La CEV celebra su Asamblea General entre reivindicaciones en torno al diálogo social y a las inversiones en Alicante
La patronal reclama la necesidad de condonar la deuda provocada por «la infrafinanciación» o que se atienda el déficit hídrico | Pide además que se acometa la ampliación del aeropuerto de Alicante-Elche
La Confederación Empresarial de la Comunitat (CEV) ha celebrado este jueves su Asamblea General en la que ha vuelto a poner sobre la mesa las principales reivindicaciones del sector empresarial, como el diálogo social o la condonación de la deuda arrastrada por la «infrafinanciación» del territorio.
El presidente de la CEV, Salvador Navarro, ha puesto en valor el diálogo social y ha calificado de «preocupante» que se esté intentando «debilitar su estructura, con propuestas unilaterales o sin tener en cuenta la representatividad real de quienes estamos en la Mesa desde hace años, y se permite que así sea». Desde la patronla siempre se han mostrado críticos con las medidas adoptadas por el Ministerio de Yolanda Díaz, que no ha tenido en cuenta al empresariado.
Navarro ha criticado que el diálogo social no debe ser «una opción ideológica» y se ha dirigido al Gobierno para reivindicar que se evalúe el impacto de medidas como la reducción de la jornada a 37,5 horas en las pymes. «La propuesta debe hacerse con una evaluación seria del coste empresarial, porque las empresas no son entes abstractos, son personas que generan empleo, que invierten, que asumen riesgos», ha valorado el empresario.
Durante su intervención el presidente de la CEV ha vuelto a pedir que se ejecuten inversiones en la Comunitat y en Alicante, como las ampliaciones de los aeropuertos de Alicante-Elche y Manises, así como que se atienda «el déficit hídrico». Pide de la misma forma que se tomen medidas frente al absentismo laboral y exige reducción de trámites burocráticos.
Salvador Navarro, que ha lamentado los casos de corrupción conocidos la pasada semana, no ha desaprovechado la ocasión para defender a «la mayoría empresarial que sí cumple, que sí construye, y que sí pone el bien común por delante de intereses personales». «Las empresas que pueden participar en prácticas corruptas son una excepción», ha afirmado. En este sentido, ha indicado que desde la CEV hay una propuesta clara para luchar contra la corrupción: «Ética, rechazo social a quienes incumplen, normas claras y firmes, y defensa de la independencia del poder judicial para que pueda garantizar que esas normas se cumplan sin interferencias».
La Asamblea se ha clausurado con la intervención del presidente de la CEV, Salvador Navarro, que ha tenido unas palabras de recuerdo hacia el vicepresidente de la CEV, Miguel Burdeos, y el resto de víctimas de la DANA. Una tragedia que, en palabras de Navarro, «nos ha unido más». En este sentido, ha agradecido la colaboración de las empresas, canalizada a través de la Fundación CEOE, ha denunciado la actuación del Consorcio de Compensación de Seguros «que dejó mucho que desear especialmente en lo que respecta a la rapidez de respuesta», y ha apuntado a la «crispación política» como «la principal barrera para la reconstrucción».
Empresas en el tablero geopolítico
Previa a la intervención del presidente de la Confederación ha tenido lugar una mesa redonda en la que se ha analizado cómo impacta la inestabilidad internacional en la actividad empresarial. En la mesa han participado María José Hernando, jefa de la Unidad de Riesgo País en CESCE; Carmen Claudín, investigadora senior asociada en el CIDOB; y Raquel Jorge, directora de Asuntos Europeos y de la Oficina en Bruselas de Adigital (Asociación Española de la Economía Digital), e investigadora asociada en Real Instituto Elcano y CEPS
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