El Campello realoja a los vecinos del inmueble siniestrado

Mientras los bomberos ayudaban a las personas con menor movilidad a salir a través de los balcones con apoyo de una autoescalera, el resto de servicios de emergencias acompañaban a otros a sus domicilios a recoger enseres personales de primera necesidad. No se sabe aún cuándo podrán regresar.

Eran las 6.30 horas de la mañana cuando las paredes crujieron y se desplomó el pasillo de la tercera planta del edificio, uno de los más antiguos construidos hace 55 años en esta idílica ubicación, justo enfrente del mar, en el número 46 de la avenida Jaume I.

Hace cinco años ya se realizaron tareas de rehabilitación en una parte de la edificación. Ahora, serán los técnicos de Bomberos y del Consistorio campellero los que emitirán el veredicto definitivo sobre las causas del derrumbe y las posibles soluciones arquitectónicas. Pero eso vendrá después.

Lo primero es realojar a los afectados. Al mismo lugar de los hechos acudieron el alcalde de El Campello, Juan José Berenguer, y el concejal de Seguridad, Rafael Galvañ. Allí mismo, frente a la playa de Muchavista donde se encuentra el edificio, improvisaron una primera reunión con los afectados.

Sin tiempo que perder, lo primero era revisar los papeles de la comunidad y el seguro. Comienza para los vecinos su particular batalla burocrática. Informes, peritos y papeles. Pero eso no era el tema de la reunión. Berenguer les explicó la situación y cómo el Ayuntamiento se ponía a su disposición para encontrarles alojamiento.

Muchos ya avisaban a familiares de lo que les había pasado, de cómo la vida te cambia mientras uno está en la cama, como les ha ocurrido a los propietarios de los 18 pisos habitados en este momento, de los 44 que hay. Mientras unos llamaban a los hermanos o conocidos más cercanos, Berenguer se ponía al teléfono para conseguirles un alquiler en alguno de los muchos apartamentos turísticos de la población costera. Una solución provisional, pero solución al fin y al cabo.

A los apartamentos Ahoy y Apartamentos Las Lanzas se han trasladado los vecinos que han optado por esta solución. El detalle es que el Ayuntamiento también realojará a tres perros de una propietaria en un hotel canino.

Ante la impotencia de dejar atrás su casa, unos marchaban a la acogida de sus familiares y a otros los recogía un microbús puesto por el Ayuntamiento camino de un encuentro con la concejal de Servicios Sociales, Maricarmen Alemañ, quien les ha recibido de inmediato. Los servicios municipales se ponen en marcha de unas personas que, en unos minutos, se han quedado sin vivienda por el momento.