Rafa Mas, el trirreprobado

Rafa Mas, el portavoz de Compromís se ha convertido en uno de los más reprobados del Ayuntamiento de Alicante. Tres tirones de oreja del resto de compañeros de la corporación municipal, la primera por unos chistes sobre unas vírgenes en su cuenta de X que acabó retirando, las dos últimas por actitudes machistas -ambas en menos de un mes-, algo más doloroso todavía si cabe para una formación que hace bandera del feminismo como es Compromís.

Aunque la figura de la reprobación hay que tenerla en cuenta en su justa medida -no supone nada más allá de ese tirón de orejas y es la imposición de una mayoría sobre la minoría- es cierto que no es plato de buen gusto aguantar 20 minutos de bronca de los compañeros de pleno, como si de un niño en la escuela se tratara. Pero tampoco está siendo fácil para la coalición nacionalista donde no pocas voces hablan sobre las formas y actitudes de Mas, que al fin y al cabo son lo que hay tras las reprobaciones.

La actitud agresiva y contundente del portavoz le ha valido no pocos conflictos durante los seis años de concejal, con los otros partidos y también entre los compañeros de su propia formación. No en vano el PSOE votó a favor de la segunda reprobación promovida por la portavoz de Vox, Carmen Robledillo. «Bienvenida al feminismo», alegó entonces la concejala Trini Amorós.

Pero dentro de Compromís tampoco gustan las actitudes agresivas de Mas. «Es su forma de entender la política, tiene que estar contra todo para salir todo el rato en titulares», afirma una fuente cercana. «Hablar en despectivo, despersonalizar, no saber hablar de política de jardinería sin pedir la dimisión del concejal de árboles es una debilidad que hace que Compromís esté desaparecida esta legislatura».

En su propio partido -Iniciativa- tampoco gustan sus formas, incluso algunas voces consideran que esa estrategia de entender el mundo en términos de buenos y malos «solo favorece a la extrema derecha». También que la actitud tan beligerante del portavoz de Compromís en todos los aspectos hace que pierda credibilidad, si se habla en el mismo tono de un socavón en la acera que de la instalación de los macrodepósitos del Puerto nada parece importante o urgente.

Algunas voces dentro de la coalición también expresan el hartazgo de las formas de Mas, sobre todo porque entienden que hay una falta de autocrítica y que a la larga puede afectar también a la coalición. «Para Rafa todo es el fin del mundo», apunta una fuente de la formación. Consideran que estas reprobaciones, sin entrar al fondo de la cuestión, son gasolina para el PP que les permite tapar en la ciudad aspectos como la gestión de la dana por parte de Mazón y llevar el discurso a hablar del machismo de Rafa Mas.

La petición de la jefa del servicio jurídico de Urbanismo de rectificación sobre unas declaraciones del concejal en el pleno, de las que el edil tuvo que desdecirse, solo añade más leña a un fuego que ya está caliente. «No se puede continuar así, tiene la sensación de que da igual lo que diga, que nunca hay consecuencias y ahora las hay», comenta otra persona.

Tras el pleno de noviembre y el de diciembre, la Navidad ha dado un periodo de descanso al edil, y las aguas han vuelto a calmarse en la coalición. Sin embargo el PP ha encontrado un filón en reprobar al edil, dos reprobaciones en dos plenos. Mas bromeaba en los actos navideños «¿qué más me pueden hacer?». Habrá que esperar, pero todavía quedan unas 25 sesiones ordinarias hasta que acabe el actual mandato en mayo de 2027.

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