Tensa espera en el Elche por el codiciado Edgar Badía
Varios clubes de Primera tienen al portero en su agenda pero ninguno se ha acercado hasta ahora a los cuatro millones de su cláusula de rescisión
Uno de los axiomas del fútbol de todas las épocas, también del actual, es que mandan las áreas y por eso en el Elche andan con la mosca detrás de la oreja por los numerosos cantos de sirena que llegan a los oídos de su portero titular y su delantero de referencia. Edgar Badía y Lucas Boyé están en la agenda de clubes de Primera, pero hasta ahora nadie ha presentado una oferta que satisfaga al dueño del Elche, Christian Bragarnik.
Badía fue el meta que más paradas hizo la temporada pasada, lo que habla mal del sistema defensivo franjiverde, y se ha reivincado, de pleno derecho, como un portero de élite. Tres años a gran nivel en el Elche le situaron incluso cerca de ser internacional con España y ahora su cláusula de rescisión es de cuatro millones.
Ningún club se ha acercado a esa cifra, pero queda todo el mes por delante hasta que se cierre el mercado y la inquietud está ahí. Badía no tuvo minutos en el amistoso de ayer por molestias y el Elche fichó este verano a Miguel San Román, de la Ponferradina, para tener las espaldas cubiertas.
El caso de Lucas Boyé es diferente, ya que por el punta argentino sí que han llegado ofertas en firme, pero ninguna que ronde los 12 millones de euros que el Elche ya descartó hace un año del Sevilla. En España, Boyé interesa al Getafe, Rayo y Valencia, entre otros. Y en el resto de ligas también tiene gran cartel debido a su potencial.
Desde que se consumó el descenso, la percepción generalizada es que Boyé hará las maletas tarde o temprano, pero por el momento Bragarnik se mantiene firme en su postura y el punta sigue trabajando a las órdenes de su compatriota Sebastián Beccacece.
