More Forceful Alerts and a Day in Advance, Key to Avoid Another Tragedy Like Valencia's Torrential Rain

El paso de la DANA por Valencia ha sido una auténtica catástrofe. Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) avisaron días antes de fenómenos meteorológicos adversos en toda la Comunitat, activando la alerta amarilla en Alicante y la naranja en la provincia vecina, donde las lluvias descargaron con toda su fuerza.

En un abrir y cerrar de ojos los chubascos dejaron acumulados de más de 200 litros por metro cuadrado, llegando en unas ocho horas a más de 400 litros. Cantidades ingentes de agua que arrasaron todo a su paso, inundaron y cortaron carreteras y destrozaron coches, apilándolos y dejando a numerosas personas atrapadas e incomunicadas.

El balance por el momento es desolador. Más allá de las pérdidas materiales por el momento Emergencias ha cifrado en más de 150 muertes lo que es la peor tragedia de la historia en la Comunitat.

Con la alerta roja meteorológica, Protección Civil lanzó un mensaje que para muchos llegó tarde, puesto que se habían echado a la carretera para desplazarse a sus trabajos u hogares. Carreteras que en muchos casos se inundaron y quedaron intransitables, como el caso de la A-7 o distintas rutas nacionales y comarcales en el sur de Valencia.

En este sentido el climatólogo de la Universidad de Alicante (UA) Jorge Olcina ha reflexionado sobre el envío de estas alertas. El experto ha atendido a TodoAlicante para dar algunas claves sobre cómo se debería actuar en futuras ocasiones para así evitar efectos trágicos. «El sistema de avisos habrá que modificarlo», expresa Olcina.

Para el director del laboratorio de Climatología de la UA «a la gente le tiene que llegar el aviso al móvil la tarde de antes». Olcina explica que la predicción meteorológica «en este caso ha funcionado bien porque se dio la alerta roja». Sin embargo, «esto hay que gestionarlo mejor con todo el tema de Protección Civil, Emergencias y las fuerzas de seguridad», expresa el climatólogo.

Y es que mientras que a las 9 de la mañana la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) cambió la alerta de amarilla a roja, al máximo nivel, el aviso de Protección Civil no llegaría hasta la tarde-noche de ese martes. De hecho, unas horas antes Emergencias ya había activado el plan de Inundaciones en nivel 2 en toda la provinica de Valencia.

Para ello Olcina pide revisar el sistema de alertas y cambiar su paleta de colores o forma: «Tendremos que dar alertas que asusten más, por ejemplo poner un color negro y dar un mensaje más contundente». Mensajes como «que corre peligro tu vida si sales a la calle, ya que en realidad esto es así», expresa el experto.

Olcina ha calificado lo que sucedió este martes en Valencia de «desastre». Ante la falta de alerta «la gente intentó hacer su vida normal y quedaron bloqueados como se ha visto en carreteras y autovías», explica Olcina, quien pide alertas más contundentes y tempranas para evitar futuras desgracias.

El Gobierno y la Generalitat se han enfrascado en un debate sobre las alertas lanzadas. El ministro del Interior, Grande Marlaska, ha señalado que las competencias en materia de gestión de alarmas pertenecen a la autonomía, en relación a las críticas recibidas por un aviso que, para muchos, llegó tarde.

El president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha asegurado que la Administración «ha seguido las indicaciones de los técnicos a la hora de activar los protocolos» y explica que la alarma «va cambiando porque la evolución tiene esa circunstancia».

«Aquí los principales responsables técnicos, el jefe del Consorcio Provincial de Bomberos, el subdirector del 112... han ido trasladando los avisos a los ayuntamientos, trasladando las previsiones, tanto las iniciales como las cambiantes. Fueron cambiantes en el tiempo y se fueron trasladando en todo momento, siguiendo el protocolo y siguiendo las informaciones tal y como les venían en cada momento y reaccionando proporcionalmente a ello», ha indicado el presidente de la Generalitat.