Triple puerta grande en tarde de estocadas bajas

El Juli ha recibido con templadas verónicas y una ceñida media al que ha abierto plaza. Ha sido pronto el de Victoriano del Río en el caballo aunque ha empujado sin pulillar. El torero lo ha pitado por chicolinas. La prontitud del astado se ha vuelto a hacer evidente en banderillas. Ha comenzado El Juli por abajo la faena de muleta en el toreo en redondo. En la segunda de las tandas ha bajado más la mano. Lo mejor con la muleta ha llegado en una tanda profunda y de mano baja. Por el pitón izquierdo era más corta la embestida y no se ha prestado al lucimiento. Ha cobrado un pinchazo trasero que no ha necesitado de descabello. Pero la tardanza de Aturdido-91 en doblar ha hecho que no obtuviera premio. Sólo una fuerte ovación desde los medios.

El anovillado segundo ha estado a punto de saltar la barrera en dos ocasiones, prueba de su mansedumbre. Al caballo ha llegado con una embestida descompuesta. La querencia a tablas la ha seguido teniendo en el tercio de banderillas. Falto de fijezas ha llegado a la muleta de Roca Rey, quien ha comenzado toreando por alto sin llegar a someter la desordenada embestida. Paulatinamente, en los mismos medios, ha ido fijando las acometidas, que han tenido sus mejores momentos en una serie de tandas en redondo por el pitón derecho, llevando larga, con distancia y humillada la embestida del toro de Victoriano del Río. En el toreo al natural, se ha evidenciado aún más esa querencia hacia los tableros, y Roca Rey no ha podido lucirse como pretendía. Ha colocado una estocada casi entera, perpendicular baja. Ha precisado de descabello y, aún así, la petición del público le ha hecho merecedor de la primera oreja de la tarde.

Otro anovillado toro ha salido en tercer lugar. No ha podido tener lucimiento con el capote Tomás Rufo, quien ha sufrido un desarme. El de Victoriano del Río ha tomado un puyazo trasero en el que ha empujado sin clase alguna. Ha destacado Fernando Sánchez en banderillas junto a Sergio Blasco. La faena de muleta la ha comenzado el torero toledano de rodillas templando. Un tanto arrebatado para el concepto que él tiene. Lo que sucede es que, visto el público que lo jaleaba, era lo más lógico que ha podido hacer. Con la plaza a su favor, ha comenzado sometiendo en redondo la aplomada embestida. Ha seguido intentando los circulares, pero el toro no acababa de responder. Ante esa tesitura, no ha tenido más remedio Tomás Rufo que situarse entre los pitones y acortar distancias. Ese toreo de proximidad ha calado en el público. Un toreo poderoso, llamativo y que ha hecho que se entregara el toro. La estocada desprendida le ha valido únicamente una oreja. El presidente, con buen acierto, y a pesar de las reiteradas protestas del público -con bronca incluida-, no ha accedido a esa mayoritaria petición. Las estocadas desprendidas demeritan actuaciones como la de Rufo.

Un bajonazo le ha valido a El Juli salir por la puerta grande. Pregunta, ¿cuál es el criterio del presidente? Ni él lo sabe. Un bajonazo también cobró Tomás Rufo y no obtuvo el doble apéndice, pero El Juli sí. Esa falta de criterio descoloca. El anovillado también, que hizo cuarto, comenzó con embestidas desplazadas y recibió un puyazo trasero. El altón y manilargo no humilló en las primeras tandas de la muleta de El Juli. Iba a su altura, no descolgaba. El Juli, conocedor al dedillo de la ganadería de Victoriano del Río, lo dejó ir a su altura, no lo desgastó. Así, poco a poco, fue haciendo su faena. Si no con un toreo profundo, sí con un toreo que llegó a repletos tendidos, gradas y andanadas. La tarde ha estado para triunfalismos y El Juli, lógico, se subió a ese toreo que conecta arriba. No importó la espada cayera baja, ha sido tal la pasión que ha levantado que la mano blanda del presidente, esta vez, ha asegurado la puerta grande.

El quinto de la tarde ha sido un toro falto de entrega en los tres tercios de la lidia. En el capote, de Rey no se ha podido lucir. Sí su banderillero Antonio Chacón en el segundo tercio. El de Victoriano del Río ha llegado con entrega a la muleta y a media altura se han ido sucediendo los pases del peruano. Hasta que mediada la faena ha conseguido bajar la mano. Ha ganado profundidad la faena, una faena larga, de muchos pases, porque Jara-49 ha tenido retranca. Ha estado efectivo con la espada y, como era tarde de estocadas desprendidas, ha conseguido cortar una oreja después de escuchar dos avisos.

El que ha cerrado plaza ha sido otro toro que no tenía hechuras de embestir. Alto. Ha derrotado en el caballo desmontando al picador. Falto de fijeza en banderillas. Embestida desclasada en la muleta, en la que Tomás Rufo se ha entregado sin reservas. Vistas así las cosas, ha optado por el terreno de chiqueros. Por las cercanías. Para llegar al tendido. Lo ha conseguido y, después de una estrocada trasera y otra vez desprendida -menuda tardecita con los aceros-, ha conseguido sumar una oreja para salir a hombros junto con sus compañeros.