El Casco Antiguo clama contra el ruido

El ruido, la limpieza, el mantenimiento o acabar con los botellones son algunas de las razones que han llevado a vecinos, comerciantes y hosteleros de la zona a manifestarse frente a las puertas del Ayuntamiento de Alicante este jueves, 2 de marzo, para demandar «espacios urbanos acordes a una ciudad moderna y europea como debe ser Alicante», han explicado desde la Asociación de Vecinos Laderas del Benacantil.

Para los residentes, la noche se ha convertido en un infierno por el ruido que les impide descansar por las noches: «Antes era solo el fin de semana, pero ahora se ha alargado a toda la semana», explica el presidente de esta entidad vecinal, Joaquín Gangoso.

Pero no es lo único. A la contaminación acústica se suma el botellón, la suciedad, el vandalismo, la rotura de mobiliario urbano y privado o el consumo de alcohol de menores. Unas quejas que, según han trasladado en la convocatoria de su manifestación, «llevamos reclamando ya desde hace muchos años».

Aproximadamente 70 personas se han reunido frente al Ayuntamiento para reclamar una solución para «vivir y descansar con normalidad en esta zona del centro histórico».

«Nos manifestamos porque llevamos más de 30 años sin poder conciliar el sueño y porque el Casco Antiguo, a raíz del uso abusivo de un ocio descontrolado, se ha degradado hasta el punto de hacerse insoportable la vida aquí», ha explicado megáfono en mano el vicepresidente de la Asociación Laderas del Benacantil, José María Morán Berruti.

Una reivindicación que los vecinos consideran más que justificada. Por ello, reclaman una nueva Ordenanza del Ruido, ya que la actual data del año 1991 y el último proyecto de reforma -la Ordenanza de Contaminación Acústica- fue aprobado inicialmente en el pleno en marzo de 2019, aunque continúa sin su tramitación definitiva.

A esta demanda se suma la reivindicación de una reunión con el alcalde de la ciudad, Luis Barcala. Según explican, el regidor «no ha contestado» a las repetidas demandas de reunirse que ha tramitado esta entidad. De hecho, desde la Asociación de Vecinos Laderas del Benacantil insisten en que la solución a los problemas del Barrio tiene que venir de un plan estructural que coordine actuaciones de diferentes concejalías.

Desde la asociación, insisten en que el problema no son los locales de ocio, sino una ordenanza anticuada que no penaliza a quienes la incumplen o dificulta el trabajo de las fuerzas de seguridad.

Laderas del Benacantil pondrá en marcha una campaña de pancartas reivindicativas en las fachadas de todo el Casco Antiguo en las que reclamarán «Silencio, respeto y civismo». Estas se sumarán a las de «Queremos dormir» que pueblan los balcones de esta zona céntrica.