Un verano muy caliente en la provincia con 200 incendios forestales
El Consorcio Provincial de Bomberos ha comenzado a vigilar los bosques con drones para prevenir nuevos siniestros
La provincia de Alicante vive un cóctel explosivo este verano, entre las temperaturas medias más altas registradas por la Agencia Española de Meteorología (Aemet) y un año hidrológico que, a falta de poco más de veinte días, se prevé como uno de los más secos, sino el que más, de la historia. Con estas circunstancias, los montes y bosques de la provincia de Alicante se han enfrentado al peligro de los incendios forestales.
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Con la sequedad de los terrenos, cualquier chispa, descuido o imprudencia puede hacer arder como la tea los parajes naturales de Alicante. Así ha sido. Según los cálculos del Consorcio Provincial de Bomberos de la Diputación de Alicante, este verano se han producido cerca de 200 incendios en la provincia desde el pasado 15 de junio, dos al día de media.
Forestales, rurales, de vegetación o de matorral han sido las tipologías más habituales, según la misma estadística. Sin duda, el más dañino fue el que se produjo en Benasau a finales de julio, que calcinó 270 hectáreas afectadas dentro de un perímetro de 25 kilómetros y que no pudo ser extinguido en seis días.
El Consorcio de Bomberos ha dispuesto este verano de un dipositivo especial para la campaña de verano, que empezó el pasado 15 de junio y concluirá el próximo 15 de septiembre. En total hay activos tres retenes fijos, ubicados en Santa Pola -Baix Vinalopó-, Pilar de la Horadada -Vega Baja- y Xàbia -Marina Alta-, que atienden las emergencias que se producen en dichos municipios y en su perímetro más cercano.
Otros cuatro retenes itinerantes cubren, de forma rotatoria, las zonas operativas de la Marina Baixa, el Vinalopó, la Vega Baja, la Montaña y L'Alacantí; y distintos retenes nocturnos que, ante la amenaza de tormentas secas, se desplazan a las zonas forestales en las que existe riesgo de caída de rayos que puedan derivar en un incendio.
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«Los retenes son una pieza clave en la prevención y extinción de incendios, ya que nos permiten ampliar la cobertura y reforzar la vigilancia en los puntos más sensibles, detectar y actuar de forma inmediata ante posibles siniestros y reducir los tiempos de respuesta», ha señalado el diputado de Emergencias, Francisco Cano.
«Estas unidades forman parte del dispositivo especial que el Consorcio de Bomberos de la Diputación de Alicante pone en marcha cada verano con el fin de reforzar su servicio y garantizar una intervención más potente y efectiva», ha destacado Cano.
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En este sentido, el diputado ha concretado que este servicio estival, que ha contado con una inversión extraordinaria de 900.000 euros, ha contemplado, asimismo, la incorporación de un segundo helicóptero y, como novedad este año, el uso de drones para la vigilancia forestal.
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