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Miguel de Clara
Alicante
Jueves, 22 de junio 2023, 23:01
Plaza de toros de Alicante
Toros: Juan Pedro Domeqc, manejables en conjunto y desiguales de presentación. Pesos por orden de lidia: 533, 539, 525, 508, 463 y 462 kilos.
David Fandila 'El Fandi': oreja y oreja tras aviso
Sebastián Castella: ovación tras dos avisos y oreja tras aviso
Daniel Luque: oreja tras aviso y oreja tras aviso
Presidente: Manuel Castell
Asistencia: 5.638 espectadores
A destacar: 'Jabato' hijo ha destacado en un buen puyazo al sexto de la tarde.
'El Fandi' y Daniel Luque han salido a hombros de la Plaza de Toros de Alicante en una tarde en la que se han escuchado hasta seis avisos. Se ha lidiado una corrida con clase, pero, falta de transmisión de Juan Pedro Domeqc. ... La dilatada trayectoria de ambos diestros merecía antagonistas con más poder para que se pudiera ver el momento por el que atraviesan ambos. Aún así, los espectadores han salido satisfechos del festejo. 'Enfandilados' por 'El Fandi' y saboreando por momentos el toreo de clase de Luque. También ha destacado el poderío de Castella. Sobre todo frente al segundo.
Ha recibido 'El Fandi' al primero de la tarde, justito de fuerzas, con una larga cambiada. Con el capote, templadas embestidas del de Juan Pedro. Lo ha llevado al caballo por chicuelinas para que haya recibido un medido puyazo. Francas embestidas en el tercio de banderrillas en el que el torero granadino se ha sentido agusto y fácil. El mejor de los pares, un 'violín' por los adentros. La faena de muleta la ha comenzado con un toreo templado de rodillas en el centro del anillo. Ha blandeado el toro debido al desgaste sufrido en el segundo tercio. La faena en redondo ha estado falta de temple, porque no era un toro de cercanía. Al natural, se han sucedido los molinetes en continuos pases deslabazados. Una estocada contraria le ha valido pasear el primer apéndice de la tarde.
Antes de que entrara a matar Castella a Predicador, ya había sonado un aviso. Prueba evidente de que la suya había sido una faena larga, muy larga. La comenzó por estatuarios y prosiguió por el toreo en redondo sin encontrar lucimiento porque el toro, con la muleta a media altura, soltaba la cara en las iniciales primeras tandas. Además, una cierta querencia a tablas. Poco a poco se fue imponiendo la técnica del torero francés y, al rajarle la mano, llegaron los momentos de más lucimiento de su actuación. Lo mismo sucedió en el toreo al natural, aunque esta vez hubo más número de tandas que en redondo. No podía haber bigazón porque el toro seguía echando la cara arriba. Templadas fueron las embestidas en el primer tercio, antes de que entrara al caballo para tomar un medido puyazo. Saludó Castella una ovación desde los medios después de que fuera arrastrado el toro de Juan Pedro.
Ha faltado emoción, que no clase, a las embestidas del tercero de la tarde. Ante ese oponente, Luque ha estado muy por encima y ha evidenciado el momento en el que se encuentra. Pero si el toreo es emoción, no la ha habido. Se ha gustado el sevillano con el capote meciéndolo con temple ante unas entrasadas embestidas. Como sus hermanos, ha tomado un medido puyazo y se ha arrancado, sin ser picado, a la cabalgadura que hacía la puerta, en terrenos de chiqueros. Esa misma tendencia la ha demostrado en banderillas, aunque ha sido pronto. Ha comenzado la faena de muleta Luque toreando de dentro a fuera, gustándose, acompañando el viaje con mucho gusto y regusto. Ajustado, pero se ha ido evidenciando paulatinamente la falta de la mayor emoción en esas embestidas pasueñas. Al natural, también se lo ha pasado ceñido. Lo ha demostrado lo tinta en sangre de su taleguilla. También es cierto que se ha prodigado en una faena larga. Eso ha hecho que el toro no ayudara en la suerte de matar.
'El Fandi' se ha llevado una oreja del cuarto de la tarde. El público ha pedido con insistencia la segunda pero el presidente, de manera acertada, no la ha concedido. ¿Por qué? Porque la faena de El Fandi ha sido larga, extensa, con muchos y muchos pases, y la mayoría de ellos sin el tempre necesario. Entrega toda, pero hay que exigir un poco más. Lo más lucido ha llegado en dos tandas por el pitón izquierdo. Ha comenzado la faena de rodillas, entregado él y entregado el público. La segunda tanda ha tenido las mismas características, aunque en esta ya ha templado un poco más. En la parte final se han prohijado los desplantes ante la cara de un toro colaborador al cien por cien, pero hay que pedirle mucho más que eso a un cuatreño de la afamada ganadería de Juan Pedro Domeqc. Clase, toda, casta, la justita. Para el espectáculo que el público quiere, sí. Para la que demanda el aficionado, pues eso. Como se ha pasado de faena, al toro le ha costado cuadrar. Eso ha hecho que volviera a sonar un aviso. Ha estado efectivo con la estocada trasera, que le ha permitido cortar ese segundo apéndice y abrir la puerta grande de la plaza de Alicante. Ha dado una ovacionadísima vuelta al ruedo.
Castella ha propinado una rotunda estocada al quinto de la tarde. Ha sido el epílogo a una silla actuación del torero francés que, como ha venido ocurriendo durante el festejo, se las ha visto con un manejable toro de Juan Pedro Domeqc. Equivale a embestidas templadas, con clase. pero, insisto, carentes de transmisión. A un torero de la trayectoria del francés, poco aportan toros de estas características. Además, con el trapío justo. El de Domeqc ha tomado un picotazo en la suerte de varas y en la de banderillas ha perdido las manos. Castella ha ido amasando esas embestidas, aunque ha sufrido un pequeño achuchón por el pitón izquierdo. Poquito a poco, se ha ido metiendo en los terrenos del toro donde él se siente más a gusto. Se le ha visto sobrado y en torero, pero se hubiera querido ver a un Castella con un toro con más poder.
Más de lo mismo con Daniel Luque, torero poderoso con muchos recursos frente a un toro con clase pero sin transmisión ninguna. Ha hecho lo que ha querido con él el torero sevillano. El sexto ha empujado al caballo de jabato hijo, que le ha propinado un buen puyazo. En banderillas, se ha desplazado por varios pitones el toro de Juan Pedro Domeqc. Ya en la faena de muleta, con las fuerzas justas, Luque lo ha llevado a media altura. Ha sido imposible bajarle la mano porque ha blandeado el de Juan Pedro. También ha estado por encima de las características del cuatreño. Faena también larga, tediosa en ocasiones y premiada con la oreja que le ha permitido salir en hombros por la puerta grande.
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