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Sala donde se desarrolla el juicio. Miriam Gil Albert
Familiares de residentes de DomusVi de Alcoi declaran que la información recibida por el centro durante la pandemia fue insuficiente

Familiares de residentes de DomusVi de Alcoi declaran que la información recibida por el centro durante la pandemia fue insuficiente

Los testigos del segundo día del juicio por las muertes de la residencia de ancianos coinciden en que la falta de personal hacía que el trato fuera «inhumano»

B.González

Alcoi

Martes, 1 de octubre 2024, 19:14

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En la segunda jornada del juicio civil que se celebra en los juzgados de Alcoi por la demanda interpuesta por la Asociación de Familiares de Afectados DomusVi por la muerte de 15 residentes y las lesiones sufridas por otros tres durante la pandemia, han declarado como testigos familiares de residentes, en su mayoría que murieron durante los meses fatídicos de 2020.

En sus declaraciones han reconocido que recibían información sobre el estado de sus familiares en esos días, pero que era insuficiente, «la mínima». Varias de las testigos han coincidido en que le llamaban prácticamente a diario pero sólo para decirles si su familiar tenía o no fiebre, si tenía o no insuficiencia respiratoria y si comía o no, pero no sobre el tratamiento que le estaban poniendo.

«Es razonable que queramos saber qué pasó en esos días, que no expliquen, cómo, quién y en qué condiciones se les atendió», ha declarado M.M., cuyo suegro apenas estuvo un mes en el centro.

«El médico telefónicamente me confirmó que mi madre tenía Covid, cuando presentó insuficiencia respiratoria, pero no se me informó si le cambiaron o no de habitación, porque la compartía con otra señora. Sólo nos decían lo imprescindible», ha explicado C.V.

Además de la información a los familiares, durante este vista los testigos, a preguntas de la abogada de la parte demandante, han reiterado sus quejas, que en su momento elevaron a la dirección, por la falta de personal y han expuesto situaciones que han calificado de «inhumanas» vividas por sus padres o maridos.

«Mi padre tenía Alzheimer y presentaba un deterioro físico y cognitivo avanzado, de diez años de evolución. Se cayó en la ducha y se rompió la cadera. No le hicieron ni una observación ni visual ni médica. La única persona que le estaba atendiendo, cuando deberían ser dos gerocultores, la vistió con la cadera rota y la subió a la sala de estar. Cuando me dijeron que se había caído, acudí rápidamente y nada más verlo ví que no estaba bien. Lo llevé al hospital y lo operaron de la cadera rota. La médico que le operó me confirmó que se la había roto con la caída», ha relatado la testigo. Tras el accidente, la directora de la residencia «me pidió mil disculpas y luego me enteré que habían despedido a la persona que le duchó».

También ha relatado como le intentaron dar la medicación por dos veces y cómo su madres sufrió una caída y cómo en el hospital prescribieron que no andara durante unos días, la dejaron en la cama y cuando fue a visitarla la encontró en el suelo, debajo de la cama, al haber intentado levantarse y tampoco nadie la había atendido.

Otra de las testigos, que fue una de las impulsoras de la Plataforma que se constituyó a finales de 2019 pidiendo más personal y un trato adecuado para sus familiares. «Veía correr a los que atendían a los usuarios. Tenían que encargarse de muchos y sólo tenían tiempo para vestirlos y poco más, para escucharles ni atenderles humanamente», ha manifestado C.D.

Asegura que protestaron a la dirección y la directora les contestó que la ratio de personal por residente era la correspondiente, «pero nosotros veíamos que el trato no era el humano, no por los trabajadores, que iban sobrecargados de trabajo», apuntando que se inició una etapa en la que el personal veterano se iba por no aguantar más y que entraban nuevos en prácticas a los que los otros tenían que enseñar y que la situación empeoró.

Estos testigos, según han contestado a preguntas de la letrada, ha decidido no adherirse a la demanda y han asegurado que lo han hecho por el coste económico que supone un proceso que no sabían cuánto tiempo duraría al que no pueden hacer frente, pero que comparten las quejas y el fin último de esta denuncia.

Precisamente, la defensa de la parte demandada ha intentado al inicio de la sesión que estos testigos propuestos por la parte demandante no declararan por no formar parte de la demanda, petición que el juez no ha admitido. Cabe recordar que, en la primera sesión también presentaron escrito antes del inicio de la vista recusando a varios testigos y el juez también consideró que dieran su testimonio y concedió a la defensa de la parte demandante cinco días para responder a esa tacha.

Este miércoles es el turno de los testigos de la gestora de la residencia, de la empresa Quavitae.

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