Dos argelinos detenidos en Alicante tras encontrarles patinetes, móviles y dinero sustraídos en su furgoneta

Los ocupantes no lograban dar explicaciones coherentes de la procedencia de los efectos, no tenían ningún documento acreditativo de la adquisición, infiriéndose, por lo tanto, la procedencia ilícita, todo ello desencadenó la detención de ambos por la comisión de un delito de receptación y la intervención de diversos efectos.

La operación ha sido desarrollada por agentes de la Policía Nacional pertenecientes al Grupo Operativo de Policía Judicial, junto con integrantes del Grupo Operativo de Respuesta (GOR), ambos adscritos a la Comisaría Norte en Alicante.

Los agentes del Grupo II en el marco de un operativo destinado a la detección de efectos sustraídos, provenientes de delitos contra el patrimonio, como podrían ser los hurtos, robos con fuerza y robos con violencia e intimidación, localizaron en un control realizado en vía pública esta furgoneta con diverso material sustraído.

Las gestiones practicadas por Policía Nacional consiguieron identificar a dos de los propietarios de los efectos intervenidos, concretamente fue entregado un VMP (patín eléctrico) a su propietaria. Este lo habían sustraído en el centro donde estudiaba, así como un bicicleta valorada en 2.000 euros, que había sido sustraída en un robo con fuerza el día anterior en una vivienda del Campello.

La Policía no descarta la localización de más perjudicados para conseguir entregar otros de los objetos sustraídos a sus verdaderos dueños. Asimismo, han remitido todo lo actuado al Juzgado de Instrucción en funciones de Guardia de Alicante.

Los detenidos portaban un pasaje para embarcar en el Ferry destino a Argelia, descubriéndose que era un itinerario que uno de los autores realizaba periódicamente. Al pasar los efectos sustraídos a un país extranjero, los autores se aseguraban su venta posterior minimizando las posibilidades de ser descubiertos. Los agentes han intensificado los controles para evitar hechos similares.

La receptación es un delito incardinado en aquellos que protegen el patrimonio y el orden socioeconómico y persigue a aquella persona que con ánimo de lucro y con conocimiento de la procedencia ilícita de algún efecto, aún sin haber participado en la sustracción, ayude a los responsables a aprovecharse, o reciba, adquiera u oculte tales efectos. Este delito conlleva aparejadas penas de hasta dos años de prisión y puede llegar hasta tres en los casos más agravados por nuestro Código Penal vigente.