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Un auxiliar de enfermería del Hospital General de Alicante se enfrenta a 10 años y medio de prisión por robar viales de un medicamento para venderlos a terceros. El juicio se celebra este jueves 2 de octubre a las 10 horas en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Alicante.
Según la acusación pública, el sanitario vendía el botín a 15 euros la unidad al otro encausado, con el que le unía una sólida relación de amistad. El segundo procesado, pese a conocer el origen ilícito de los medicamentes, los revendía por 35 euros cada vial.
Los hechos sucedieron desde el mes de febrero de 2017 hasta febrero de 2019 cuando, según mantiene la acusación pública, el sanitario procesado sustrajo hasta 135 viales inyectables, bien al descuido o bien rompiendo el armario en el que se guardaban bajo llave, de un medicamento catalogado como sustancia psicotrópica por su principio activo de Ketamina.
La Fiscalía solicita para el principal acusado una pena de prisión de diez años y medio por un delito de robo con fuerza con la agravante de prevalente del carácter público y de tráfico de sustancia psicotrópica. Para el segundo procesado solicita cinco años y nueve meses por los delitos de receptación y de tráfico de sustancia psicotrópica.
En otro de los juicios que se celebra este jueves en la Audiencia Provincial de Alicante, la Fiscalía pide cuatro años de prisión para dos encausados, uno de ellos un inspector de siniestros de una compañía de seguros, a los que acusa de estafar más de 165.000 euros a una aseguradora al simular, presuntamente, accidentes de tráfico con la intención de obtener indemnizaciones.
La acusación pública mantiene que, entre los meses de febrero a agosto de 2009, los procesados falsearon hasta seis expedientes de accidentes que siempre tenían las mismas características: los siniestros eran atropellos a baja velocidad sin intervención policial, las víctimas eran de Letonia o Lituania, no hablaban español y solían presentar lesiones en las rodillas.
La Fiscalía mantiene que uno de los procesados, trabajador de la empresa supuestamente estafada, agilizaba los trámites para fijar y obtener las indemnizaciones a cambio de dinero, y el otro era el encargado de negociar los pagos con el resto de personas implicadas en la estafa, que no han podido ser localizadas.
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