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La mayor red de 'narcoveleros' del mundo utilizaba varias provincias españolas, entre ellas Alicante, como punto logístico antes de zarpar a Sudamérica. La organización criminal tenía las embarcaciones preparadas a la espera de recibir las órdenes de 'El Profesor' y su lugarteniente para salir a cargar las sustancias estupefacientes, hasta una tonelada de cocaína por viaje, según ha informado la Policía Nacional.
La macrooperación internacional, en la que han participado 11 países y ha durado cuatro años, se ha saldado con la detención de 50 personas y el decomiso de 1.500 kilos de cocaína, ocho embarcaciones, 36 vehículos y más de 85 terminales telefónicos. El grupo criminal se encomendaba a un santero para recibir la «bendición» y el éxito en las operaciones de transporte de cocaína entre Sudamérica y España.
La investigación se inició en junio de 2020 conjuntamente con las autoridades de Reino Unido, al detectar una organización británica asentada en España que contaba con canales de comercio internacional de tráfico de cocaína desde Sudamérica a Europa a través de España, en concreto desde Alicante, Almería, Valencia, Málaga y Canarias.
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Las indagaciones de los investigadores permitieron identificar a los integrantes de la estructura criminal y descubrir que la organización disponía de un conglomerado de embarcaciones a su disposición, las cuáles registraban a nombre de terceras personas para tratar de ocultar sus fines ilícitos.
Los agentes pudieron averiguar que la organización operaba en las islas de Tenerife, Gran Canaria, El Hierro y Lanzarote, estableciendo enlaces marítimos hasta Sudamérica con los que creaban 'narcorrutas'. A su vez, desde el sur de España, los responsables de la organización coordinaban y dirigían los transportes de cada embarcación y, en sus entornos de seguridad, mantenían las reuniones con los enlaces de los países de origen desde donde se suministraba la sustancia estupefaciente.
El líder de la organización, conocido como 'El profesor', reclutaba a los tripulantes de los veleros y a partir de ese momento otro responsable de la organización se encargaba de mantenerlos. El cabecilla, que se presume que llevaba operando en el narcotráfico más de 20 años, contaba con la confianza plena de los cárteles colombianos y mejicanos, con los que coordinaba la producción del estupefaciente y su traslado por Sudamérica hasta poder embarcarlo rumbo a España.
La investigación permitió detectar que el dinero generado por los cargamentos de estupefacientes eran reinvertidos en nuevas operaciones y blanqueado a través de un tejido empresarial que operaba en varios países.
En la Costa del Sol, la organización criminal, compuesta por activos miembros pertenecientes al Balkan Cártel, llevaban un elevado nivel de vida y operaba con negocios empresariales que permitían dar salida a los beneficios que obtenían de su actividad ilícita.
Durante la investigación los agentes identificaron un total de una decena de embarcaciones que la organización tenía habilitadas para las 'narcorrutas', y que tenían diferentes bases de operaciones en nuestro país y Sudamérica.
Las comunicaciones de la organización para estas operaciones se realizaban con sistemas cifrados de seguridad que les brindaban la oportunidad de mantenerse a salvo de observaciones policiales, disponiendo en las cotas más altas del entramado, de hasta 15 terminales telefónicos cada uno.
Una vez conocida la estructura criminal, los agentes detectaron la preparación de dos veleros que iban a recibir más de una tonelada de cocaína cada uno, por lo que se estableció una acción preventiva para evitar que se llevara a cabo la carga en aguas internacionales. Asimismo, se solicitó auxilio judicial en numerosos países -Noruega, Bulgaria, Portugal, Reino Unido, Panamá, Santa Lucía, Trinidad y Tobago- junto con actuaciones en Francia, Polonia o España.
Durante la operación internacional se han practicado 28 registros en las provincias de Málaga (13), Valencia (6), Almería (5), Alicante (2), Girona (1) y Murcia (1), en los cuáles se han arrestado a 26 supuestos integrantes de la organización criminal.
Entre los detenidos se encuentran 16 noruegos, destacando un reconvertido atracador de bancos y furgones blindados que ya había cumplido 15 años de prisión por hechos violentos de esta tipología y que, desde hace un año, había pasado a integrar las filas del grupo criminal por su experiencia delictiva y el respeto del que gozaba frente a las mafias del Este de Europa.
En el resto de países que han participado en la acción conjunta dirigida por la Policía Nacional española, se ha detenido a un total de 24 integrantes de la estructura criminal y se han llevado a cabo registros en Noruega (13), Bulgaria (1), Reino Unido (1), Panamá (1), Trinidad y Tobago (1), Portugal (1) y Colombia (1).
En los registros llevados a cabo se han intervenido han intervenido 1.500 kilos de cocaína y se han intervenido ocho embarcaciones, 36 vehículos y más de 85 terminales telefónicos. La investigación ha sido impulsada por el Juzgado de Instrucción 4 de Arrecife y el Ministerio Fiscal adscrito a esos tribunales, desde donde se ha dirigido a nivel judicial la instrucción.
La operación internacional se ha llevado a cabo, bajo el liderazgo de la Policía Nacional de España, de manera conjunta con la National Criminal Investigation Services (NCIS) de Noruega, la agencia estadounidense Drug Enforcement Administration (DEA), la National Crime Agency (NCA) británica y el Maritime Analysis and Operations Center (MAOC) con el apoyo de EUROPOL y han colaborado agentes policiales de Francia, Polonia, Portugal, Bulgaria, Panamá y Santa Lucía.
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