Reloj. Un suceso que podría haber sido trágico pero que milagrosamente no provocó heridos.

Un informe interno del Ayuntamiento de Alicante al que ha tenido acceso TodoAlicante recogía en 2020 la situación de estos bienes así como ofrecía recomendaciones para ponerlos en valor.

Este edificio del siglo XVIII es uno de los más emblemáticos de la ciudad, especialmente porque sigue cumpliendo su función administrativa y es el lugar de trabajo de funcionarios y grupos políticos del Ayuntamiento de Alicante. Además, el último jueves de cada mes se celebra en su salón más emblemático el pleno municipal.

El pasado jueves parte del balcón de una de sus torres se desprendió sobre la acera lo que ha obligado a asegurar con red tanto las torres como otros elementos para evitar nuevas caídas.

En 2020 el informe recogía la necesidad de elaborar un plan director de actuación integral para este edificio. El texto resaltaba que la casa consistorial contaba con «muchas y variadas afecciones en diferentes puntos» . Además se la achacaba problemas «estructurales a nivel interno, como problemas de humedad, caída de elementos arquitectónicos o decoraciones, o incluso afecciones en su fachada barroca externa por descomposición de la piedra caliza con la que está construido».

Esta fortificación de principios del siglo XIX sirvió como contrapeso en la guerra de la Independencia frente al castillo de Santa Bárbara. El informe, previo a las reformas de los últimos años, reconoce el valor de estas actuaciones que en aquel momento se estaban comenzando para lograr su «restauración integral y rehabilitación para fines turísticos y culturales».

En base a estas reformas que continuaron durante los siguientes años el informe considera que este BIC está en condiciones óptimas tanto en sus espacios al aire libre como en las dependencias internas.

La joya de la corona de Alicante es sin lugar a dudas el castillo de Santa Bárbara. La fortaleza es uno de los monumentos más visitados de la Comunitat Valenciana y se puede ver desde prácticamente cualquier punto de la ciudad.

El castillo está en lo alto del monte Benacantil y los primeros asentamientos fueron de una alcazaba medieval islámica de finales del siglo XI. A esta primera construcción se le fueron añadiendo espacios en los siglos posteriores hasta convertirse en lo que hoy es. El siglo XVI y XVII fueron claves para la fisonomía actual de la fortaleza.

Este monumento está a la espera de la elaboración de un Plan Director, lo estaba ya en 2020. Los técnicos en aquel momento recomendaban este documento y que también incluyera el plan de usos y gestión del mismo. Esto debería «contribuir a tener una visión clara e integral de toda la problemática estructural que tiene en su conjunto, así como puntualmente algunas de sus dependencias internas», recogía el informe.

En el documento también se hacía balance de las últimas actuaciones de mantenimiento en algunos puntos del castillo que se habían realizado al menos hasta diciembre de 2020. Además incluía también otras obras de importancia «en cuanto a su conservación, rehabilitación y conocimiento: la renovación de la señalética didáctica externa, la restauración de la falsabraga o antemural del baluarte del Rey, o un gran proyecto que actualmente continúa realizándose como es la consolidación y restauración arquitectónica del Baluarte de la Mina, al sureste del albacar d'enmig, bajo el Macho del Castillo».

Aunque el Alicante antiguo permanece en muchas ocasiones oculto en los cimientos de la ciudad actual o ya ha desaparecido todavía quedan algunos fragmentos de la que fue la muralla medieval y sus puertas de acceso a la ciudad, todos protegidos bajo la figura de BIC.

Es el caso de la muralla medieval de la Calle Mayor que se puede visitar desde el edificio de cristal del Ayuntamiento de Alicante. Los restos, musealizados con el nombre de la 'Ciudad Descubierta', están en buen estado «tras las labores que se realizaron de consolidación tras la excavación arqueológica del solar», recoge este informe.

En cuanto a la muralla del Paseito Ramiro - del siglo XVI- también se encuentra en buen estado «tras las labores de consolidación tras su excavación arqueológica realizada en 1996».

