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Halle Bailey, protagonista de 'La sirenita'. RC
'La sirenita': Disney a la deriva

'La sirenita': Disney a la deriva

No es espectacular ni lo suficientemente hortera para satisfacer a un espectador mínimamente despierto pero su actriz protagonista, Halle Bailey, salva el naufragio

Domingo, 28 de mayo 2023, 17:05

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Cada día, estreno a estreno, resulta más inexplicable la actual política de Disney. Creativamente, apenas levanta la cabeza. Los departamentos contratados para la realización de los efectos visuales no dan a basto, uno de los principales problemas de los grandes estudios. A la mítica compañía parece costarle mantener el nivel de producción. Ven la luz series y películas a medio cocinar y 'La sirenita', sorprendentemente, entra dentro de este evidente cajón de sastre. A este escollo se une la irracionalidad de estirar el chicle comercialmente, exprimir la gallina de los huevos de oro y vivir de éxitos pasados. La maniobra de adaptar a imagen real los clásicos animados es pan para hoy. Están quemando la posibilidad de ofrecer algo mejor, actual y refrescante.

La reinterpretación del cuento de Hans Christian Andersen es un telefilme rodado con pocas ganas cuando la princesa de la función sale del agua. Para colmo, las secuencias submarinas adolecen de un acabado poco decente, especialmente en los planos protagonizados por el Rey Tritón, a quien pone rostro Javier Bardem, quien aceptó entrar en el proyecto si se subrayaba el maltrato del ser humano a los océanos, mensaje enfatizado precisamente con un diálogo bochornoso que él mismo protagoniza.

Los remakes de Disney de sus hits de siempre son un quiero y no puedo, hay que decirlo más. Dejan a un lado la animación para que el grueso del metraje sea infografía, mal rematada por la falta de tiempo… ¿y dinero? Con 'La sirenita' no han aprendido. Probablemente, los números responderán, así está el consumo audiovisual actual, pero que se vea mucho no quiere decir que el producto sea bueno -solo hay que mirar la lista de Netflix cualquier día de la semana-.

Lo mejor, la actriz protagonista

Lo mejor de 'La sirenita', con diferencia, es su actriz protagonista, cuya elección, faltaría más, hizo saltar la alarma en las redes sociales a los enemigos de la diversidad. Halle Bailey, protegida de Beyoncé, se zampa la película. Su sonrisa, su gestualidad y su voz -en la versión original- destacan en una propuesta, hortera a medias -luego lejos del placer culpable-, que dirige Rob Marshall con poca magia. Parece que el director de 'Annie' lo dio todo en 'Chicago' y 'Memorias de un geisha'. Aquí se limita a recoger las acciones de manera meramente descriptiva entre escena y escena de CGI. Melissa McCarthy como la villana bruja marina hace lo que puede, hundida en un charco de pixels, justificando su maldad verbalmente. Cuidado con pasar por taquilla en una sala donde bajen la intensidad del proyector para ahorrar en la factura de la luz porque las oscuridad en el fondo del mar en algunos momentos es tremebunda.

'La sirenita' en acción real dura lo suyo, como marcan los tiempos, casi una hora más que el clásico animado. Este aumento de metraje no significa que profundice mejor. Simplemente, cuenta peor el cuento, sobre todo en su último acto. El mundo acuático no brilla especialmente, se queda lejos de 'Avatar: El sentido del agua' y de cualquier documental de reciente cuño disponible en plataformas. No se han jamado el tarro en absoluto con el diseño de arte, carente de personalidad -la diferencia entre James Gunn y otros cineastas que afrontan este tipo de encargos-. Los personajes secundarios tampoco ayudan. Logrados infográficamente, son entrañables lo justo porque nos acordamos del material original. Los cambios de guión, por cierto, pretenden actualizar la historia a las nuevas audiencias, pero no tocan lo evidente: el amor romántico con un príncipe de por medio. Ni las nuevas canciones, tres temas extra, ayudan a hacernos creer, como público, que estamos viendo algo nuevo que merece 135 minutos de nuestro tiempo.

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