Secciones
Servicios
Destacamos
El pleno convocado este viernes en Alicante pintaba tranquilo. Sobre la mesa, un solo punto: un millón y medio de euros para apoyar la reconstrucción de las zonas afectadas por la DANA. Un punto a priori sencillo y sin mucha polémica por el acuerdo de todos los grupos sobre que es imprescindible ayudar a la provincia de Valencia. Todos los grupos lo habían solicitado y finalmente ha llegado a pleno este viernes.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Justo antes de empezar la sesión el concejal de Vox Mario Ortolá ha defendido su derecho a estar en el pleno pese a que se encuentra de permiso por paternidad. Conforme comenzaba el acto, el secretario informaba al edil de que debía abandonar su asiento, a lo que este ha replicado aludiendo a su derecho y obligación a la participación política «como concejal elegido por los alicantinos».
Un rifirrafe que ha acabado con el concejal abandonando el salón de plenos y situándose en las sillas reservadas al público. Desde la formación ya han anunciado que se plantearán tomar acciones legales, así como impugnar los plenos en los que se impida el acceso a Mario Ortolà. «Barcala me ha expulsado cuando su compañera Maria José Catalá, la alcaldesa de Valencia, fue a su pleno de investidura a votarse a sí misma en 2023, tan solo 12 días después del nacimiento de su progenitor e inmersa, evidentemente, en permiso de maternidad», ha expresado el concejal.
Con este antecedente, desde la formación se preguntan: «¿Nos está incitando Barcala a impugnar la elección de Catalá como alcaldesa de Valencia?». En ese sentido el edil insiste en que hay «antecedentes suficientes» para asistir y votar y que por ello estudian emprender acciones legales para hacer valer su derecho fundamental a la participación política como concejal elegido.
Y es que la falta de un concejal de Vox deja el pleno en empate técnico en cada votación. Ante esto decidiría el voto de calidad del alcalde, algo que abriría la puerta a que el PP pueda aprobar durante los próximos plenos las iniciativas que presente sin necesidad de otro grupo. Ya en el pleno de octubre -celebrado el 5 de noviembre- la nueva tasa de basuras fue aprobada con el voto en contra de la oposición en bloque (14 a 14) y el voto de calidad de Barcala. Sobre la mesa podrían estar asuntos como la ordenanza de veladores, la aplicación de las ZAS o incluso la aprobación inicial de los presupuestos municipales.
Aunque la propuesta ha salido adelante por unanimidad, como era esperable, atrás ha quedado ese pleno de guante blanco que impuso la emergencia de las inundaciones en el mes de octubre. Aunque pudiera parecer que la urgencia de una modificación de crédito para enviar un millón y medio de euros a Valencia pudiera justificar la falta de debate político y de enfrentamiento ideológico no ha sido así en el pleno de Alicante.
El concejal del PP Toni Gallego defendía la urgencia de estas ayudas, y anunciaba que iban a llegar en tiempo récord para poner un granito de arena en la reconstrucción de las zonas afectadas. Pero tras su intervención la oposición utilizaba sus turnos de intervención para cargar contra la gestión de la DANA por parte del president de la Generalitat Carlos Mazón.
Noticia relacionada
Así, Manolo Copé pedía en el pleno la dimisión de Mazón y planteaba sus dudas sobre la gestión del dinero público por parte de la Generalitat; el portavoz de Compromís era más duro y no solo calificaba al president de «presunto criminal» sino que también increpaba a la bancada del PP: «Sientan vergüenza de este criminal». Por su parte, Carmen Robledillo, la portavoz de Vox, afirmaba que «da mucha pena que ustedes politicen este pleno». La línea más sosegada de la oposición la daba Ana Barceló, que utilizaba su turno de intervención para hablar de la magnitud de la tragedia, para acabar con una petición de dimisión de Mazón.
Pese a ser un pleno del que se podría esperar consenso y calma, la realidad ha sido de enfrentamiento político a raíz de la DANA, con intervenciones muy duras, como la de Mas, que ha llevadoo al alcalde a sosegar a su propia bancada. «Ignórenlo, es su circo, él tiene que montar este espectáculo pero ignórenlo», indicaba a los concejales populares el primer edil.
La última intervención volvía a ser del edil popular Toni Gallego, que cerraba el pleno diciendo que prefiere «no entrar en un debate que ensucie la ayuda de los alicantinos».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.