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Varios agentes con perros policías en los accesos de Urgencias del Hospital Universitario de Asturias (HUCA). E. C.
Una falsa amenaza de bomba obliga a desalojar las urgencias del Hospital de Asturias en plena noche

Una falsa amenaza de bomba obliga a desalojar las urgencias del Hospital de Asturias en plena noche

Pasada la una de la mañana la Policía comenzó a permitir el regreso de familiares y pacientes, mientras la normalidad regresó al centro sanitario

Alberto Arce

Jueves, 11 de mayo 2023, 01:58

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La Policía Nacional desalojó anoche de forma parcial el HUCA –el servicio de Urgencias y las Urgencias Pediátricas, además de las plantas cuarta y quinta–, tras producirse una amenaza de bomba pasadas las diez de la noche. Agentes pertenecientes a los Tedax y la Unidad de Guías Caninos, con la colaboración de Protección Civil, peinaron el hospital en busca del posible artefacto. Lo hicieron planta por planta. Además de a todos los familiares que se encontraban en los citados espacios, también se solicitó a los pacientes más leves y a parte del personal sanitario que abandonaran las instalaciones. El desalojo se realizó de forma ordenada, pero en algunos casos no se pudo evitar el nerviosismo, como el de un padre que tuvo que salir al exterior y dejar a su hijo de dos años ingresado muy grave en la UCI.

Agentes de la Policía Nacional registran el interior de las dependencias de Urgencias del HUCA.
Agentes de la Policía Nacional registran el interior de las dependencias de Urgencias del HUCA. E. C.

La llamada que informaba del aviso de bomba ofreció desde el principio poca credibilidad a la Policía, pero las indicaciones de seguridad para estos casos obligan a aplicar un protocolo de emergencia e investigación. La primera hipótesis, según confirmaron fuentes del operativo, apuntaba a una posible broma relacionada con un reto viral. Las multas en estos casos podrían ascender a cien mil euros.

El presidente del Principado, Adrián Barbón, lanzó cerca de las doce la noche un mensaje de tranquilidad y calma, explicando que los servicios especializados de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad estaban trabajando en las instalaciones.

El Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa), ante esta situación, siguió «los protocolos establecidos por las fuerzas y cuerpos de seguridad». A eso de la una de la madrugada, el nerviosismo de los primeros momentos ya comenzaba a disiparse, aunque los equipos aún no habían terminado de peinar el Hospital. Salud, como medida de prevención, bajó la presión de urgencias, tanto de los casos leves como de los familiares, a través del 112, mediante la derivación de pacientes a otros dispositivos sanitarios.

Casos desviados

Las autoridades sanitarias llamaron a la calma durante todo el operativo y garantizaron que se secundaran las indicaciones de los cuerpos de seguridad. Siguiendo las novedades desde el exterior de la zona de Urgencias permaneció la gerente del Sespa, Conchita Saavedra. En sus palabras, «nunca habíamos recibido una amenaza de bomba así en el HUCA, sí en el antiguo Hospital de El Cristo, pero no aquí, al menos que yo recuerde», explicó.

La responsable de salud enfatizó que «en cuanto recibimos la comunicación por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad activamos el protocolo de contingencia».

La policía acordonó los accesos al Hospital
La policía acordonó los accesos al Hospital R.C.

Este operativo incluyó la activación de los avisos de emergencia en otros centros sanitarios. Desde Cabueñes, la excaldesa y cirujana de guardia en este hospital, Carmen Moriyón, señaló que «todo el personal se organizó para estar preparado para todo aquello que pudiera resultar necesario», siguiendo las indicaciones de Salud.

Pasada la una de la mañana, se inició la normalización del área de urgencias del hospital, permitiendo la entrada de los familiares y pacientes leves a la sala de espera. No obstante, los agentes continuaron peinando el edificio, sin rastros de la presunta bomba, con rastreo por las zonas de Rehabilitación, Docencia e incluso los aparcamientos. También a partir de esa hora las urgencias comenzaron a ser atendidas en el HUCA, entre la lógica indignación de los pacientes y el personal sanitario, víctimas de la falsa amenaza de bomba en plena noche. Los agentes de la Policía mantuvieron aún un operativo de rastreo en el exterior, secundados por personal de seguridad del hospital. Y de forma inmediata, se inició la investigación sobre la llamada.

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