Adiós a Míchel en el Hércules: lo que pudo ser y no fue
El veterano centrocampista se va por la puerta de atrás tras un año y medio repleto de decepciones en el que se ganó el respeto del vestuario
El veterano Míchel Herrero ya no volverá a jugar con el Hércules y probablemente acabe la temporada en un equipo de la provincia de Valencia que le dé la oportunidad de seguir disfrutando de un deporte que le ha dado todo. O casi todo, ya que esta última experiencia en Alicante ha sido especialmente frustrante.
Míchel llegó al Hércules en verano de 2022 como un héroe a sus 34 años. Bajaba dos categorías (de Segunda con el Tenerife a Segunda RFEF) y quería ayudar a un club en el que se sintió realmente feliz y pletórico diez años atrás (en la temporada 11-12), cuando compartía vestuario en el Rico Pérez con Tiago Gomes, Abel Aguilar, Paco Peña y Tote, entre otros.
Pero todo se torció desde el principio a los mandos de Ángel Rodríguez. El Hércules hizo aguas por todos los costados, coqueteó con el descenso a Tercera RFEF y sólo tras la llegada de Lolo Escobar levantó el vuelo y llegó a ilusionarse con disputar la promoción. Pero este Hércules del año pasado tenía carencias gravísimas, sobre todo en ataque, y, de hecho, Míchel acabó el curso como uno de los máximos goleadores con seis dianas. Aún así, su rendimiento no convenció en los despachos, ya que Enrique Ortiz fue personalmente a su casa para ficharle y esperaba que ejerciera un liderazgo que, al menos en el césped, no terminó de verse.
El secretario técnico Paco Peña le hizo saber a Míchel el pasado verano que tendría pocas oportunidades porque el nuevo entrenador, Rubén Torrecilla, quería «juventud, hambre y piernas». Aún así, el valenciano decidió quedarse y, desde entonces, se ha comportado como un líder en el vestuario, ayudando a los más jóvenes y haciendo piña.
Tanto Peña como Torrecilla le agradecen esa función, pero entienden que no tenía sentido seguir en el equipo toda la segunda vuelta, ocupando una ficha y teniendo el contrato más alto, ya que iba a continuar sin minutos.
La salida de Míchel le ha abierto la puerta a Miguel Marí, que llega cedido por el Eldense, de Segunda División. El mediocentro alicantino regresa al club donde se formó y en el que su padre fue protagonista como portero en la década de los 90. Al margen del fichaje de Marí, el club no descarta la llegada de un pivote sub'23 defensivo que ponga caros los minutos al también alicantino Mangada.