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Una historia de pasión surgió en la cárcel de Picassent. Entre rejas y actividades comunes, Maje tuvo una relación afectiva con David M.R., otro interno que cumplía condena en la misma prisión por un terrible crimen que acabó con un cadáver en el río Júcar. Según fuentes penitenciarias, ambos presos se estuvieron viendo durante, al menos, tres meses antes de que la conocida como la 'viuda negra' de Patraix se quedara embarazada.
Fruto de la relación de los protagonistas de dos de los sucesos más escalofriantes de Comunitat Valenciana, Maje se quedó embarazada y dio a luz a un bebé el jueves 13 de julio en el Hospital General de Alicante. El parto fue bien y tanto el infante como la madre se encuentran en buen estado de salud.
Hasta que cumpla tres años, el bebé y la interna, originaria de Novelda, se quedarán en la Unidad de Madres Irene Villa de la prisión alicantina de Fontcalent, donde estaba interna desde el pasado mayo debido a su avanzado estado de gestación. Por su parte, el padre del infante está a punto de salir en libertad tras cumplir 15 años de prisión por un brutal crimen en 2008.
Un cadáver apareció en el río Júcar con una botella de butano atada en los pies en mayo de 2008. La víctima era Hugo Sáez, un joven de 27 años -vecino de Cullera- que conocía a David, ya que era quien le vendía las sustancias estupefacientes.
Según se demostró en el juicio, que acabó con una condena de 15 años para David, el 20 de mayo de 2008 la víctima se dirigió al domicilio del que sería su verdugo para ofrecerle cocaína. En la casa también se encontraba Carlos S., un conocido de ambos que también era consumidor habitual.
Hugo estuvo apenas media hora en la vivienda cuando David que, por aquel entonces tenía 22 años y Carlos -24-, tuvieron una trifulca con él y le agredieron, uno por delante y otro por detrás, hasta matarlo. Primero lo golpearon con un objeto contundente. Una vez aturdido, le apuñalaron. El cuerpo sin vida presentaba 44 heridas en el cuello, cabeza, espalda, cara, tórax y manos. La autopsia reveló que los dos jóvenes le seccionaron la arteria carótida, por lo que Hugo murió desangrado.
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Según el escrito de acusación que realizó la Fiscalía en su momento, los dos asesinos envolvieron el cadáver de Hugo en una sábana y le ataron los tobillos con cinta adhesiva. Al día siguiente, trasladaron el cadáver en una furgoneta que uno de ellos pidió prestada a un amigo.
Los acusados condujeron hasta un punto situado aguas abajo del Azud de Cullera y allí, en la orilla izquierda del río Júcar, arrojaron el cádaver al agua tras atarle una bombona de butano a los pies para que el cuerpo sin vida no saliera a flote.
La idea de que el cadáver nunca se encontrase salió mal. Casualidades de la vida, un amigo de la víctima paseaba por la orilla del Xúquer a la altura del Azud cuando vio una bombona de butano flotar. Al tirar de la cuerda que estaba atada a una de las asas, el cuerpo sin vida de Hugo salió a flote.
Por este brutal crimen del vecino de Cullera, la sección tercera de la Audiencia Provincial de Valencia condenó a David y Carlos a 15 años de cárcel por un delito de homicidio con la agravante de abuso de superioridad.
En la actualidad, David tiene 38 años y posee el tercer grado. Este verano cumplirá su condena y saldrá en libertad, ya que entró en la cárcel de Picassent en 2008. Hasta ahora no se le conoce ningún incidente en la prisión valenciana. De hecho, según fuentes conocedoras del caso, el recluso está disfrutando de permisos penitenciarios.
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