El 'falso empleado' de banca: cae en Alicante una red que estafó cerca de 800.000 euros a 273 víctimas
La Policía detiene a once presuntos miembros del entramado que presionaban a sus objetivos para obtener las claves bancarias y desvalijar cuentas
La Policía Nacional ha desarticulado en Alicante la cúpula de una organización criminal especializada en la estafa del 'falso empleado' de banca. La operación se ha saldado con el arresto de once presuntos miembros de la red que defraudaron, presuntamente, cerca de 800.000 euros a 273 víctimas por varias provincias españolas.
La investigación comenzó a principios de año, cuando la Policía Nacional detectó un patrón en varios delitos cometidos por diferentes puntos de la geografía española: el 'falso empleado' de banca, una técnica de phishing basada en la confianza. Una vez picas, estás liquidado.
Las pesquisas demostraron que los investigados disponían de una amplia base de datos de clientes a los que contactaba telefónicamente, generando un clima de confianza para advertirles de la detección de movimientos fraudulentos en sus cuentas.
A continuación, les solicitaban las claves de operaciones para, supuestamente, bloquear dichos movimientos, cuando lo que en realidad pretendían conseguir era autorizar movimientos de efectivo en su favor: transferencias bancarias, movimientos en plataformas de intercambio de dinero instantáneo o compras de tecnología y de criptomonedas. Un dinero que volaba desde la cuenta del propietario hasta otras ilícitas.
En cuanto a las medidas de seguridad, los supuestos estafadores utilizaban numerosos teléfonos móviles, llegando a contabilizarse durante la investigación hasta 55 números distintos, que eran intercambiados periódicamente para evitar ser identificados con facilidad, según se desprende de la investigación.
Wifi de hoteles
Las redes wifis de los hoteles, no vinculadas a sus identidades, eran un elemento clave para los supuestos criminales, donde se registraban con documentación sustraída a las víctimas para la ejecución de la actividad delictiva.
Esta era la composición de la cúspide del entramado, la cual contaba también con una amplia red de 'mulas bancarias': personas que utilizaban para la recepción del dinero defraudado a las víctimas.
Las medidas de investigación tecnológica adoptadas por los investigadores sirvieron para identificar a los cuatro supuestos dirigentes de la organización, quienes ocupaban el rol de autores materiales de las estafas.
Primera frase: principales investigados
Con todo, la Policía llevó a cabo la explotación de esta primera fase de la operación, practicándose entradas y registros en las localidades gaditanas de San Fernando, Jerez de la Frontera, Chiclana de la Frontera y la ciudad catalana de Sabadell.
Estas actuaciones culminaron con la detención de tres de los cuatro investigados principales del entramado, como presuntos responsables de los delitos de estafa, usurpación de identidad y pertenencia a grupo criminal.
En un primer momento, los investigadores detectaron 111 víctimas del entramado criminal, pero los análisis de los dispositivos hallados en las inspecciones localizaron 162 más . La banda había causado un perjuicio económico total de 778.637 euros a los 273 perjudicados, según han confirmado fuentes de la investigación.
Las víctimas detectadas tras los registros aumentaron de 111 a 273
Por lo que respecta al material incautado en los registros, se intervinieron, entre otros efectos, criptoactivos equivalentes a 7.500 euros, 27.660 euros de dinero en metálico, seis teléfonos móviles utilizados para la comisión de las estafas, un documento nacional de identidad sustraído, tres relojes de alta gama, joyas, prendas de ropa y otros complementos de lujo, así como consolas de videojuegos, ordenadores y otros efectos electrónicos, presumiblemente obtenidos con el producto de la actividad ilícita desarrollada por los arrestados.
Los capturados fueron puestos a disposición de los Juzgados de Guardia de las localidades de Jerez de la Frontera y Chiclana. El cuarto involucrado no pudo ser localizado y se ha decretado una orden de búsqueda.
Segunda fase: las 'mulas'
Durante la explotación de la segunda fase de la operación se apresó a otros ocho integrantes de la organización, pertenecientes al segundo escalón de la red. Siete de los sospechosos fueron cazados en la provincia de Alicante (tres en Elche, tres en Catral y uno en Guardamar) y uno en Lleida.
Conocidos en argot policial como 'captadores y droppers', su misión era captar a las 'mulas', en ocasiones con perfiles de especial vulnerabilidad. Les ofrecían una contraprestación económica a cambio de titularizar líneas telefónicas, poner a disposición de la organización sus cuentas bancarias para recibir el dinero procedente de las estafas cometidas, o utilizar sus datos personales para pedir y después recoger en tiendas pedidos online.
En algunas ocasiones se pudo constatar que habrían recurrido a la coacción para lograr que alguna de sus «mulas», accediera a retirar dinero ilícito de una de sus cuentas.
En esta segunda fase se practicaron seis registros en los que se intervinieron más de 15.000 euros en efectivo, escopetas y diversa munición de armas de fuego, material de telefonía, ordenadores, artículos de lujo, relojes, joyas, diversa documentación y además de un vehículo de alta gama.
Estos últimos están siendo investigados por los delitos de pertenencia a grupo criminal, estafa, detención ilegal y coacciones. Los arrestados fueron puestos a disposición de los Juzgados de Instrucción de Orihuela, Torrevieja y Lleida.