Repunte de la violencia en Elche: «Carrús va a peor, si no se toman medidas va a acabar como Torre Pacheco»
La brutal paliza a un agente fuera de servicio reabre el debate sobre la inseguridad en el barrio | Los vecinos relatan la tensión con la que salen a la calle cuando oscurece
Ismael Martinez
Elche
Viernes, 8 de agosto 2025, 07:25
En el barrio ilicitano de Carrús la inseguridad no es una sensación pasajera. Es un ruido de fondo constante que va desde los pequeños hurtos en una panadería hasta la brutal paliza que este pasado fin de semana dejó a un policía nacional fuera de servicio ingresado en la UCI. El suceso, ocurrido en la calle Clara Campoamor, ha provocado un terremoto político en Elche y ha vuelto a poner el foco sobre un barrio que muchos sienten cada vez más abandonado.
Los hechos han generado una reacción institucional sin precedentes. El pleno del Ayuntamiento aprobó hace solo unos días una moción (con el respaldo de PP, PSOE y Vox) para exigir al Gobierno de España un refuerzo urgente de efectivos en Carrús y una modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que permita aplicar prisión preventiva a reincidentes.
Según datos oficiales, en el primer semestre de 2025 se registraron en Elche 11.800 intervenciones policiales, más de 2.000 denuncias y 212 detenciones, con un tercio de los detenidos reincidentes. Carrús Este concentra el 80% de esas actuaciones.
Mientras se anuncian medidas desde las instituciones, la calle sigue hablando por sí sola. Irene, una joven de 24 años, asegura que la agresión al agente no le sorprendió: «Aquí pasan cosas así muy a menudo. De noche no salgo sola porque siento inseguridad. Aunque hay una comisaría nueva en el barrio, los delitos siguen ocurriendo». En su día a día, dice, no percibe mayor presencia policial, y considera que los agentes hacen lo que pueden, «pero les faltan medios».
Sandra, otra vecina de 28 años, también se enteró de la agresión por redes sociales. Aunque confiesa sentirse segura, reconoce que la situación ha empeorado. «No siempre la policía llega a tiempo», lamenta. Su propuesta es clara: más atención a la población conflictiva y presencia constante en las calles. No ha vivido ninguna situación violenta directamente, pero observa con inquietud cómo crece el malestar entre los vecinos.
El testimonio más contundente llega de un vecino de 31 años, que habla con claridad: «Carrús va a peor, y como no se tomen medidas, va a acabar como lo sucedido en Torre Pacheco». No se siente seguro, ni él ni su familia. Su abuela ha sufrido dos tirones de bolso en el último año. Aunque reconoce que la policía responde cuando se le llama, cree que falta presencia real en la calle: «Con más patrullas se evitarían muchas situaciones. Si ven a los agentes, los delincuentes se lo piensan dos veces. Pero si no, lo pagamos los vecinos».
Desde un pequeño negocio del barrio, un panadero que trabaja muy cerca del parque Primero de Mayo habla con resignación. «De día, no hay mucho problema. Pero al caer la tarde empieza a notarse gente rara. He tenido pequeños robos, botellas o bolsas que desaparecen… pero no puedes encararte con ellos. Tienen mala pinta y no sabes cómo pueden reaccionar», explica.
Dice que con la nueva comisaría se nota cierta mejora, sobre todo durante el día, pero sigue habiendo puntos muy conflictivos: «Hay pisos que todo el mundo sabe que están para consumir o traficar, y aunque la policía está más pendiente, no es suficiente. El parque ya no es suyo, por suerte, pero la imagen del barrio sigue marcada por los mismos de siempre. Serán 15 o 20 personas, pero si no se actúa sobre ellos, esto no cambiará».
«Hay pisos que todo el mundo sabe que están para consumir o traficar»
La sensación de frustración también se comparte desde dentro del cuerpo. Según confirman fuentes policiales, «el ambiente se ha vuelto más tenso en los últimos meses». Aseguran que hay más presencia de patrullas desde que se inauguró el retén de la Policía Local en la Plaza Primero de Mayo, pero también muchas más incidencias.
«Aquí se concentra mucho conflicto en poco espacio. No diría que tenemos miedo, pero sí respeto. Hay zonas en las que todo puede cambiar en cuestión de segundos. Ya ha habido compañeros agredidos, y eso te hace estar más alerta», señalan.
Los datos oficiales relativos a denuncias y detenciones corroboran una alarma que ni siquiera se ha conseguido aplacar con la apertura de una nueva comisaría de la Policía Local en la zona.
El sindicato policial Jupol ha calificado la agresión al agente como «una tentativa de asesinato» y exige un castigo ejemplar. El propio alcalde, Pablo Ruz, ha reclamado públicamente más agentes y cambios legales para que los reincidentes no vuelvan a las calles al día siguiente de ser detenidos.
Mientras tanto, Carrús sigue en pie. Con vecinos que se organizan para evitar salir solos de noche, comerciantes que asumen pérdidas para evitar conflictos, agentes que patrullan con cautela y jóvenes que ya piensan en mudarse. Porque más allá de los plenos y los comunicados oficiales, hay una certeza que todos comparten: la inseguridad en Carrús no es solo una cifra. Es una realidad que se vive cada día.