La puerta Ferrisa también formó parte de esas murallas defensivas de la ciudad que durante siglos acotaron la villa. En este caso, esta estrecha puerta era el acceso a la ciudad islámica medieval. Fue en 2001 cuando se llevaron a cabo las labores de consolidación de este vestigio de la historia de la ciudad y se integró en un edificio municipal que mantiene su mismo nombre. Según este informe su estado de conservación es bueno.

La isla habitada más pequeña del Mediterráneo tiene encanto por sí misma. En ella, además, hay un conjunto histórico en el que se incluye la ciudadela fortificada del siglo XVIII protegido en el que destaca la muralla que rodea el pueblo así como las puestas de acceso y algunos otros inmuebles. También están protegidas algunas edificaciones en la zona extramuros como la torre de San José y el Faro.

Los técnicos municipales en 2020 consideraban «muy necesario» la redacción de un plan especial al que debería continuar un plan director de actuaciones. Además reclamaban que «el conjunto está necesitado de grandes inversiones en cuanto a la restauración, consolidación, rehabilitación y puesta en valor de muchos de sus inmuebles históricos, principalmente significativos paños de muralla, principalmente en la vertiente sur».

En este documento reconocía que en los últimos años se habían realizado diferentes actuaciones en espacio como los baluartes de la Princesa, del Príncipe y de la Concepción, Iglesia de San Pedro y San Pablo, «aunque aún son necesarias muchas más actuaciones en cuanto a la conservación del patrimonio monumental», explicaban los expertos.

Además, explicaban la necesidad de actuar en la «ruinosa» casa sacerdotal anexa a la Iglesia y en la torre de San José. Unas actuaciones que se fiaban a llegar a acuerdos con el Ministerio del Interior, propietario de estas instalaciones y que confiaban que fuera «en un plazo breve».

Esta zona arqueológica contiene importantes estructuras de habitación de la parte residencial -pars urbana-, así como una parte industrial y agrícola que contiene entre otros elementos la base de una prensa de aceite «torcularium» -pars rustica-.

En 2020 el informe de los técnicos insistía en que era necesaria una campaña de limpieza y desbroce del solar. Además, reclamaban que era necesario «reanudar la investigación arqueológica», así como «musealizar y poner en valor este yacimiento».

Alicante cuenta con varios tipos de torres que están protegidas al ser consideradas BIC. Una de ellas es la torre Ferrer que estaba situada en el extremo del sistema de riego del pantano de Tibi. Según este informe se observa una degradación significativa de los sillares de la base del talud y ocasionalmente sufre pintadas.

Entre las torres de propiedad municipal está la casa-torre Sarrió. La construcción se encuentra en medio de la rotonda de Miriam Blasco y está llamada a convertirse en el centro de interpretación de las Torres de la Huerta. Los técnicos consideran que su estado de conservación es bueno pero que es necesaria la aprobación del Plan Especial de las Torres de la Huerta «exigiendo el cumplimiento de su normativa en cuanto a la conservación de los inmuebles históricos de propiedad particular».

La Torre Placia también forma parte de esta red de construcciones del sigo XVI XVII de la zona de la huerta de Alicante. En aquel momento la torre estaba pendiente de traslado, aunque a día de hoy esa mudanza está en pleno proceso y se prevé que acabe antes de 2025.

El Torreón de la Pólvora es una antigua construcción que se encuentra en la Plaza del Puente del casco antiguo de la ciudad. Según este informe la situación es buena tras las actuaciones de restauración y consolidación del monumento que se realizaron en 2015.

Las fiestas oficiales de la ciudad, las Hogueras de San Juan, también están consideradas como BIC desde el año 2014. El escrito recoge que esta celebración «de tradición popular reúnen un inequívoco valor patrimonial, al estar vertebrada por todos los mecanismos de conexión entre fiesta y patrimonio, que las convierten en un elemento singular».

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