Estas son las pautas que recomiendan los psicólogos para afrontar la trágica DANA
Los profesionales aconsejan limitar la exposición a noticias sobre la catástrofe, e intentar mantener rutinas diarias
La catastrófica DANA que ha azotado la provincia de Valencia está dejando cifras e imágenes trágicas para el recuerdo. A pesar de que la provincia de Alicante haya salido indemne de este episodio climático, no hace falta haber vivido en primera persona la tragedia para haber experimentado altos niveles de miedo, malestar, estrés y ansiedad a través de las informaciones que nos llegan a través de allegados, noticiarios o redes sociales. Así lo reconocen desde el Col·legi Oficial de Psicologia de la Comunitat Valenciana (COPCV), desde donde han elaborado una suerte de decálogo para afrontar la situación, aunque sea desde la distancia.
La entidad colegial normaliza el hecho de sentirse emocionalmente afectado y experimentar desde miedo o preocupación, a tristeza o enfado intensos. «Lo habitual es que estos síntomas vayan suavizándose y desapareciendo conforme vaya normalizándose la situación y que solo, en algunos casos, puedan derivar en un problema más grave». Para esos, lanzan una serie de recomendaciones:
¿Cómo reducir los niveles de estrés?
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Limitar la exposición a las noticias para evitar su posible efecto abrumador
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Mantener el cuidado de uno mismo, haciendo respiraciones profundas, caminando o meditando; alimentarse lo mejor posible y haz ejercicio (muévete), descansa y evita el consumo de drogas y alcohol
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Conectar con otras personas, hablando con amigos y familia, o con un profesional de la psicología
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Maneja los pensamientos y emociones, y mantener la esperanza.
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Mantener la rutina en la medida de lo posible
Una crisis de esta magnitud puede ser especialmente difícil para los niños y niñas y adolescentes, ya que «reaccionan en función de lo que observan en los adultos que tienen alrededor». Por lo tanto, los profesionales recomiendan a los progenitores «mantener la calma y limitar el tiempo de exposición a la cobertura mediática y en redes de los jóvenes, así como mantener las rutinas y hacer actividades de ocio«.
¿Cómo seguir la actualidad?
Respecto al consumo de noticias, se recomienda que se haga de manera limitada si esto genera cierto estrés, aunque desde el COPCV destacan la importancia de mantenerse informado y seguir las directrices y guías de los expertos y autoridades; seguir las directrices de salud y seguridad ofrecidas por las entidades oficiales.
A modo de reflexión, también recuerdan que «los medios de comunicación se focalizan más en las cosas que van mal y que son excepcionales, que en aquellas que van bien y son normales».
¿Cuándo pedir ayuda?
Desde el COPCV advierten que las situaciones estresantes en ocasiones «no presentan un patrón identificable y suceden de manera inesperada», por lo que las reacciones pueden ser inmediatas o suceder al cabo de un tiempo. Algunos síntomas que pueden estar señalando que existe un problema o trastorno son los siguientes.
Señales de alerta
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Aparecen cambios en los patrones de alimentación o de sueño.
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Se evita a otras personas.
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Son frecuentes los dolores de cabeza, estómago, dolores de cuello o espalda, o un empeoramiento de problemas crónicos de salud.
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Hay llanto, preocupación, tristeza o miedo excesivos y persistentes o aparecen ataques de pánico.
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Sentirse enfadado, culpable, desesperanzado/a, anestesiado/a, confuso, irritable o impaciente.
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Pensar excesivamente sobre el desastre o buscar mucha información relacionada con la situación (en las noticias, redes…).
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No querer levantarse de la cama.
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Experimentar dificultad para concentrarse o prestar atención.
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Aumentar el consumo de alcohol, tabaco u otras drogas.
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Experimentar deseos de sobreproteger a las personas queridas.
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Evitar actividades con las que se ha disfrutado en el pasado.
Experimentas estos síntomas no es indicativo necesariamente de que existe un problema, aunque los psicólogos recomiendan buscar ayuda profesional si estas situaciones persistan más allá de un par de semanas –o lo hacen con una intensidad tan alta que te impiden realizar actividades habituales–, así como si se acompañen de sentimientos muy intensos de malestar o desesperanza, o incluso aparezcan pensamientos relacionados con el suicidio.
Perfiles de personas más vulnerables
Por otra parte, no todas las personas responden de la misma manera a las situaciones estresantes, por lo que se pueden establecer ciertos perfiles más vulnerables. En ese sentido, la entidad colegial aseguran que tienen mayor riesgo de presentar consecuencias psicológicas aquellas personas que están viviendo el impacto directo del desastre o cuyas familias están padeciendo la situación, así como personas mayores, niños y adolescentes, las que viven solas o tienen una reducida (o inexistente) red de apoyo; o aquellas con historial previo de síntomas o problemas psicológicos o con altos niveles de preocupación.
Los profesionales y voluntarios que se encuentran en primera línea de atención también son más vulnerables, entre los que se encuentra el personal sanitario e intervinientes (fuerzas de seguridad, bomberos…) que está participando en la atención.
