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¿Qué une a científicos y empresarios?: «Sabemos la recompensa del esfuerzo bien dirigido»
El prestigioso doctor alicantino Enrique de Madaria ofrece una ponencia en el Cámara Business Club en la que hace un llamamiento a la iniciativa privada para que apoye la investigación
Una eminencia. Con ese apelativo se ha presentado al ponente que ha participado este miércoles en el ciclo de charlas organizado por Cámara Business Club de Alicante. El reputado doctor Enrique de Madaria Pascual ha abordado con su alocución el «método del éxito» que une a científicos y empresarios, y ha aprovechado la ocasión para hacer un llamado a las empresas alicantinas a impulsar la investigación mediante la aportación de fondos.
Entre su destacada hoja de servicios, el doctor de Madaria sobresale por ser subdirector científico de ISABIAL y profesor asociado en la UMH; además de haber presidido las sociedades científicas AEG y AESPANC, y de dirigir un curso de posgrado en Harvard.
«Es impresionante que un alicantino haya conseguido tener resonancia en Harvard gracias a su trabajo», ha explicado Jesús Navarro, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Alicante, quien ha sido el encargado de presentar al ponente ante la ausencia del presidente cameral, Carlos Baño, de viaje para asistir a la feria turística de Londres.
Formado en el Hospital General de Alicante —donde también nació hace 50 años—, de Madaria ha recordado los orígenes de su pasión por la medicina. «Mi abuelo, Ángel Pascual, trabajó en ese hospital, y gracias a él quise ser médico». La semilla científica la cultivó en casa: «Mi padre grababa todos los documentales de ciencia; de ahí surgió ese amor por la investigación que siempre me ha acompañado».
El doctor alicantino ha hablado del paso que tuvo que dar a Badajoz en el camino hacia su meta: «Tuve que irme porque no me llegaba la nota en Alicante, pero siempre quise volver». Y de cómo la constancia marcó su camino: «Estudiaba ocho horas diarias con un cronómetro para medir el tiempo de estudio real. Lo paraba incluso para ir al baño». El esfuerzo dio sus frutos: obtuvo el puesto 93 de entre 10.700 aspirantes en el MIR, lo que le permitió volver a su ciudad natal para formarse en aparato digestivo.
«Para el MIR estudiaba ocho horas diarias con un cronómetro para medir el tiempo de estudio real. Lo paraba incluso para ir al baño»
Doctor Enrique de Madaria
«Sabemos de la recompensa del esfuerzo bien dirigido. Es algo que nos une a investigadores y empresarios», ha explicado el facultativo. En su recorrido profesional, admite haber tenido que lidiar con el «síndrome del impostor», algo a lo que ha podido sobreponerse gracias a consejos como el recibido de uno de sus mentores: «Lo que marca la diferencia es la actitud».
Su trayectoria investigadora empezó con un máster de cuatro años, tras lo cual llegó la publicación de su primer artículo científico. Fue en el año 2000, tras cinco años de intenso trabajo.
'Falsos' dogmas
Su campo de especialización, la pancreatitis aguda, le llevó a cuestionar dogmas médicos: «Durante años se creía que había que administrar mucha agua a los pacientes con fluidoterapia. Nuestro estudio demostró que eso era falso: los que más fluido recibían iban peor». Aquel hallazgo, fruto de un estudio con 250 pacientes, fue publicado en una revista internacional de prestigio.
Su salto internacional llegó en un congreso en Chicago, donde un colega le animó a ampliar su base de datos para un nuevo estudio. Ese impulso derivó en una publicación en 2014 que le abrió las puertas del networking científico. «La capacidad de conectar con otros colegas también nos une a empresarios e investigadores», ha destacado.
Con el tiempo comprendió que los estudios observacionales no bastaban para mejorar la vida de los pacientes. «Son los ensayos clínicos los que cambian la medicina». Así llegó su primer ensayo, con 40 pacientes, que demostró el efecto antiinflamatorio del fluido Ringer. Más tarde, logró reunir a 250 pacientes de todo el mundo para romper definitivamente el dogma asociado a la fluidoterapia en el tratamiento de la pancreatitis.
«Soy el único médico alicantino que ha publicado como autor principal en el New England Journal of Medicine, la revista médica más prestigiosa del mundo», ha señalado De Madaria. Aquel logro lo celebró dejándose tatuar por su hija Ángela el nombre de la revista.
La labor de Madaria le ha llevado actualmente a liderar un ensayo clínico internacional con 800 pacientes de 48 centros distribuidos en 18 países, el mayor del mundo sobre pancreatitis aguda
La labor de Madaria le ha llevado a liderar un ensayo clínico internacional con 800 pacientes de 48 centros distribuidos en 18 países, el mayor del mundo sobre pancreatitis aguda.
Además de su carrera científica, De Madaria ha sabido aprovechar las oportunidades que la tecnología y la colaboración ofrecen. A través de las redes sociales lanzó hace unos años un curso en línea sobre aparato digestivo que reunió a 1.500 inscritos. Ese éxito lo llevó a colaborar con la Universidad de Harvard en un programa formativo que atrajo a más de 3.000 participantes. «Hay que aprovechar las oportunidades que nos ofrece la vida».
En la «élite de la investigación»
El médico alicantino ha cerrado su charla apelando a la conexión entre el mundo empresarial y la investigación biomédica. «En Alicante tenemos un ecosistema único», ha explicado en referencia al Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (ISABIAL), que aúna los esfuerzos del Hospital General, la UMH y la UA. «Hace una década se nos acreditó como instituto sanitario. Estamos en la élite de la investigación».
El médico alicantino también ha aprovechado la ponencia para pedir la implicación del empresariado alicantino en la investigación biomédica. A modo de ejemplo, ha hecho referencia a la donación de 300.000 euros que realizó la firma Chocolates Valor durante la pandemia, una tercera parte de los cuales se destinó a becas de investigación.
Carrera solidaria
Siendo presidente de la Asociación Española de Pancreatología (AESPANC), de Madaria ha impulsado la investigación desde el ámbito social con iniciativas como la Carrera de las Ciudades contra el Cáncer de Páncreas. «El cáncer de páncreas tiene solo un 4 % de supervivencia a cinco años, pero tranquilos, conseguiremos mejorar ese pronóstico», ha prometido ante los asistentes al acto, que ha tenido lugar en el restaurante Finca Santa Luzia de Sant Joan d'Alacant.
La carrera, que comenzó modestamente con 6.000 euros recaudados, ha crecido hasta celebrarse en diez ciudades españolas y tres italianas. En una década, ha conseguido reunir más de 1,2 millones de euros para financiar la investigación oncológica. La próxima edición de la carrera se celebrará en Alicante el 23 de noviembre.