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Residencia DomusVi de Alcoi. Efe
La exdirectora de la residencia de Alcoi asegura que el centro se sectorizó cuando comenzaron los primeros síntomas de Covid

La exdirectora de la residencia de Alcoi asegura que el centro se sectorizó cuando comenzaron los primeros síntomas de Covid

Insiste en que se siguieron las indicaciones de Sanidad y que incluso fueron felicitados por su actuación en aquellos meses

B. González

Alcoi

Miércoles, 2 de octubre 2024, 18:54

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La entonces directora de la Residencia DomusVi de Alcoi, A. C., ha negado las situaciones de caos y hecatombe descrita por los testigos de la parte demandante, así como que se les trasmitiera tanto por parte del jefe de la Unidad Hospitalaria Domiciliaria y del mismo hospital Virgen de Lírios quejas al respecto. Es más, ha asegurado que en algún momento desde Conselleria llegaron a felicitarles por cómo estaban actuando.

En la tercera sesión del juicio la directora, que ha declarado en calida de testigo de la parte demandada Quavitae, ha asegurado que desde que se constataron los primeros síntomas compatibles con Covid, el 14 de marzo, comenzaron a tomar medidas como la separación de pacientes con síntomas con los que no y se prohibió la salida de las habitaciones a los residentes.

La entonces responsable del centro ha asegurado que se siguieron todos los protocolos establecidos por Sanidad y que las indicaciones cambiaban de un día para otro y que después de la intervención de Conselleria todo se hacía según las indicaciones que la coordinadora, la jefa de Enfermería del Hospital de Alcoi, le transmitía a ella misma y al médico del centro, que fue designado como director médico.

Al respecto, la abogada de la parte demandante ha recordado que en la documentación facilitada por Sanidad a requerimiento del juzgado en enero de este año, se indica que la intervención de la residencia por las autoridades sanitarias se produjo el día 12 de marzo y no el 18. La entonces directora ha insistido en que la resolución de intervención fue el 18 de marzo.

Cumplimiento de las medidas

También ha indicado que no le consta que en algún momento permanecieran juntas personas positivas y negativas en Covid. En concreto, desconoce los casos que se han escuchado en las sesiones anteriores, como el de un matrimonio que permaneció en la misma habitación cuando la mujer dio positivo o el de otra residente que permaneció junto a su compañera fallecida por el virus en la misma habitación durante doce horas.

Sobre cuál era el protocolo cuando moría un residente ha explicado que se daba aviso al médico que era quien certificaba el fallecimiento y que se llamaba a la familia y al tanatorio. «Había un periodo hasta que llegaba la funeraria en el que se mantenía el fallecido en la habitación», ha corroborado y que no podían ser trasladados a otro lugar por las características del edificio.

Así mismo ha manifestado que todo el personal estaba al tanto de las medidas y de los protocolos y que cualquier cambio de medida y pauta se indicaba en unos estadillos donde se informaba al gerocultor que entraba en turno.

Sobre la falta de personal, ha incidido que desde Sanidad se les indicó que debían contratar a más y que así lo hicieron, ampliando las horas de los trabajadores que estaban a tiempo parcial y contratado a otro médico, además del que envió la Conselleria a su disposición y a una psicóloga.

Con respecto a la doctora contratada, cuya praxis fue puesta en entredicho en la primera sesión del juicio (según dijo el jefe de la UHD retiró el tratamiento a pacientes y les inyectaba anestésico intramuscular), ha explicado que sólo estuvo una semana y ha reconocido que consultó al gerente del Hospital que esta facultativa tenía experiencia en «tratamientos antiinflamatorios» y que éste le dijo que no los aplicara.

Falta de personal

Precisamente, el tema del personal ha ocupado gran parte de su declaración, dado que Consellería sancionó en noviembre de 2020 a la residencia con 40.000 euros por la falta de horas de un médico y de personal técnioc en activiadades socioulturales, tras varias inspecciones realizadas en en diciembre de 2018 y julio de 2019.

La entonces directora lo ha reconocido pero ha insistido en que se cumplía con la ratio establecida y que el personal era el suficiente para la atención directa o indirecta de los usuarios.

