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El acusado instantes antes de comenzar el juicio Alejandro Hernández
«Ha sido un infierno, peor que el cáncer de mama»

«Ha sido un infierno, peor que el cáncer de mama»

La mujer a la que su expareja abrasó con aceite hirviendo en Elche tiene el 11% del cuerpo quemado | El agresor, que se saltó una orden de alejamiento, ha sido juzgado este viernes en la Audiencia Provincial de Alicante

Viernes, 10 de marzo 2023, 17:52

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«Un infierno, peor que el cáncer de mama». Así ha descrito Antonia B. los meses de curas tras sufrir quemaduras de segundo grado en el 11% del cuerpo después de ser víctima de un episodio de violencia de género en Elche. El pasado agosto su expareja quebrantó la orden de alejamiento, entró en su domicilio y vertió aceite hirviendo de una sarten sobre su cuerpo.

Antonia ya había sufrido en sus carnes el dolor. En 2016 fue operada de un cáncer de mama tras cinco años de tratamiento. A pesar de todo, durante su declaración en el juicio que ha tenido lugar este viernes 10 de marzo en la Sección Primera de la Audiencia de Alicante, ha asegurado que el infierno que ha vivido con el episodio de violencia de género ha sido peor que el del propio cáncer. Quemaduras en el 11% y un injerto de piel son las cicatrices visibles de esta brutal agresión.

Los hechos ocurrieron el 29 de agosto de 2022 en el domicilio de la víctima. De acuerdo con el escrito de calificación inicial del Ministerio Fiscal, el acusado -David I.L.- acudió a la vivienda de su expareja. Al llegar, rompió el marco de la puerta para acceder, echó del domicilio a la víctima y no la dejó entrar.

Sobre las 12 del mediodía, cuando la perjudicada ya había conseguido acceder al inmueble, comenzó a preparar la comida, para lo que puso aceite en una sartén. La Fiscalía mantiene que, en ese momento, el hombre comenzó a insultarla y, de forma sorpresiva, agarró la sartén y le tiró el aceite hirviendo en el costado izquierdo del cuerpo. Antonia sufrió varias quemaduras de segundo grado de las que tardó más de 200 días en curar.

El acusado quebrantó una orden de alejamiento

David se saltó una orden de alejamiento que le prohibía aproximarse a la víctima a menos de 300 metros durante 16 meses. El Ministerio Fiscal pide nueve años y medio de prisión por los delitos de lesiones con deformidad, coacciones y quebrantamiento de condena. El juicio ha quedado visto para sentencia.

El acusado, de 35 años y nacionalidad española, ha negado en el juicio la responsabilidad en los hechos y ha alegado que el accidente se produjo de «manera fortuita» durante una discusión. El reo ha declarado que se levantó a hacer la comida, la víctima salió detras de él desnuda y le dijo que «no sabía cocinar». Tras esto, le cogió la sartén y se le cayó el aceite. «Cuando pasó eso me morí, no lo hice aposta».

El relato de la víctima

Antonia, visiblemente afectada, ha explicado durante su declaración lo que sucedió aquella fatíditca mañana. El encausado, al que había conocido en septiembre del 2021 a través de un amigo, la llamó durante varios días, pero ella no le cogió el teléfono. La única manera con la que se comunicaba con él era a través de «audios de whatsapp», en los que discutieron. «No quería que viniese a mi casa», ha sostenido la víctima.

Con el tiempo de relación, llegaron los problemas. Fue el hijo de la agredida el que puso una denuncia por malos tratos. El 31 de mayo se notificó al reo la orden de alejamiento: no podía acercarse a su expareja a menos de 300 metros durante 16 meses. La víctima ha aclarado que, a pesar de la condena, el acusado seguía yendo a su domicilio.

La agredida ha relatado que sobre las 11 o 12 horas el hombre se presentó en su casa y le pegó una patada a la puerta, que no tenía puesta el cerrojo. Tras ello, la sacó de la vivienda y registró la casa. «Buscaba algún hombre, me dijo puta, golfa, te acuestas con tu hijo desde que tiene años».

«Me dijo que me acostaba con mi hijo desde que tenía 10 años»

Tras las amenazas, le avisó que llamaría a la policía si no se iba. Mientras discutían y le pedía que se marchase de su casa y que «la dejase vivir», se puso a cocinar patatas fritas. Para ello, calentó aceite en una sartén. El acusado, «a traición», le tiró el aceite hirviendo. «Me protegí con las manos para que no me diese en la cara», ha argumentado la agredida. Después, su bata comenzó a arder y se metió en la bañera.

Según la declaración de la afectada, tras la brutal agresión el reo se marchó corriendo del edificio mientras ella yacía en el suelo herida de gravedad. Cuando solicitó auxilio un vecino, alertado por los gritos, persiguió al autor de los hechos.

El acusado no la auxilió

En su declaración, el reo, defendido por el letrado Pedro Diego Pérez Gómez, ha reconocido que quebrantó la orden de alejamiento. «Me llamaba para que fuese porque su marido había muerto y su hijo se había ido a Holanda». «Me daba lástima porque me decía que se iba a tomar pastillas para suicidarse», ha manifestado.

Por otra parte, el procesado ha admitido que no la auxilió. «Me asusté porque sabía que yo no tenía que estar en la casa y me fui porque comenzó a gritar», ha dicho. Asimismo, ha negado que rompiese la puerta de la casa, al asegurar que tenía las llaves del domicilio.

También ha indicado que el día de los hechos habían estado juntos en la cama mientras consumían «alcohol y otras drogas». Asimismo, ha asegurado que todo iba bien hasta que él fue a preparar la comida y la mujer se le acercó «enfadada y gritando». Tras un forcejeo, el aceite se derramó.

El vecino

El vecino ha sido llamado como testigo. Ha entrado en la Audiencia con una mirada desafiante al encausado, de las que dejan huella, y durante sus declaraciones se ha referido a él como el «personaje este». El hombre ha contado lo que vivió el día de la agresión. Ha asegurado que escuchó gritos «como si estuviesen matando a una persona».

Alertado, bajó corriendo y vio a la víctima llorando y al agresor huyendo del lugar y le persiguió. «Le llamé la atención y le dije a un vecino que llamase a la policia». Tras esto, el encausado se giró y le agredió. «Me pegó un mordisco en el cuello y me intentó sacar un ojo», ha detallado.

Por estos hechos reclama una indemnización por lesiones, ya que estuvo dos meses sin trabajar por problemas en el ojo y en la cicatriz causada por el mordisco. También ha relatado que ya había tenido un encontronazo anterior con el acusado porque «tiraba colillas al rellano». «Me amenazó, me dijo que si quería pelea», ha declarado.

Delitos

Al acuasado se le imputa por seis delitos. El más grave por lesiones con deformidad con agravante de reincidencia y parentesco, por el que la Fiscalía solicita 7 años y medio de prisión. También pide un año por un delito de coacciones y otro por quebrantamiento continuado.

Además, se le atribuyen dos delitos leves: vejaciones injustas, por lo que se solicita la localización permanente durante 30 días, y un delito leve de lesiones por las agresiones al vecino, por el que la acusación pública pide una condena de dos meses a razón de 6 euros al día. También solicita una indemnización.

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