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Carlos Mazón y Ximo Puig, frente a frente. T.A.
Todo en el aire tras 15 días de dura campaña

Todo en el aire tras 15 días de dura campaña

Los candidatos lanzan los últimos mensajes para movilizar hasta a la mayor parte de indecisos posible

Viernes, 26 de mayo 2023

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Con las doce campanadas, como en Cenicienta, se ha acabado la campaña a las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo. Los candidatos y sus equipos se retiran en la jornada de reflexión de este sábado, recogen folletos y sobres que no se hayan podido entregar y aguardan ansiosos que los colegios electorales abran a las nueve de la mañana de este domingo. La campaña electoral que comenzó el pasado 12 de mayo ha acabado casi como empezó: con un empate técnico en los últimos sondeos publicados hace una semana y con la incógnita de quién será el próximo presidente de la Generalitat.

Obviamente, todo queda entre dos: Ximo Puig y Carlos Mazón; Carlos Mazón y Ximo Puig. Uno de los dos será presidente. Eso sí, parece que no será solo, sino en compañía. El PSPV sabe que no solo es necesario que saque un buen resultado, sino que las dos fuerzas de izquierdas que le han acompañado estos ocho años de gobierno (Compromís y Podemos) también lo hagan.

El Partido Popular está en una situación similar. Mazón será jefe del Consell si suma sus fuerzas con Vox, un escenario que parece indeseado para la formación popular, pero también imprescindible. Uno de los dos bloques se alzará con el triunfo. Las consecuencias en el contrario quedarán para el lunes por la mañana.

Hasta entonces, mucha tela que cortar. La campaña se ha desarrollado dentro de los cálculos de los estrategas de todas las formaciones. Puig ha apostado por una campaña netamente regional. Ha intentado hacer sordina de los asuntos a nivel nacional que han salpicado la actualidad durante los últimos 15 días y que, necesariamente, no han sido buenos para los socialistas.

3.731.984 residentes en la Comunitat Valenciana

están llamados a las urnas este domingo

Pedro Sánchez tenía previsto marcar la agenda de campaña con anuncios los domingos de lo que el Consejo de Ministros iba a aprobar los martes siguientes. Pero la realidad le ha trastocado la estraegia. La inclusión de condenados de ETA en las listas de Bildu y las presuntas corruptelas en la compra de votos en varios municipios han hecho variar los mensajes.

Puig ha hecho su camino, intentando no pisar ningún charco hasta que le ha salpicado, aunque sea de refilón, el tema del racismo en el fútbol en Mestalla. Aún así, al 'president', que ha sido su 'claim' de campaña, ha tratado de sortearlo. El candidato socialista ha tirado, en principio, de anuncios de carácter social para espolear al electorado: familias numerosas a contar desde el segundo hijo; ayudas de hasta 300 euros para hipotecas, cheques para dentistas...

Ha forjado una imagen centrista, alejado de los que han sido sus socios de gobierno, capaz de atraer a una parte del antiguo votante de Ciudadanos. Así, el aspirante socialista a la reelección, Ximo Puig, ha instado a conseguir una «mayoría potente» y una «sólida victoria» para los socialistas en la Comunitat Valenciana o se volverá a las «peores páginas del pasado». Este mensaje ha sido de los últimos que ha usado en la recta final de campaña.

Puig ha dado el último espaldarazo a la candidatura socialista en Alicante con un gran acto en uno de los recintos favoritos del Partido Popular, el ADDA para demostrar la fortaleza municipal de los socialistas en la provincia, una de sus grandes bazas para retener el Palau.

Alejandro Soler; Ximo Puig; Ana Barceló y Josefina Bueno.
Alejandro Soler; Ximo Puig; Ana Barceló y Josefina Bueno. PSPV

Por su parte, Carlos Mazón ha desvelado pronto sus cartas sobre las que ha pivotado toda la campaña: reducción de impuestos, cargos en la Administración autonómica y agua, mucha agua. Consciente de la importancia que tiene esta clave para la provincia, el popular no ha cejado en ningún momento en esta cuestión. También ha intentado asemejar la imagen de Ximo Puig con la de Pedro Sánchez, una comparación de la que el presidente de la Generalitat ha intentado esquivar.

De hecho, en su mitin de cierre de campaña en Alicante ha vuelto a hacer gala de esa alicantinidad que atesora: «El domingo vamos a decir alto y claro que se acabó el ninguneo a la provincia, se acabó quitarnos el agua, privarnos de las infraestructuras y relegarnos al último lugar de España en inversión, siendo la provincia 52 de 52 en inversión por habitante», ha señalado.

Sabedor de la necesidad de ampliar su espectro político, Mazón ha hecho «un llamamiento a los que nos han votado antes, a los que no nos han votado; a todos los que están dudando si votarnos o no, pero saben que necesitan un cambio», ha señalado. «Un cambio a una sanidad que funcione, a pagar menos impuestos para vivir mejor, a una educación libre y para que haya vivienda pública, pero sobre todo para eliminar el impuesto a la muerte y para no darle un aval en blanco a Pedro Sánchez», ha resumido el presidente popular.

Carlos Mazón y Luis Barcala, en el cierre de la campaña de los populares.
Carlos Mazón y Luis Barcala, en el cierre de la campaña de los populares. PP

Ambos han cerrado las campañas autonómicas en Alicante, que va a ser fundamental para decidir su futuro. Mazón se ha unido al candidato local, Luis Barcala, después de recorrerse toda la Comunitat este vienes de Castellón a Elche, donde finalizó con un encuentro con jóvenes.

La izquierda aspira a obtener los números que permitan construir un Botànic III y pilotar el Consell, que actualmente componen los socialistas junto a Compromís y Unides Podem. Compromís tiene un gran reto por delante: se enfrenta a sus primeras elecciones autonómicas sin la que ha sido su gran referente, Mónica Oltra.

El reto de suceder a Oltra

El diputado en el Congreso, Joan Baldoví, ha cogido el relevo. Su reto, mantener a la coalición en el poder. «Acabamos una campaña apasionante que nos ha llevado a centenares de pueblos y ciudades de nuestro país. Y acabamos con sensaciones muy buenas, hemos notado en cada lugar las ganas de la ciudadanía de seguir avanzando en derechos y en bienestar y de no volver a un pasado de recortes y corrupción», ha dicho. Un escaño entre Compromís y el Partido Popular por Alicante podría decidir el gobierno de la Generalitat.

Por su parte, desde Unides Podem, Héctor Illueca, tiene la misión de superar esa barrera del 5% que permite formar parte del reparto de escaños. No solo por mantener el poder, sino por la propia supervivencia de la formación morada.

¿La desaparición de Ciudadanos?

El mismo caso que Ciudadanos, que de ser la tercera fuerza más votada en 2019 corre el peligro, según las consultas de intención de voto, de no obtener representación. La candidata Mamen Peris lucha contra estas previsiones y apela al «voto necesario» para «cambiar la Comunitat Valenciana», al tiempo que ha insistido en que ahora «más que nunca el centro, la sensatez y el proyecto liberal» son «necesarios para reformar» la autonomía.

Todo lo contrario que Vox, que aspira a compartir la Generalitat Valenciana con el Partido Popular y a repartirse ayuntamientos y otras instituciones con los populares allá donde sean necesarios. Los candidatos de la formación se fían a la fuerza de la marca para convertirse en actores imprescindibles en la escena autonómica y municipal.

La suerte ya está echada. La campaña ha echado el telón. Ahora todo queda en mano de los electores de la Comunitat Valenciana.

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