Finalmente, sobre la falta de información a los familiares y las quejas, también lo ha negado. Ha reconocido que al principio resultaba complicado atender a todos los familiares de todos los usuarios, pero que posteriormente el equipo técnico (psicólogos, fisioterapuesta, trabajadore social y técnico de animación), unas seis personas se encargaban de realizar videollamadas diariamente para que los familiares pudieran contactar con los residentes y que el doctor era el encargado de transmitir la información clínica.

«Me encontré con un equipo entregado, muy presionado por la opinión pública y que hacía todo lo posible por los residentes»

Testigo de Quavitae

Psicóloga de la residencia en abril de 2020

Precisamente, otra de las testigos ha sido una psicóloga que fue contratada en el mes de abril. Ha asegurado que diariamente subían cuatro personas, de dicho equipo técnico, a planta para realizar las videollamadas y que por las tardes realizaban llamadas a los familiares cuyo listado les pasaba el doctor pero sólo para indicar que se mantenían estables porque la información médica la transmitía el doctor del centro o la UHD.

A esta testigo, que entró a trabajar cuando ya habían fallecido más de 50 residentes, no le consta quejas directas de los familiares. «Vi alguna queja por redes sociales de un familiar a la que yo había llamado personalmente y con la que no pude contactar».

Ha insistido en que el protocolo era riguroso y que disponían de todas las medidas de seguridad, entre ellas EPIs y que, pese a las primeras reticencias de ir a trabajar sabiendo lo que estaba ocurriendo en la residencia, «me encontré con un equipo entregado, muy presionado por la opinión pública y que hacía todo lo posible por los residentes y que estaban allí muchas horas, en mi caso alguna vez más de 12 horas».

La tercera testigo propuesta por la empresa gestora de la residencia ha sido una de las ayudantes de supervisión, I. M., a la que testigos del lunes acusaron de trato denigrante y haber recibido presiones, algo que ella ha negado.

Ha corroborado todo lo dicho por la entonces directora del centro en cuanto a la actuación y protocolos que se aplicaron en esos meses críticos de la pandemia. Es más, ha asegurado que «un positivo nunca se puso con un negativo» una vez conocieron los resultados de los test y que se reservó la segunda planta sector B para los negativos en Covid. Sin embargo, tampoco ha recordado al matrimonio que permaneció en la misma habitación teniendo uno de ellos el virus.

Ha negado que hubieran residentes que estuvieran horas fallecidos sin que se dieran cuenta y que ella era la responsable de recibir el aviso de los gerocultores en caso de fallecimiento y de llamar a la funeraria y que se encargaba de acompañar a los operarios a la habitación. Su testimonio, al respecto, se contradice con lo que manifestaron varios de los gerocultores que testificaron el lunes que aseguraron que sí trasladaron el aviso y que no subían por las plantas. Ella lo ha negado y ha asegurado que lo hacía varias veces al día.

Sobre la falta de personal, también lo ha negado y ha manifestado que llegó a triplicarse y que la ampliación de las horas del personal que trabajaba a tiempo parcial se realizó unos días antes del 14 de marzo, pero desconoce por qué se hizo entonces.

Funciones de los gerocultores

Hay un dato sobre en el que esta ayudante supervisora relativo a lo manifestado por los gerocultores de que realizaban funciones que no les correspondía como el dar la medicación a los usuarios. Ella lo ha negado. «A mí no me consta que los gerocultores dieran la medicación. Lo hace enfermería. El tiempo que estuve de gerocultora yo no lo hacía», ha manifestado, aunque sí ha dicho que está dentro de las funciones.

En este aspecto se ha contradicho con la exdirectora del centro, quien sí ha confirmado que los gerocultores daban la medicación a los usuarios, aunque era Enfermería quien dejaba preparada con el nombre de cada uno el correspondiente blíster con la medicación que debía tomar mañana, tarde y noche para que no hubiera error. La directora ha reconocido que hubo quejas de algún trabajador y que se consultó a la empresa matriz y le trasladaron que sí podían hacerlo.

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