El Consell, escandalizado por el caso de la residencia ilegal de Elche donde murió un discapacitado intelectual
«No podemos consentir que estas cosas ocurran», afirma el titular de Emergencias e Interior tras clausurarse el centro clandestino
El Consell se muestra indignado y escandalizado por el caso de la residencia ilegal clausurada en Elche tras haberse producido en ella la muerte de un discapacitado intelectual que era atendido en el centro clandestino. «No podemos consentir que estas cosas ocurran, y más con personas necesitadas», ha clamado este viernes el titular de Emergencias e Interior, Juan Carlos Valderrama.
Valderrama ha destacado que en la Vicepresidencia Primera y Conselleria de Servicios Sociales «ya se está trabajando para poder dar una respuesta lo más eficaz posible» a los hechos, destapados esta misma semana y que han generado una gran conmoción no solo en Elche, sino en toda la provincia de Alicante. Una vivienda unifamiliar atendía a dependientes a cambio del cobro diario de entre 30 y 45 euros.
Valderrama ha explicado que la Policía de la Generalitat y la Policía Local llevaron a cabo una inspección del inmueble y, tras detectar la grave situación, se derivó la investigación a la Policía Nacional. Del mismo modo, ha recalcado que «desde los juzgados de Elche se seguirá todo el procedimiento apropiado porque no podemos consentir que estas cosas ocurran».
Los cuidados presuntamente se prestaban sin autorización alguna y en condiciones insalubres, como pudieron comprobar los agentes que efectuaron la inspección del domicilio. De hecho, concluyeron, según confirmó el propio Ayuntamiento ilicitano, que «no cumplía las condiciones mínimas para el alojamiento de personas dependientes».
Y, por si fuera poco, las estancias presentaban «deficiencias higiénico-sanitarias evidentes, restos orgánicos y olores de orina y excrementos, camas y colchones en estado precario, suciedad generalizada y ausencia de ventilación adecuada». En las zonas comunes, como cocina, comedor y baños, se localizaron alimentos en mal estado, electrodomésticos sin mantenimiento y un grave riesgo de contaminación cruzada, detallaron las mismas fuentes. Además, en las habitaciones había un elevado número de animales, perros y gatos, sin documentación ni control sanitario.
Los presuntos responsables del negocio ilegal fueron identificados como un matrimonio de 58 y 48 año que operaba en una vivienda alquilada de la que emanaban olores a excrementos y orina. El propietario del inmueble desconocía el uso que se le estaba dando.
En el interior los agentes encontraron a varias personas con discapacidad intelectual con síndrome de Down, autismo y otras enfermedades neurológicas, algunas de ellas en especial estado de vulnerabilidad. Las averiguaciones policiales indican que la residencia ilegal, rotando por diferentes propiedades, ha podido estar en funcionamiento desde 2016.
Ante las graves irregularidades anotadas, la Policía Local de Elche y la Policía de la Generalitat procedieron al precinto y clausura inmediata de la actividad, al tiempo que se trasladó la situación a las familias de las personas internadas.
Los hechos fueron denunciados ante la Inspección de Trabajo, la Conselleria de Sanidad y el propio Ayuntamiento de Elche por carecer la instalación de licencia de actividad. Los servicios sociales fueron alertados para la valoración inmediata sobre la necesidad de asistencia a las personas ingresadas y a sus familias
