El 'timo del amor': dos detenidos en Guardamar por estafar 57.000 euros a una mujer
Un hombre de 39 años fingió tener una relación sentimental con la víctima para pedirle dinero | La pareja de él también estaba implicada en este ciberdelito conocido como 'romance scam'
Conoces a alguien en una aplicación de citas, os gustáis y empezáis una relación romántica. Le cuentas tu vida, te cuenta la suya, os queréis y... De repente te debe 57.000 euros. Podría ser la trama de una película, pero es una historia real. Una mujer ha sido estafada por su pareja sentimental en un nuevo 'timo del amor'.
La Guardia Civil de Alicante ha detenido en Guardamar del Segura a dos personas a las que se les atribuye esta estafa. Un hombre de 39 años y su pareja -la de verdad-, de la misma edad, han empleado una modalidad de ciberdelito conocido como 'romance scam'. Consiste en ganarse la confianza de la víctima y fingir una relación sentimental con ella.
Una vez que está convencida de que el vínculo es estable, el autor empieza a pedirle dinero con la promesa de devolvérselo, pero esto nunca llega a suceder. En esta ocasión, la relación ficticia ha tenido una duración de 14 meses y la víctima ha realizado transferencias, durante 8 meses, en beneficio de su supuesta pareja, por un valor total de 57.000 euros, según ha relatado la Guardia Civil.
Cómo se produjo el gran timo
El Equipo @ de la Guardia Civil alicantina inició una operación de investigación tras recibir la denuncia de una mujer que creía que podía estar siendo víctima de una estafa. La denunciante relató a los agentes que hacía algo más de un año que había conocido a un hombre a través de una conocida aplicación de contactos y que, tras unos días hablando a través de la 'app', se intercambiaron los teléfonos para chatear de una forma más directa.
Pasado algún tiempo, la víctima estaba convencida de que mantenía una relación sentimental real con esta persona. En este contexto, le propuso conocerse en persona. Sin embargo, el hombre siempre ponía excusas como problemas laborales y personales para no acudir. Incluso, cuando alguna vez llegaron a citarse, en el último momento siempre encontraba algún motivo para evitar el encuentro.
Para ganarse la confianza de la víctima, el estafador le contó que pertenecía a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Además le aseguró que procedía de una familia adinerada, que poseía una promotora y constructora en Elche, y que estaba invirtiendo en una vivienda de lujo en una zona residencial del mismo municipio de Alicante para trasladarse a vivir cerca de ella.
Igualmente, le contó su supuesta historia familiar: que tenía un hijo adolescente con problemas; que además se hacía cargo de su madre enferma; y que estaba intentando levantar el negocio familiar, que uno de los socios había llevado a la ruina. De hecho, llegó incluso a mentir sobre la muerte de su progenitora con tal de escabullirse de quedar con la víctima en persona.
Suplantando identidades
Pero hay más. Puesto que el perfil que utilizó para acercarse a la víctima era falso, ella no conocía su verdadero aspecto. De este modo, el estafador llegó a tener un encuentro con la mujer haciéndose pasar por un familiar. Así, aprovechó el acercamiento para darle credibilidad a su propio discurso. Como si de alguien cercano al hombre, le contó a la víctima todos los problemas que tenía con su hijo, su madre y el negocio familiar. De este modo consiguió que la mujer confiara en todas las fantasías que le contaba durante sus conversaciones a distancia.
En vistas de que su plan estaba funcionando a la perfección, el autor de la operación se hizo pasar por su presunto hijo adolescente y contactó con la víctima. A través del sistema de mensajería móvil, le pidió ayuda económica para su padre. En este punto, la víctima ya estaba convencida de toda la historia que le había contado su supuesta pareja y estaba convencida de que en un futuro cercano iban a formar una familia.
Por eso, al sentir que realmente él necesitaba esta ayuda, empezó a prestarle dinero. Dinero que no volvía. En ocasiones, el hombre fingía que iba a vender alguna propiedad y le aseguraba a la mujer que podría devolverle la deuda acumulada, pero siempre aparecía un nuevo problema. En lugar de recuperar lo que le debía, la víctima veía cómo al varón le surgían nuevas necesidades económicas de forma constante.
Resultado de la investigación
Tras un exhaustivo estudio de todas las pruebas recabadas, la Guardia Civil de Alicante ha podido comprobar que la relación ficticia se alargó durante 14 meses, en los que el autor y la víctima han intercambiado una media de 350 mensajes diarios. Durante este tiempo, la mujer ha realizado realizado transferencias por valor de 57.000 euros en beneficio de su supuesta pareja. Además, los agentes han podido constatar que, una vez que la víctima ingresaba el dinero, los autores lo extraían. Así, se hacían con el efectivo para blanquearlo sin dejar rastro.
En vista de los hechos, el equipo de la Guardia Civil procedió a la entrada y posterior registro de la vivienda de los presuntos autores, ubicada en Guardamar del Segura. Allí se produjo la detención de un hombre de 39 años -autor material de los hechos-, y una mujer de 39 -su pareja sentimental, con la que convive-. Esta última no solo era conocedora de los hechos, sino que además se lucraba de los beneficios que obtenía el timador con la actividad criminal, según ha determinado la investigación de la Benemérita.
Esta actuación se enmarca dentro de la operación 'Románticos', y los agentes han intervenido los dispositivos electrónicos empleados por los autores para cometer la estafa. Además, han solicitado la intervención de las cuentas bancarias de las que los detenidos son titulares. Todo ello ha sido posible gracias al trabajo conjunto del Equipo @ de la Guardia Civil y la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) de la Guardia Civil de Alicante. Además, la operación ha estado dirigida por los juzgados de Dénia.