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Desde el inicio de este verano, 136 personas han perdido la vida en la provincia de Alicante por causas atribuibles a las altas temperaturas. Estas cifras llegan en un verano que ha resultado «extremadamente cálido», según la Agencia Estatal de Meteorología, con una temperatura media de casi 26 grados. De hecho, el bimestre julio-agosto de 2024 será el tercero más cálido de los últimos 70 años. Por delante se encuentran los pasados dos veranos, en los que el número de muertes por calor fue superior al de este año.
El año pasado se contabilizaron 204 decesos, mientras que el año anterior fueron 200. Respecto a 2024, el mes más letal ha sido el de agosto, con 101 muertes, seguido por las 34 de julio, y la única que se registró en el último tercio de junio. De todas estas muertes, algo más de un centenar se registraron en población mayor de 65 años, el segmento poblacional más susceptible a padecer los estragos de las altas temperaturas.
Estas cifras son fruto de la estimación hecha por el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III que infiere el número de decesos atribuibles al calor basándose en los datos diarios de temperatura de Aemet; a los relativos a población extraídos del INE; y a los registros civiles. Dicho lo cual, esta estimación estadística sirve para hacerse una idea de la evolución de los excesos de mortalidad derivada de las temperaturas extremas.
El calor durante este verano se ha hecho notar especialmente en horario nocturno, y es que «las noches cada vez son más cálidas en nuestro territorio, lo que está muy relacionado con el progresivo aumento de la temperatura del aire y del mar», explican desde Aemet, quienes destacan que «cada vez tenemos más noches tórridas y tropicales en nuestro territorio».
Hasta 71 de estas noches tropicales se han registrado en Alicante en lo que llevamos de verano, caracterizadas porque durante ellas la mínima no baja de los 20 grados. En 2023 se llegaron hasta las 95, lo que supuso batir un récord que se mantenía desde 1938.
Desde Sanidad inciden en la importancia de seguir ciertas prácticas para evitar riesgos asociados a las altas temperaturas: evitar la exposición directa al sol entre las 12 horas y las 17 horas; beber abundante agua si no se tiene contraindicación médica, evitar el alcohol y la cafeína; proteger a mayores, menores y otras personas vulnerables; utilizar cremas protectoras adecuadas; hacer ejercicio en las horas menos calurosas; y no dejar a nadie en el coche, tampoco a las mascotas.
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