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Si todo va bien, las obras que conecten al fin el TRAM de Luceros con la futura intermodal en la avenida de la Estación de Alicante podrían comenzar este mismo año, después del verano. Al menos estas son las previsiones que manejan desde la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, a pesar de que todavía está pendiente la firma del acuerdo a tres bandas entre Adif, Ayuntamiento y Generalitat que permita la cesión de los terrenos donde irá la futura estación subterránea de TRAM.
El pacto parece ir viento en popa tras la última reunión -en diciembre- en la que se sentaron las bases para el acuerdo que debería firmarse en la próxima - prevista para febrero-. La consellera de Infraestructuras, Salomé Pradas, explicó después de la reunión de diciembre que «seguimos progresando en el proyecto». Además, añadió que la voluntad de las partes es que se adjudiquen las obras «a la mayor brevedad y en cuanto se disponga de la cesión de los terrenos».
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En caso de confirmarse el acuerdo este principio de año las obras podrían empezar en otoño. En este momento la dirección de la obra ya ha comenzado su adjudicación y la Generalitat se encuentra recibiendo ofertas. El proyecto en sí -de más de 130 millones de euros y 52 meses de ejecución- está pendiente de comenzar el proceso de adjudicación pero saldrá en cuando se materialice la cesión de terrenos. Es por ello por lo que desde la Conselleria se baraja que las primeras actuaciones empiecen pasado el verano de 2024.
La reunión mantenida a finales de 2023 entre las tres administraciones de la sociedad Avant -Adif, Generalitat y Ayuntamiento- ha sido clave para avanzar en la construcción de la Intermodal y la reurbanización de toda esta zona del centro de Alicante. El 14 de diciembre alcanzaron un principio de acuerdo para determinar las condiciones de cesión y uso del suelo afectado por las obras de la futura terminal ferroviaria que engloba tren y tranvía.
El texto recogía varias de las exigencias de Conselleria y Ayuntamiento, como la cesión de uso gratuita de suelo y subsuelo demanial y patrimonial de los terrenos afectados por las obras. Lo que parecía una postura inamovible de Adif en la reunión mantenida en noviembre logró desbloquearse en el último encuentro y allanar los pasos a un acuerdo que debería concretarse en el próximo encuentro previsto en febrero.
El alcalde de Alicante, Luis Barcala, recordó tras la reunión mantenida en diciembre que la empresa pública ya ha obtenido «bastantes compensaciones» económicas con el planeamiento urbanístico de la Operación Integrada número 2 (O/I 2), en los terrenos liberados por el soterramiento de las vías. Estos suelos han pasado de ser ferroviario a urbano, con posibilidad de construir viviendas para la creación de un nuevo barrio.
La negociación sobre las alturas de los bloques, concepto urbanístico y volumetría (indispensable para conocer la cantidad de viviendas a construir y, por tanto, cuantas más casas, más caro el terreno) ha demorado el soterramiento 20 años en Alicante. El alcalde ha recordaba en diciembre que «la negociación de la O/I 2 ha tenido un canje urbanístico muy caro».
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