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El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en una reunión del Consell en Alicante. MIRIAM GIL ALBERT

Las cuentas de Puig para seguir de presidente

Los socialistas necesitan de sus socios de gobierno para continuar al frente del Palau

Domingo, 27 de noviembre 2022, 08:04

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El tic tac electoral ya ha empezado a falta de siete meses para los comicios autonómicos y municipales de mayo de 2023. Bien cierto que aún falta un mundo y que en política se vive como un perro, donde un año parecen siete. Pero no es menos verdad que, si bien unas elecciones se pueden perder en dos días, no se pueden ganar tampoco en un mes.

Valga el símil atlético. Esto no es un 'sprint', sino una carrera de fondo. Hay que ir poco a poco, con un ritmo sostenido, poniendo los mensajes que se quieren dejar para que calen como una gota en una piedra. Con paciencia, pero con constancia.

Por eso, los equipos de estrategia de los partidos políticos ya tienen claros cada uno cuáles sus objetivos y cómo llevarlos a cabo. Estos se diseñan a meses vista, en distintas fases. La vida puede cambiarlos, pero siempre es mejor variar la realidad que el mensaje.

Lo primero, saber en qué situación está cada uno y a dónde quiere llegar. Aquí las encuentas y sondeos que periódicamente tienen en sus manos los responsables de campaña son fundamentales. Porque, a partir de estos, se elaboran los mensajes y el resto de acciones.

Ya hemos visto, de hecho, las primeras estrategias que se desplegarán los próximos meses. Quien dio el pistoletazo de salida fue el presidente de la Generalitat. La carrera electoral comenzó oficiosamente en septiembre, en el Debate del Estado de la Comunitat, cuando Ximo Puig anunció en Les Corts su reforma fiscal.

Gráfico. Composición actual de Les Corts Valencianes. t.a.

Los socialistas quieren crecer por el centro. El propio Ximo Puig lo reconoció en el acto homenaje al ex presidente Joan Lerma. Ahí, el secretario general del PSPV ha reivindicado la capacidad de PSOE de «representar la centralidad». Lo puede decir más alto, pero no más claro.

Los 17 diputados que ahora tiene Ciudadanos en Les Corts son un botín demasiago goloso para renunciar a él. ¿Dónde está dicho que automáticamente deban ir en bloque al Partido Popular? La reforma fiscal es un guiño en toda regla al electoral centrista, compuesto en su mayoría por profesionales liberales y autónomos.

Los socialistas echan sus cuentas y, por el momento, les salen. Consideran que la estrategia de Ximo Puig de crecer por el centro les va a dar réditos. Y que van a ser la única fuerza del Botànic que gane apoyos.

La tarea no es sencilla. La marca nacional está en retroceso, con un presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, muy mal parado en las encuestas. Y a cada movimiento, peor. Que si ahora la sedición, que si después la malversación. Piedras contra la centralidad por la que aboga el PSPV.

Los vicepresidentes del Consell Héctor Illueca (Podem) y Aitana Mas (Compromís) MIRIAM GIL ALBERT

Por eso, Ximo Puig plantea una estrategia muy personalista. A eso van a jugar los próximos meses. Puig por delante de todo.

Con ello, esperan obtener una importante subida. De los 27 actuales a los 32 mínimo que consideran necesarios para retener el Palau. Mantenerse como primera fuerza de la Comunitat sería un plus de orgullo, pero inútil si los socios no suman.

Porque el PSPV necesita tanto a Compromís y Podemos como los nacionalistas y populistas de izquierda a los socialistas. La única manera de que haya un tercer Botànic es que los socios de coalición estén fuertes. Y que cada uno aporte los escaños necesarios para conformar una nueva mayoría absoluta.

Todo lo que no sea eso significará el desalojo del Palau a una coalición entre Partido Popular y VOX. No hay más actores en el escenario. Encuestas y encuestados dan por perdido a Ciudadanos en la Comunitat Valenciana. La barrera electoral del 5% supone un listón demasiado alto para las expectativas actuales de la formación naranja, que se sitúan en torno al 3%.

Fueron los mismos Ciudadanos quienes se negaron a pactar la reforma de la Ley Electoral Valenciana para dejar el mínimo de representación al 3%.

Los socialistas confían en ganar hasta cinco escaños, pero son conscientes de que sus socios sufrirán un retroceso. La cuestión es cuánto

Porque, y aquí viene la segunda parte, los socialistas esperan bajadas tanto de Compromís y Podemos. En ambas fuerzas se dan circunstancias parecidas, pero no exactas. Tanto unos como otros vienen de hiperliderazgos que aglutinaban el voto (Mónica Oltra en los nacionalistas y Pablo Iglesias en los morados) y que ahora han desaparecido.

Oltra continuará sumida en sus problemas judiciales. Y el exvicepresidente del Gobierno prefirió ser tertuliano antes que político, aunque ande siempre en la sombra.

Podemos lucha ahora por sobrepasar el listón electoral del 5% y tener un mínimo de cinco diputados autonómicos (dos por Valencia, dos por Alicante y uno por Castellón). Si no hay Podemos, no hay Botànic. Aquí no hay más vueltas.

Así que las miradas están en el otro socio. Los socialistas brindarían si Compromís se queda como está (17 escaños), pero el escenario apunta a una pequeña bajada. Se conformarían con que los nacionalistas se movieran en una horquilla de 14-15 diputados autonómicos.

En Valencia están fuertes, pero donde la coalición pierde fuelle es en Alicante. Precisamente, donde se dilucida el liderazgo de Compromís entre una crevillentina, Aitana Mas, y una ilicitana, Mireia Mollà. En la comarca del Bajo Vinalopó es donde la formación tiene mayor presencia. No solo en el equipo de gobierno de Elche, también en Crevillent, con José Manuel Penalva como alcalde.

Y es que Alicante cobra mucha fuerza en unas elecciones que se prevén muy ajustadas. De ahí todos los esfuerzos del presidente del Consell por congraciarse con la provincia. Por eso, unos presupuestos de la Generalitat con 610 millones de euros en inversiones (que el PP rebaja hasta los 360) y 2,4 puntos por encima del peso poblacional de la provincia en la Comunitat.

Ahora, tras el disgusto inicial, ya recomponen la cara. Con Joan Baldoví como futurible candidato de Compromís a la presidencia de la Generalitat ya hay alguien a quien poner los focos. No es casualidad que Baldoví anunciara el acuerdo con el Gobierno central para quitar las vías del litoral y apostar por la Variante de Torrellano. Y que nadie del Consell quisiera quitarle protagonismo.

Tampoco es casualidad la presencia del diputado valenciano en la concentración contra la infrafinanciación en Alicante.

Porque en esta época prelectoral nada es casualidad ni sucede sin intención. El objetivo tiene nombre, Palau de la Generalitat, y fecha, 28 de mayo de 2023.

Las cartas están encima de la mesa. Hagan juego.

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POLÍTICA: Las cuentas de Ximo Puig para seguir de presidente de la Generalitat Valenciana