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Luis Durá Maciá, 'El Santanero' María teresa durá
La historia del 25296: el número que colocó al Betis Florida en el panorama nacional

La historia del 25296: el número que colocó al Betis Florida en el panorama nacional

Desde el club aseguraban que el décimo ganador del cuarto premio de la Lotería de Navidad tenía 32 años de historia, pero son algunos más

Viernes, 6 de enero 2023, 07:32

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El pasado 22 de diciembre la suerte sonrió al Betis Florida. El 25296, número que jugaban desde hace 32 años -según creían desde el club-, fue cantado con ilusión por los niños de San Ildefonso y vitoreado por el Teatro Real de Madrid. El cuarto premio de la Lotería de Navidad aterrizaba en uno de los clubes históricos de la provincia de Alicante.

El montante económico repartido ascendió a 14 millones de euros, distribuidos en los 723 décimos vendidos entre las familias de los más de 400 jugadores que componen el club y los vecinos del barrio. Un premio que salió desde la administración de lotería número seis de Alicante, 'El Negrito', ubicada en la calle Portugal número 35, que en total repartió 17.200.000 euros en todo Alicante.

No hay nadie en la ciudad que no se haya hecho eco del golpe de fortuna que ha convertido el 2022 en el año, si no más importante, más feliz de la dilatada vida del Betis Florida. Pero pocos conocen la historia del número agraciado, incluída la directiva actual, algo normal en un club casi centenario. Un rotura de una tubería de la oficina donde guardaban los archivos históricos del club destrozó los documentos y borró cualquier huella del pasado.

'El Santanero'

Pero siempre hay alguien que aparece para resucitar la historia. Esta vez ha sido el turno de María Teresa Durá Lillo, hija de Luis Durá Maciá. También conocido como 'El Santanero', fue uno de los primeros socios que tuvo el club, fundando en 1928 por José Mejías, un andaluz afincado en el barrio de la Florida.

María Teresa cuenta que cuando leyó que el club llevaba 32 años jugando el mismo número se dio cuenta de que la gente desconocía el verdadero origen del décimo premiado. Sabía que era más antiguo y quiso buscar documentos que lo acreditase.

Al día siguiente del sorteo se fue a 'El Negrito' con el objetivo de encontrar alguna prueba para poder mostrarla en el club. La actual gerente le comentó que la administración era propiedad de su suegro. Cuando falleció, guardaron todos los archivos en una habitación, pero al ampliar el local tuvieron que deshacerse de ellos. Se quedaba sin pruebas, otra vez.

Pero a la hija de 'El Santanero' le invadía un sentimiento de pertenencia, el número era como un hijo para ella. Sabía que en este cuento su padre era el protagonista. Estaba segura de que el 25296 tenía más años porque llevaba toda la vida comprándolo. Dubitativa de si fue en 1928 o 1929, relata a TodoAlicante la historia que le contó su padre.

Tras la creación del Betis Florida el club envió a dos socios a elegir una papeleta de lotería -en aquella época no existía el décimo- para que fuese el número del club. A 'El Santanero' le acompañó en la aventura su amigo 'El Alpargatero' -María Teresa cree recordar que su nombre de pila era Antonio-, quien regentaba una zapatería en la calle Rigel y fabricaba alpargatas, de ahí su apodo.

Una vez que llegaron a la adminsitración de lotería, 'El Alpargatero' dejó que eligiese el número su compañero y amigo Luis Durá. El zapatero, que padecía una cojera, era muy supersticioso y auguraba que si él lo escogía, el número no iba a salir premiado nunca, debido a que los cojos traían mala suerte. Ante esto, el abuelo de María Teresa decidió seleccionarlo él, totalmente al azar.

Un azar que ha cerrado el círculo de una historia preciosa. Sergio Llopis Durá, hijo de María Teresa y nieto de 'El Santanero', fue elegido hace poco más de un mes y medio como delegado del equipo senior del Betis Florida. Pocos días antes del sorteo acudió a la asamblea organizada por el club y compró unos cuantos décimos.

Tras más de 90 años jugando el club el mismo número nunca había sido premiado. Según cuenta María Teresa, una vez tocó diez pesetas y también han recibido alguna devolución, pero nada reseñable. Siempre que iba a recoger la loteria, vecinos y socios del club que conocieron a su padre le decían «ay que mano tuvo tu padre, mira que coger un número que no ha salido en la vida», relata la hija de 'El Santanero'.

Ha tenido que llegar al club el nieto de la persona que eligió el 25296 como número del club para que, por fin, sea agraciado. Esto sí que es entrar con buen pie a un sitio, que no es uno cualquiera, es el club de la vida de su abuelo. 'El Santanero' no perdonaba la lectura del periódico por las mañanas y las partidas de dominó para digerir la comida. «Mi padre se pasaba el día en el club, era parte de su vida», narra María Teresa.

Emoción y agradecimiento

Una hija que, orgullosa de su orígenes y de la figura de su progenitor, relata emocionada los sentimientos que afloraron cuando distinguió -después de tres horas de continuo bombardeo de cifras- que el número que había elegido su padre -y que llevaba jugando toda la vida- era uno de los cuartos premios de la Lotería de Navidad.

La hija de 'El Santanero' detalla que, sentada enfrente de la televisión, apuntaba los números del sorteo sin ninguna esperanza. Delante, como cada 22 de diciembre, tenía la foto de su padre a quien miraba y le rogaba -de una vez por todas- que hiciese algo con «el numerito».

Cuando lo vio en la pantalla -porque se lo sabe de «requetememoria»- un explosión de jubiló inundó el salón. Ya no era el tema económico, la emoción alteró su cuerpo hasta hacerle llorar desconsoladamente. María Teresa cuenta que miró la foto de su padre y le dijo: «por fin se ha cumplido tu número».

Luis Durá Maciá, 'El Santanero', falleció hace 26 años. Era, junto a sus hermanos, muy conocido en la zona. Ya no queda nadie de la época de la fundación del club. El último en fallecer fue 'Asensi', que era el encargado de repartir la lotería en el Betis Florida.

Pero a pesar de que no queda nadie que pueda contar de primera mano la historia del casi centenario número, ni tampoco ningún archivo histórico que lo corrobore, hay que agradecer a María Teresa Durá Lillo y a sus hijos, Gema y Sergio Llopis, que hayan compartido este relato tan bonito con todos los alicantinos.

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