Reciclaje químico de residuos textiles para acabar con las montañas de ropa de los vertederos

El problema de la industria reside en su linealidad e introducir una economía sostenible no es tarea fácil. En este contexto, desde el Centro Tecnológico e Innovación Textil (Aitex), ubicado en Alcoi, han desarrollado el proyecto CHEMUP III, que permitirá reducir las montañas de ropa de los vertederos mediante el reciclaje químico, una técnica que permite la reconversión «infinita» de estos tejidos.

«Este proceso permite obtener nuevos polímeros con propiedades similares a las de la materia virgen, reciclando así los residuos textiles un número infinito de veces sin pérdida de propiedades», explica el responsable del Grupo de Investigación de Fibras Técnicas y Materiales Textiles de Aitex, Javier Pascual.

El experto asegura que este proceso surge «para dar respuesta a los procesos de acumulación de residuos textiles», residuos que se generan debido al «actual sistema de producción, distribución y uso, que opera de forma casi completamente lineal que, sumado al concepto de moda, ha llevado a importantes problemas en los vertederos», resalta el investigador.

El proyecto, que cuenta con la financiación del Insituto Valenciano de la Competividad Empresarial (Ivace), pretende establecer el reciclaje químico como «una alternativa variable y de implantación industrial a corto plazo», detalla Pascual, quien asegura que «no se podrá distinguir si las fibras obtenidas provienen de materiales reciclados o de materiales vírgenes».

A pesar de que en la actualidad todavía los costes del reciclaje químico son superiores a la fabricación normal, desde Aitex explican que es «una alternativa de futuro a corto plazo». Pascual explica que tiene sentido aplicar esta tecnología para el poliéster «dado que se trata de la fibra sintética de mayor consumo».

El responsable de Investigación de Fibras del centro alcoiano asegura que una vez se escalen estos procesos «de plantas piloto a las de producción, estas serán capaces de procesar entre 50.000 y 100.000 toneladas anuales de poliéster reciclado químicamente», un proceso que «abaratará los costes de operación y permitirá equilibrar los precios con respecto al poliéster actual».

Como comentaba Pascual, las nuevas fibras originadas a partir del reciclaje químico son indistinguibles de los materiales vírgenes. Sin embargo, sus ventajas van mucho más allá. «Dicho tratamiento permite reciclar todo tipo de residuos textiles, independientemente de sus estado de degradación», explica el investigador de Aitex.

Este metodo investigado desde el centro alcoiano no hace ascos a ningún producto textil y permite reciclar los residuos «independientemente de los contaminantes presentes en las fibras, como tintes, aditivos o demás», asegura Pascual, quien resalta que uno de los mayores beneficios es «el reciclaje infinito de veces de estos materiales sin pérdida de propiedades».

El proyecto CHEMUP III pretende dar a la industria textil esta alternativa de economía circular a los modelos de producción tradicionales, que se están volviendo insostenibles con el paso de los años. «El reciclaje químico reduce el consumo de materias primas de origen fósiles, ya que emplea residuos textiles como materia prima para obtener nuevos productos», comenta Pascual en relación a la «recirculación y reutilización» de estas materias.

El reciclaje químico de poliéster tiene dos vertientes preferenciales la depolimerización térmica y la catalítica, siendo esta última estudiada en mayor profundida por la comunidad científica e incluso se encuentra ya en funcionamiento en las primeras plantas industriales en Japón o Estados Unidos.

«Según el disolvente empleado el proceso es disitinto, de todos ellos la glicólisis es la más estudiada y desarrollada debido a su simplicidad y flexibilidad, así como sus bajos costes de inversión y mantenimiento», explica Pascual, quien asegura que este proceso «puede aplicarse fácilmente a las plantas de producción de PET (plásticos recilados para textiles) convencionales».

«La calidad de las fibras obtenidas a partir de poliéster reciclado es similar a las que se obtienen en la actualidad a partir de los procesos petroquímicos», asegura el experto e investigador de Aitex, quien avanza que la competitividad de estos nuevos productos que investigan desde Alcoi es más «una cuestión de economía de escalas que un problema tecnológico, por lo que se espera que sea económicamente viable para grandes volúmenes».