Libertad provisional con cargos para Rafael Amargo en Alicante

La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Alicante, en funciones de guardia este sábado, ha decretado la libertad provisional para el bailarín y coreógrafo.

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Aunque se esperaba que el detenido o su abogada ofrecieran declaraciones a la salida del juzgado en caso de salir con libertad, no ha sido así, puesto que a ambos se le ha permitido salir por una puerta lateral del palacio de justicia alicantino, eludiendo así a los diferentes periodistas congregados en la puerta.

Como medidas cautelares, la magistrada le ha impuesto la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes ante el Juzgado de Instrucción número 27 de Madrid, que es el competente en esta investigación al tener ya causa abierta por estos hechos, así como la prohibición de salida del país.

A su vez, la juez ha denegado la prisión provisional eludible con fianza de 6.000 euros que solicitaba para el detenido el Ministerio Fiscal, al entender que no concurría en un riesgo de fuga suficientemente alto para aplicar esa medida.

En este sentido, la magistrada justifica su decisión en que el investigado tiene ya retirado el pasaporte por otro juzgado de Instrucción de Madrid, donde está realizando presentaciones quincenales sin que conste incidencia alguna, y tiene arraigo en España, donde es un personaje público, «lo que hace difícil que pueda eludir la acción de la Justicia».

Recordemos que el detenido está investigado inicialmente por un delito contra la salud pública, un delito de atentado contra la autoridad y dos delitos de lesiones, sin perjuicio de ulterior calificación.

Los periodistas sí que han podido hablar con un joven que había compartido arresto en la comisaría provincial alicantina, y que han prestado declaración en el juzgado horas antes que Amargo. Tras salir en libertad, el joven ha destacado el desmejorado estado en el que se encontraba el bailaros, «en calcetines, pantalón corto y con la camisa rota».

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También ha asegurado que el artista repetía constantemente «sacadme de aquí, sacadme de aquí» mientras se encontraba en dependencias policiales, donde ha llegado a pedir a los agentes algún tipo de fármaco que le ayudara a dormir, y es que según su compañero de calabozo, el estado de Amargo era de agitación y nerviosismo.