El ocio nocturno teme la extensión de las ZAS por todo Alicante

Continúa la batalla en Alicante por la aplicación de dos Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) en el entorno de Castaños y la plaza Quijano que entre otras medidas reducirá los horarios de locales y terrazas. Desde el sector temen que estas calles no sean las únicas en las que se apliquen restricciones y alertan de un posible efecto «mancha de aceite» que extienda al conjunto de la ciudad las limitaciones. De hecho las propuestas ya han empezado y los vecinos han propuesto extender la ZAS a la plaza de San Cristóbal.

Desde la Asociación de Locales de Restauración y Ocio Nocturno (Alroa) han alertado este miércoles que, de no tomarse medidas ecuánimes, la reducción de horarios «se traducirá en cierres de empresas, despidos de trabajadores y la pérdida de un atractivo turístico que aprovecharán otras ciudades».

Es por ello por lo que el portavoz de Alroa, Eduardo Galdeano, ha insistido en que extender las limitaciones «no es la solución al problema ni responde a las necesidades de los vecinos» sino más bien lo consideran «una manera de esconder el problema».

En ese sentido, los empresarios han hecho un llamamiento a sumar fuerzas y han urgido de nuevo al alcalde de Alicante, Luis Barcala a «sentarse en la mesa, analizar la situación y barajar todas las opciones posibles«. Todas, tanto las que entienden los vecinos, el ayuntamiento como el sector. Si olvidamos a una de las partes, Barcala no arreglará la cuestión, sino que generará otro problema aún mayor».

Desde Alroa consideran que las medidas planteadas en la ZAS de la calle Castaños y plaza Quijano no son la solución al problema, sino que supondrán la extensión del ruido por toda la ciudad. Galdeano ha insistido en que el ruido «no lo generan los locales, lo genera el descontrol de determinadas actividades y comportamientos en la vía pública que no controla el Ayuntamiento». Los empresarios entienden que no se puede asumir una futura ZAS que sólo incluye medidas «contra los empresarios que cumplen, que no han sido sancionados nunca y que superan los controles municipales cada año».

El sector ha exigido al Ayuntamiento que «no haga dejación de funciones y cumpla con sus responsabilidades en el control de determinadas actividades empresariales y comportamientos ciudadanos». En esta línea reclaman mayor presencia policial y una aplicación de la norma que «eliminaría a determinadas horas actividades no autorizadas por la naturaleza de su licencia».

Los empresarios de Alroa han vuelto a emplazar al alcalde de Alicante, Luis Barcala, a sentarse a negociar. Entre las cuestiones que buscan poner sobre la mesa para evitar la reducción de horarios incluyen la mayor presencia policial y una normativa más severa en cuanto al ruido, la suciedad de la ciudad y los actos incívicos en la vía pública ajenos a su actividad.

Desde el sector también han mostrado su predisposición a acordar medidas propias, vinculadas a las condiciones de su actividad como a la instalación de mobiliario anti sonido para veladores y terrazas, que funcionan en municipios como Málaga.

Galdeano ha insistido en que «de momento, lo único que hemos logrado no es acabar con el ruido, sino generar un silencio en el Ayuntamiento propio de un gobierno que no es claro, y que plantea hablar para no cambiar nada como punto de partida. Desde nuestro punto de vista esto sí es generar ruido público, no soluciones, aun así, seguimos confiando en la buena voluntad del alcalde».

• Temas
• Luis Barcala
• Hostelería
• Ocio nocturno
• Ruidos
• Veladores de Alicante