La discusión por un robo, probable desencadenante del secuestro que acabó con la vida de un joven en Alicante
La víctima habría sustraído a quien fuera su verdugo dinero, documentación y las llaves de un domicilio | La Policía tiene indicios de que cuando el agresor se presentó en la vivienda del fallecido para reclamar sus pertenencias comenzó una pelea que acabó con el atacado herido de gravedad
Un robo previo de la víctima a su presunto asesino. Esta es la principial hipótesis que baraja la Policía Nacional como desencadenante del brutal crimen del joven de 18 años, quien fue secuestrado y torturado por sus verdugos, una mujer de 81 años y su hijo -también argelinos-, durante 15 horas hasta arrebatarle la vida.
Tras una semana de investigación, los agentes de la Policía Judicial han recabado pruebas para establecer una hipótesis concreta sobre cómo pudieron desarrollarse los hechos. Según las pesquisas, el fallecido y el arrestado llevaban dos días discutiendo sobre un posible robo. La víctima habría sustraído a quien fuera su verdugo su dinero, documentación y las llaves del domicilio donde estaba viviendo con su madre, distinto al lugar del crimen.
Testigos presenciaron cómo en una ocasión el apresado le increpaba en actitud violenta para que se las devolviera; sin embargo, la víctima no le dio importancia al hecho. Hasta la madrugada del 6 de septiembre todo cambió y comenzó una pesadilla que se alargó durante 15 horas, hasta que el joven falleció.
La madrugada del pasado jueves el presunto asesino se presentó en la vivienda de la víctima insistiendo en recuperar sus pertenencias. Los investigadores creen que pudo ser este el momento en el que se produjo una discusión que acabó con la víctima herida y en mal estado, posiblemente por el golpe en la cabeza que le provocó la muerte un día después.
Desde ese momento y durante las siguientes 15 horas, el arrestado, presumiblemente con la ayuda de su madre, debió someter a la víctima a un constante e innecesario sufrimiento. Los agentes destacan que el ensañamiento con la víctima fue tan sanguinario que le dejaron prácticamente sin vida.
Además, desde el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) consideran que los supuestos agresores manifestaron «un gran desprecio a la intimidad y dignidad de la víctima», al haber expuesto las imágenes de la víctima en el perfil abierto de su red social, desnudo y en un lamentable estado provocado por la tortura a la que le sometieron; «con una fregona tapándole la cara», añaden.
Finalmente, madre e hijo, posiblemente al ver que la víctima no reaccionaba y estaba inconsciente (estado en el que lo encontraron los sanitarios), intentaron ocultar los hechos, llamando a los servicios sanitarios y simulando que lo habían encontrado en ese estado.
Inspección ocular y declaración de testigos
Posteriormente, gracias a la minuciosa inspección ocular llevada a cabo en el lugar del suceso bajo mandato judicial, se obtuvieron indicios claros sobre la posible sucesión de los hechos confirmándose todos los datos que manejaban los investigadores de Policía Judicial hasta el momento.
Manchas de sangre por toda la vivienda y mobiliario, e incluso en el colchón de la víctima, al que habían dado la vuelta intentado ocultar los restos de sangre que tenía. Los agentes determinaron que los videos y las fotos que enviaron a la familia habían sido tomados en el mismo lugar donde fue hallada la víctima.
La arrestada fue sorprendida por los agentes intentando limpiar los restos de sangre con una fregona, la misma con la que le taparon la cara al joven de 18 años cuando le hicieron la foto para exigir el rescate por su secuestro. Una prueba más que reforzaba todo la hipótesis de trabajo establecida inicialmente por los investigadores.
Otro hecho revelador fue el hallazgo de prendas de ropa que pertenecían al arrestado y que se veían claramente en los videos y fotos, así como la documentación de la víctima rota y ocultada dentro de la cisterna del baño, además de la presunta arma blanca que usaron para torturarle.
