La media luna 'besa' el castillo de Santa Bárbara
Como si de un homenaje a la celebración de los Moros y Cristianos de Altozano la noche del viernes dejó esta particular instantánea en la ciudad
'Alicante cristiana y mora, Alicante mora y cristina', la ciudad parecía abrazar su pasado histórico la noche del pasado sábado cuando la luna creciente se posaba, casi como un beso, sobe el castillo de Santa Bárbara.
La particular estampa, que dejó una de las puestas de lunas más increíbles de la ciudad, se pudo ver sobre la media noche en la playa de la Almadraba. En el arenal alicantino se conseguía la perspectiva perfecta para observar cómo el astro descendía sobre la ciudad hasta acabar ocultándose por detrás de la fortaleza.
El espectáculo podrá volverse a observar este sábado cuando se espera que se ponga la luna a las 23.47 horas y el domingo 11, a las 0.12 horas. Un plan perfecto para los que prefieren planes más tranquilos y disfrutar del relajante sonido de las olas mientras disfrutan de la ligera brisa marina en plena playa.
Esta imagen parece así dar la bienvenida a la celebración de los Moros y Cristianos de Altozano en Alicante que este mismo sábado, 10 de agosto, celebran el 'Avís de Festa'. Con un desfile desde la Plaza América hasta el castillo de las embajadas en la avenida Conde Lumiares que finalizará con el pregón. Aunque para los días grandes de esta fiesta habrá que esperar, entre el domingo 12 y el viernes 16 las comparsas tomarán las calles de este barrio alicantino.
Las Perseidas
No es el único espectáculo que el cielo nocturno traerá a Alicante los próximos días. La lluvía de las Perseidas está a la vuelta de la esquina y en los próximos días se podrán observar a plena vista multitud de meteoros cruzando el cielo.
Las conocidas como Lágrimas de San Lorenzo tienen su punto fuerte el día 12 de agosto, aunque su máxima actividad se sitúa entre el 11 y el 13 de este mes. Durante estos días muchos alicantinos se acercan a los lugares más apartados de la contaminación lumínica, como el Cabo de la Huerta o zonas de montaña como el Maigmó para tumbarse en el suelo en busca de las ansiadas estrellas fugaces.